Un hombre clave del Ejército pasó a retiro

Uno de los hombres más importantes de la estructura militar pidió ayer el pase a retiro. El general de brigada Jorge Cabrera comunicó ayer su decisión de dejar el Ejército, momentos después de ausentarse en el acto que el presidente Néstor Kirchner encabezó en el Colegio Militar.

Después de esa ceremonia, el jefe del Ejército, teniente general Roberto Bendini, sostuvo más de veinte reuniones individuales con generales, hasta cerca de las 20. Lo que muestra el momento especial que vive la fuerza.

Cabrera era un oficial que gozaba de la confianza del Presidente y manejaba un área vital de la información reservada. Era el jefe de la Dirección Nacional de Inteligencia Militar, que depende directamente del ministro de Defensa, José Pampuro.

Para el ministro es un golpe importante, ya que también tenía una relación de confianza con el general que sumó su nombre a los pedidos de pases a retiro en el Ejército.

Esa fuerza desmintió ayer que hubiesen solicitado su retiro los generales de brigada Raúl Gallardo y Luis Pierri, y el coronel mayor Mauricio Fernández Funes. Durante las reuniones de generales que se sucedieron en las últimas 48 horas se buscó convencer de cambiar de postura a aquellos que pretendían retirarse para mostrar su molestia con las decisiones de Kirchner. Se logró en algunos casos.

Una alta fuente del Ejército informó anoche que se esperaba un cambio también en la decisión del coronel mayor Juan Mereditz, del arma de Ingenieros, que había manifestado su voluntad de pasar a retiro.

Sí, en cambio, confirmó oficialmente un importante militar que pasó a retiro el general Rodrigo Soloaga (a cargo de la jefatura I Bienestar), por no estar de acuerdo con la política de derechos humanos que lleva adelante el Gobierno.

Justamente Soloaga había quedado al frente de las causas que involucran a militares en acusaciones sobre violaciones de los derechos humanos.

El caso de Cabrera es el más complejo para el Ejército, pues se trata de un oficial con importante respeto interno y que apuntaba como posible sucesor del teniente general Bendini.

Fuentes oficiales del Ejército manifestaron anoche a LA NACION que Cabrera no dio mayores explicaciones para justificar su decisión. Sin embargo, extraoficialmente se supo que Cabrera cuestionaba la conducción de Bendini.

El general Cabrera era, además, un resorte importante en la estrategia de la inteligencia nacional. En varias oportunidades se especuló con que la dirección nacional de inteligencia tendría puntos de contacto, y hasta de superposición con la SIDE.

Día de tensión

Aunque el clima en el Ejército distaba de distenderse, altas fuentes de esa fuerza aseguraron anoche a LA NACION que Bendini recibió el respaldo de los generales durante varias reuniones que se desarrollaron ayer.

El jefe del Ejército habló con generales de manera individual y se asegura que recibió el apoyo de sus subordinados inmediatos.

También se realizaron dos reuniones grupales con los 27 generales que asistieron al Colegio Militar. La primera, a las 9, y la segunda, al finalizar la ceremonia; en ambos casos, el ministro Pampuro asistió algunos minutos a esos encuentros.

De esos contactos se estableció que nos hay margen para el disenso con la política oficial sobre derechos humanos.

Además de las reuniones de generales, se sucedieron ayer encuentros entre oficiales superiores, que analizaron también este momento que pasa el Ejército.

La conducción de la fuerza considera que no hay una actitud negativa de los oficiales sobre las actitudes y los mensajes del presidente Kirchner.