Las advertencias de Sergio Massa a Alberto Fernández detrás de un nuevo embate contra las PASO

Luego de la reunión que mantuvo este fin de semana en San Fernando, el Frente Renovador de Sergio Massa renovó la presión sobre el presidente Alberto Fernández para que cancele el debate en favor de las PASO. A través de un comunicado, que en rigor se trató de una carta con destinatario único, el massismo envió dos mensajes a la Casa Rosada: que la promoción de una competencia con varios candidatos oficialistas suma “inestabilidad” a la economía y vuelve aún más incierto el panorama entre agosto y octubre, y que el Presidente debe convocar “individualmente” a los líderes de la coalición. Ergo, que levante el teléfono y llame a Cristina Kirchner y a Massa. Para capitular.

El reclamo de una reunión de los referentes del Frente de Todos encuentra su eco -lejano ya- en el pedido que Máximo Kirchner y el ala dura del oficialismo repitieron durante meses, tras la derrota en las elecciones legislativas de 2021. Ayer, para reforzar esa coincidencia, el líder de La Cámpora se mostró en Diputados con referentes del Frente Renovador.

“Le solicitamos al presidente del Partido Justicialista, como la fuerza política más importante del Frente de Todos, que convoque a los principales referentes de la coalición de manera individual, así como también a una mesa de fuerzas políticas, a los efectos de discutir y diseñar, en conjunto, la mejor estrategia de cara a este proceso eleccionario”, afirma el texto de la misiva, que evita dar el nombre de Alberto Fernández, titular del PJ nacional.

En el párrafo final del documento, el massismo le pide “estar a la altura” al Presidente para que el Frente de Todos pueda construir una fórmula competitiva. “Estar a la altura del momento histórico requiere del esfuerzo de todos y de todas para hacer prevalecer la generosidad, el compromiso y la construcción colectiva de un proyecto competitivo, que le devuelva a los argentinos y argentinas la esperanza y la posibilidad de creer en un mejor país”, señalan.

“No hay orden económico sin estabilidad política”

Los párrafos iniciales del documento están destinados a dar por cerrada la discusión por las PASO. Los argumentos parten de la base de la experiencia de 2019 y el paso al costado de Cristina Kirchner. “Hace tres años el Frente Renovador fue parte fundacional de un espacio político que nació del compromiso y la generosidad. En el 2019, la candidata con mayor representatividad social cedió espacio y, de la misma manera, todos cedimos para construir una coalición amplia y lograr confluir en el armado del Frente de Todos”, señalan.

Los fundamentos se aggiornan en el párrafo siguiente, con el escenario de “tres tercios” que describió Cristina Kirchner en su entrevista del jueves, donde los “pisos electorales” importan más que los “techos”, ante el riesgo de que el oficialismo quede afuera de un ballottage entre Juntos por el Cambio y los libertarios de Javier Milei. En ese sentido, el massismo reclama en su carta “una estrategia que surja de la capacidad de entender el voto estratégico que se expresa entre las PASO y la primera vuelta, y entre la primera y la segunda vuelta”.

Allí llega el primer llamado de atención al Presidente. “Estamos convencidos y convencidas de que no existe orden económico si no está acompañado de estabilidad política”, afirma el Frente Renovador, para destacar que ese convencimiento llevó a Massa a abandonar “la comodidad del diálogo parlamentario” y asumir al frente del Ministerio de Economía “cuando muchos hablaban de asamblea legislativa y helicóptero”. La “papa caliente” que Cristina le reconoció en su última entrevista.

Y allí es donde la misiva massista enlaza sus dos ejes: “Lo que pretendemos es que esa acción [de Massa] no se vea lastimada por diferencias internas que pongan en riesgo la estabilidad económica necesaria para culminar esta etapa de gobierno y empezar el nuevo sendero de crecimiento y desarrollo que precisa la Argentina”.

Traducido, en el massismo creen que un oficialismo que acuda fragmentado a las PASO no solo expondrá -con mayor crudeza que la diaria- las diferencias internas de la coalición, y que esa exhibición de pases de facturas tendrá impacto en la economía; sino que ese impacto podría ser devastador en el trayecto de agosto a octubre si las urnas arrojan como resultado un escenario de tres tercios, con Javier Milei y Juntos por el Cambio asentados sobre sus segmentos, pero donde el tercio oficialista se muestre astillado en cuatro o cinco candidatos.

“Sería suicida intentar llegar a octubre fragmentados”, sintetiza un funcionario massista, que reclama para el oficialismo “un candidato que mida alto y pueda llegar al piso de 30 puntos” que exige la vicepresidenta. Un escenario que para el Frente Renovador se reduce a dos nombres: el gobernador Axel Kicillof y Massa.

Para el massismo y buena parte del kirchnerismo, la “obsesión” del Presidente en reclamar las PASO se reduce a la necesidad de conservar algún poder de negociación para colocar nombres propios en las listas legislativas. Para la Casa Rosada, en cambio, Alberto Fernández busca en la PASO la posibilidad de ampliar la coalición y elevar el “techo electoral” del oficialismo.

El reclamo del massismo a Fernández, sin embargo, llega en un momento de absoluta debilidad para el Presidente, que en el congreso nacional del PJ de la semana pasada fue despojado formalmente de la lapicera para firmar acuerdos partidarios, ahora en manos del formoseño Gildo Insfrán. En definitiva, Massa le pide a Fernández que convoque a un acuerdo que ya no está en condiciones de rubricar. Desde otra perspectiva, lo habilita a ensayar al menos la gestualidad de ese llamado.

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