Pignanelli dio muestras de autonomía
Retuvo a un técnico cuestionado desde Economía y puso bajo su mando el área de difusión de la entidad El objetivo es ahuyentar el temor que genera la politización del BCRA Se aprobó la pauta de emisión monetaria Y fijaron las condiciones para mejorar la devolución de depósitos
Aldo Pignanelli debutó en los hechos ayer como nuevo titular del Banco Central (BCRA) dejando traslucir algunos gestos de independencia.
Asumió como una decisión suya la reestructuración del área comunicacional del BCRA, que desprolijamente se había anunciado el lunes desde Economía -en lo que se interpretó como un gesto de avasallamiento sobre la autonomía de la entidad-, y retuvo en el staff técnico del organismo a Alejandro Henke, el directivo cuya designación estaba desde hace meses a consideración del Senado y por cuyo desplazamiento había bregado anteayer el ministro Roberto Lavagna ante el presidente Eduardo Duhalde.
El lunes, el ministro logró que el Gobierno retirara el pliego del ingeniero Henke, con lo que en los hechos lo apartó del directorio del BCRA. Pero ayer Pignanelli lo retuvo (aunque de modo transitorio), entre otras cosas, tras tomar en consideración un pedido de los bancos para que se mantenga a uno de los pocos interlocutores técnicos que encuentran en la entidad.
De hecho, Henke es uno de los funcionarios que trabajó en la reelaboración de la pauta monetaria, que ayer aprobó el directorio del BCRA para girar a consideración del Congreso, y quien trabajó junto a los funcionarios de Finanzas en la letra chica del decreto que intenta resolver el corralito.
Los tironeos en torno de las sillas del directorio del BCRA (quedó una vacía, que podría corresponder al nuevo vicepresidente) y los roles y funciones de cada uno, empero, quedaron otra vez a la vista, pese a los esfuerzos que desde el Gobierno se hacen para bajarle el tono al conflicto.
"El directorio del BCRA, presidido por Aldo Pignanelli, informa que, en uso de sus facultades y de la autonomía que le otorga la ley, ha decidido una amplia reestructuración de las áreas de Prensa y de Relaciones Públicas", señaló un comunicado que buscó diluir la imagen de un avance de Economía sobre la entidad."La nueva unidad, la Subgerencia de Relaciones Institucionales y Comunicaciones, tendrá dependencia directa de la Presidencia", agregó la nota oficial.
El gesto, que quedaría reducido a una anécdota en otras circunstancias, cobró significación en un ambiente caldeado por lo que desde el mercado se lee como una "politización" del BCRA.
Tal vez sin quererlo, el jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, abonó esa teoría. Al ser consultado sobre la designación de Pignanelli en el BCRA, señaló que el presidente Duhalde "no hizo otra cosa que seguir fiel a su posición de respetar la independencia de la autoridad monetaria". Pero seguidamente, pareció sumarse a los planteos que se realizan desde Economía al opinar que el ente monetario "debe tener un bajo perfil mediático e informar en el momento oportuno al Congreso", tras pedírsele una opinión sobre el incidente por la política de difusión del BCRA.
Por su parte, el designado director, Félix Alberto Camarassa, dijo que uno de los principales "propósitos" de las nuevas autoridades del banco será controlar la evolución del dólar, pero aclaró que sólo anteanoche tomó "conocimiento" de su nombramiento.
"Me gustaría antes de ser preciso en materia técnica poder reunirme con mis pares y revisar la situación, pero obviamente vamos a controlar las variables que pueden incidir más en el costo de vida de los argentinos", señaló a una radioemisora.
Cuando se le comentó que su ingreso y el de Jorge Levy (avalado por Atanasof) habían sido leídos como una politización de la entidad por la cercanía de ambos con Lavagna, Camarassa se confesó "consciente de esas percepciones y de la importancia que tienen", aunque dijo no compartirlas.
Dos decisiones importantes
Por su parte, Pignanelli (que quedará oficializado en su cargo el próximo lunes, una vez que se concrete la renuncia que Mario Blejer presentó con fecha 30 de junio) presidió ayer una reunión del directorio del BCRA en la que se aprobó el nuevo programa monetario, que prevé una emisión adicional de $ 7000 millones para los últimos 5 meses del año, cuyo destino final será la asistencia a los bancos.
Además se estableció que los bancos que quieran mejorar las condiciones para devolver depósitos no podrán mantener deudas por asistencia con el BCRA (lo que pone en zona gris el plan que lleva adelante el Banco Ciudad), y que el organismo monetario podrá suspender la oferta si determina que la entidad que la hizo "no se encuentra en condiciones".
Nuevas reglas
Exigencias formales
- Las mejoras en las condiciones para devolver depósitos reprogramados que propongan los bancos deberán ser ofrecidas públicamente a todos los titulares de depósitos que venzan en plazos similares.
- Dichas condiciones deberán ser "ampliamente difundidas".
- Las mejoras podrán consistir en adelantamientos del cronograma de devolución, cancelaciones anticipadas parciales o totales, reconocimiento de mayor interés o el otorgamiento de garantías externas. Nada de esto podrá estar sujeto al cumplimiento de nuevas condiciones.
Exigencias de fondo
- Las devoluciones anticipadas y las recompras parciales o totales se deberán depositar en cuentas a la vista cuya disponibilidad estará restringida a las reglas del corralito, a menos que los fondos para los pagos provengan de aportes de capital sobre las entidades.
- Los bancos no podrán hacer estos pagos mientras no hayan cancelado las deudas contraídas con el BCRA por redescuentos.