Los monoambientes son los únicos que no mostraron variación intermensual en su precio, mientras que los dos y tres ambientes aumentaron 2,7% y 3,6% respectivamente
Después de meses cargados de expectativas por las elecciones, los alquileres en la Ciudad de Buenos Aires mantuvieron su tendencia alcista y aumentaron sus precios una vez más. Los departamentos de dos y tres ambientes atravesaron subas de 2,7% y 3,6% respectivamente, en comparación con los números de octubre. Sin embargo, los monoambientes fueron los únicos que quedaron intactos y no mostraron un cambio de precios en relación al mes anterior, según un informe elaborado por el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO).
La media del alquiler de un departamento monoambiente es de $30.000 por mes, igual que el mes pasado, y en términos interanuales mostró una suba del 42,9%. “Esto tiene que ver con dos cosas. Por un lado, seguramente la oferta que se viene generando de unidades nuevas es sobre todo de monoambientes. Por el otro, son los cambios que todavía perduran de la pandemia. Por ejemplo, si un segmento de estos son estudiantes que viajan del resto del país a Capital Federal para estudiar, eso todavía no se normalizó. Son alquileres que por ahí iban a ese segmento y que hoy están libres, entonces es más difícil alquilar”, explica Nicolás Pertierra, economista jefe del CESO.
Además, el Salario Mínimo Vital y Móvil -que este mes es de $32.000- cubre el 106,7% del alquiler neto de esta tipología. Este no es un dato menor, teniendo en cuenta que en noviembre de 2020 cubría solamente el 90% del valor de oferta de un monoambiente, según detalla el informe.
En el caso de las unidades un poco más grandes, el promedio de las ofertas de departamentos de dos ambientes se posicionó en $38.000 y fue la única tipología que en el último año aumentó casi igual que la inflación, mostrando en octubre una variación interanual de 52% que refleja la inflación de 52,1%. De acuerdo con el relevamiento del CESO, los tres ambientes tampoco se quedaron atrás en su actualización de valores y mostraron una suba del 50% en el último año, dado que un alquiler cuesta $57.000. Estos valores no contemplan expensas -que suelen representar el 18% del valor- ni otras características del edificio como pueden ser la antigüedad y su estado de conservación.
A partir de las duras imposiciones de la Ley de Alquileres, muchos propietarios decidieron retirar sus viviendas del mercado y ponerlas en venta. Esto provocó una baja en la oferta que, según el CESO, llegó a a 8,7% interanual en el período de enero a noviembre del 2021. “Creo que la comparación con el año pasado tiene que ver con que fueron tiempos muy volátiles, donde en los primeros meses de pandemia se cayó toda la oferta y después dio un salto grande”, opina Pertierra.
En conjunto con la ley se estableció la actualización anual de precios de alquileres a partir del Índices para contratos de locación (ICL), elaborado por el Banco Central. La entidad indicó que en el mes de noviembre, los precios subieron un 49,5% interanual, por debajo de la inflación.