La industria inmobiliaria a nivel mundial está atravesando la mayor transformación de los últimos 50 años, ingresando a la revolución digital, cómo ya sucedió en las industrias financieras, de turismo y de contenidos. ¿Por qué ocurre esto?
El consumidor inmobiliario efectivamente cambió y busca poder elegir que tipo de servicio contratar, cuánto pagar por el mismo y por sobre todo poder utilizarlo y tomar decisiones 24/7. Esto generó que surjan en todas las latitudes plataformas tecnológicas proptech transaccionales –inmobiliarias online–, que ofrecen un servicio estandarizado con un costo fijo para el vendedor. El profesional está para acompañar al cliente y poder asistirlo en todos los pasos de la operación, pero ciertas funciones como la concreción de la entrevista o la toma de la reserva, ya se pueden hacer online.
La tecnología ya permite que el dueño y el interesado, puedan tener información en tiempo real, que los ayude a tomar la decisión correcta sobre la compra o la venta en forma más eficiente.
Muchos consumidores ya están acostumbrados a pagar un precio fijo y no uno variable, como por ejemplo con Netflix o Spotify. Asimismo demandan saber previamente qué obtendrán a cambio, de qué manera y cuándo. El desafío y la oportunidad para la actividad inmobiliaria, es que de acá en adelante se comience a pensar como un sector de consumo masivo, para poder brindarle al cliente muchas soluciones, que hasta ahora hubieran sido impensadas y a una fracción del costo actual.
Estamos, sin dudas, ante tiempos muy interesantes para el sector, bienvenidos a la era del consumidor.
Pablo E. Brodsky