Nuevo intento por modificar la ley para financiar a los partidos
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LA NACIONGustavo Ybarra
La tercera será la vencida. Con esa consigna, Cambiemos y el PJ apuestan a llevar mañana al recinto del Senado el proyecto que modifica la ley de financiamiento de los partidos políticos con el objetivo de permitir los aportes privados para soportar los gastos de la campaña electoral.
La iniciativa cuenta con dictamen de tres comisiones desde noviembre del año pasado, por lo que está habilitada para su debate en el recinto. Por tratarse de una norma electoral, su aprobación exige el voto de la mitad más uno de los miembros del cuerpo, es decir 37 senadores.
La suma de Cambiemos y el Bloque Justicialista supera esa cifra con creces. En ambas bancadas sospechan que el FPV no solo rechazará la iniciativa, sino que intentará entorpecer la sesión con denuncias de persecución judicial contra su Cristina Kirchner.
El proyecto será "revisado" hoy, a las 16, durante una reunión de la Comisión de Asuntos Constitucionales en la que se espera que su presidente, Dalmacio Mera (PJ-Catamarca), informe sobre las conversaciones mantenidas en las últimas dos semanas con bloques de la Cámara de Diputados. Es que cualquier cambio en el dictamen deberá introducirse en el recinto.
La idea de esos contactos fue buscar el mayor consenso posible para sancionar la nueva ley lo más pronto posible y así poder aplicarla en las elecciones presidenciales de este año. El dictamen ingresará al recinto del Senado con un límite del 5% de aportes privados. Sin embargo, ese tope podría verse reducido al 2%.
El cronograma del oficialismo establece, por el momento, el próximo 3 de abril como fecha de sanción de la nueva ley en la Cámara de Diputados. La meta suena demasiado ambiciosa si se toma en cuenta que el clima de campaña electoral promete impregnar cada sesión del Congreso.
En su intento por alcanzar el máximo consenso posible, los eventuales cambios que sufriría el proyecto fueron discutidos con los bloques de diputados de Cambiemos y del Frente Renovador. Los interlocutores fueron los diputados Daniel Lipovetzky (Pro) y Graciela Camaño, respectivamente. En realidad, el primer obstáculo que debió superar el proyecto fue el rechazo de Elisa Carrió. La oposición de la diputada oficialista a aceptar aportes privados en las campañas fue una de las causas por las cuales el tratamiento del proyecto ya fracasó en dos oportunidades.
Según confiaron fuentes legislativas oficialistas a LA NACION, el Gobierno logró el compromiso de Carrió de que tanto ella como el bloque de la Coalición Cívica limitarán su rechazo a los artículos relacionados con el financiamiento, pero no entorpecerán el tratamiento ni la sanción de la iniciativa.
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