Tras la tensión cambiaria, vuelven a liquidar dólares
Reapareció la oferta exportadora y el BCRA compró US$ 150 millones; bajaron bonos y acciones por precaución
En lo que bien podría denominarse "efecto dominó", las señales de distensión que aparecieron en los últimos días en el mercado bursátil y financiero se derramaron finalmente ayer sobre la plaza cambiaria oficial, permitiéndole al Banco Central (BCRA) adquirir US$ 150 millones para nutrir sus reservas en momentos en que debe afrontar con ellas importantes pagos de la deuda.
Gracias a eso, la entidad logró elevar ese estratégico stock en US$ 132 millones ayer y ubicarlo por encima de la frontera de los US$ 29.000 millones por primera vez desde el pasado 23 de enero, es decir, el día en que debió convalidar el segundo salto devaluatorio del peso, obligando al Gobierno a hablar de un nuevo tipo de cambio de convergencia.
Se trató de una nueva señal del proceso de "normalización" que se abrió en los mercados tras el giro del Gobierno y la confirmación de un ámbito de negociación entre las partes litigantes bajo tutela judicial. Claro que, como no se trata de un tránsito sencillo, se descuenta que -de ahora en más- los precios de los activos financieros con negociación diaria irán reflejando los vaivenes de estas tratativas.
En este sentido deben leerse los retrocesos de 1% promedio que mostraron los bonos en dólares y las acciones que cotizan en la Bolsa local. O las caídas de hasta 6% en las acciones en Nueva York, como en el caso del Banco Macro, aunque se trata de papeles que habían recuperado 20% en apenas dos días.
Todo ocurrió tras una jornada de fuertes ganancias en la plaza local, cuya tónica pareció prolongarse ayer al inicio de las operaciones.
Sin embargo, bastó que trascendiera que el fondo NML Capital le había pedido al juez Griesa que desoyera el pedido argentino de reponer la cautelar -para no entorpecer los pagos de la deuda ya normalizada mientras se negocia con los tenedores de bonos aún en default- para que algunos inversores se convencieran de asegurar las utilidades logradas antes de arriesgarse a enfrentar nuevas volatilidades.
En realidad, Robert Cohen, representante legal de los fondos, planteó que esa amenaza se sostenga hasta que haya muestras concretas de la voluntad negociadora de la Argentina. Y hasta admitió que si las tratativas estuvieran avanzadas antes del 30 de julio (fecha en que se dispararía legalmente el default al pasar 30 días de un pago incumplido -el de los servicios de interés del Discount-) podría allanar las condiciones para que el pago de la deuda normalizada se haga.
Pero el mercado tiene por estas horas reacciones binarias y no está para sutilezas. En especial, porque aún no mostró sus cartas ante estos pedidos cruzados quien define todo, es decir, el juez Griesa.
De allí los retrocesos del 0,9% del índice Merval (había llegado a avanzar más de 1,3% en la primera parte de la rueda) o las bajas del 0,5 al 1,4% entre los bonos en dólares, con el Discount en dólares y emitido bajo ley neoyorquina liderándolas.
Menos presión cambiaria
El dato del día fue el regreso de los exportadores al mercado cambiario oficial. La reaparición de la oferta, ante la previsión de que el Gobierno, de encarrilar el conflicto con los buitres, podrá manejar a su antojo el ritmo de devaluación de la moneda sin verse presionado a nuevos saltos por asfixia (ya que los dólares faltantes de la balanza comercial llegarían por la vía financiera) hizo crecer 70% el volumen operado en ese canal, que saltó de 197 a 334 millones de dólares.
Con ese plafón, el BCRA encontró espacio para alzarse con US$ 150 millones para las reservas y hasta normalizó los pagos por importaciones que no superen los US$ 300.000 que se había visto obligado a bloquear en los últimos días por la sequía.
Ajeno a esta tranquilidad, los precios de las divisas extranjeras en el mercado paralelo se negaron a seguir retrocediendo, aunque los operadores adjudican este fenómeno a un "pico" de operaciones vinculadas con el Mundial de Brasil. Ocurre que, aunque lo que se comercializa son reales, todos los valores en ese mercado se toman en referencia al del dólar.
Paradojas en el mercado de pesos
El Banco Central se vio forzado a convalidar ayer una nueva expansión monetaria (por $ 800 millones) al no poder renovar el total de los vencimientos de deuda que enfrentaba. Los inversores privados volvieron a privilegiar los negocios en el mercado interbancario por pactarse allí tasas más atractivas. El arbitraje se produce porque, al tratar de ayudar al BCRA en su política contractiva, van dos martes que el Banco Nación no opera en el call para destinar esos pesos a la compra de nuevas Lebac. Eso empina las tasas del call (de 24 a 36%, contra 27% de una letra) y atrae a la banca privada.
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