El traslado a una nueva vivienda requiere de una planificación; el paso a paso para evitar contratiempos
Muchas veces las mudanzas significan cambios esperados, nuevos rumbos y espacios más acordes a nuestros deseos y necesidades. Sin embargo, encabezan también el ranking de las situaciones más estresantes. Y uno de los momentos de mayor tensión se da durante el embalaje. Por eso es necesario tener en cuenta algunas recomendaciones a la hora de encarar esta tarea.
Lo necesario, en cajas de cartón
La mudanza representa una oportunidad para hacer un inventario de todo lo que se tiene y evaluar si realmente es necesario llevar todo al nuevo destino, o bien, deshacerse de esas cosas que inútilmente se estaban acumulando “por si algún día las preciso”.
En ese sentido, también es importante organizarse antes de embalar, aunque es una tarea que todos quieren terminar lo más rápido posible. Para eso, es fundamental que antes se piense lo que se va a poner en cada caja. Los canastos de mimbre son reemplazados actualmente por cajas de cartón, por lo cual se debe pensar en distribuir el peso. Nadie quiere que una caja con 10 kilos de libros se desfonde antes de llegar a su destino.
Asimismo, es preciso llenarlas hasta arriba para que se puedan apilar y sean más resistentes, además de encintarlas correctamente para cerrarlas. Los dos frágiles pedazos de cinta de hoy, pueden ser el dolor de cabeza de mañana.
Con nombre y todo listo
Tampoco hay que olvidarse de rotular las cajas. De esta manera, es más fácil identificarlas cuando lleguen a destino (por ejemplo: dormitorio uno, living, cocina). Si hay objetos frágiles, hay que asegurarse de colocar la leyenda en cada uno de los costados de la caja, para que pueda ser visto fácilmente.
Actualmente se ofrecen “kits de mudanza” que pueden incluir desde cajas y cintas de embalar, hasta etiquetas para rotular, films para asegurar las cajas y protecciones para objetos sensibles.
Para que el traslado sea más económico, se debe tratar de tener todo listo antes que llegue el flete. Así se evitará perder tiempo en embalar bultos, desarmar muebles o cosas que pueden adelantarse y tener que pagar por el tiempo extra.
Post mudanza
Así como se desea embalar todo para mudarse lo más rápido posible, de la misma manera es común querer una varita mágica para hacer desaparecer esas mismas cosas en el nuevo destino.
Nadie quiere cajas conviviendo en el living meses después de mudarse, pero desembalar las cosas guardándolas en otro lado sin pensar, con el único objetivo de correrlas del medio, tampoco es una buena idea. Eso solamente va a traer mucho estrés en un momento que debería disfrutarse y luego va a costar encontrar hasta el cepillo de dientes.
Una alternativa, si la mudanza es hacia un espacio más chico o si hay objetos de los cuales no hay interés en desprenderse, es el alquiler de bauleras. Actualmente se ofrecen muchas más opciones de costos y tamaños para elegir.
Por último, cabe destacar que existen apps para proyectar cambios en una casa, para ayudar a tomar una decisión de manera más rápida y tampoco arrepentirse después de concretarlas. Evaluar, por ejemplo: “¿cómo quedaría esa pared pintada de naranja?”.
En definitiva, la mudanza implica un cambio importante, pero no necesariamente tiene que ser estresante. Solo falta tener una buena planificación para eficientizar ese proceso y así hacer más reconfortante la llegada a un nuevo hogar.
La autora es encargada de marketing y comunicación de Fletalo
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