El sistema UVA está instalado, el problema del mercado inmobiliario es que faltan precios de referencia lo que genera desencuentros entre los compradores y los vendedores", afirmó Juan Curutchet, presidente del Banco Provincia en el Financial Summit organizado por la nación el jueves pasado. De esa forma justificaba la caída en la demanda de créditos hipotecarios originada por la volatilidad cambiaria. "En mayo y en junio las solicitudes ingresadas cayeron un 20 por ciento", cuantificó Pedro Piñeiroa, gerente de préstamos de Banco Galicia, la entidad que para acelerar los tiempos y bajar la incertidumbre lanzó un sistema online por home banking para sus clientes: si cumplen los requisitos de monto e ingreso, la línea se aprueba al momento y genera un certificado verídico para presentar en cualquier inmobilaria antes de los 60 días. De esta manera se evita el proceso de tener que señar una propiedad sin saber si el préstamo sería otorgado.
En el Banco Ciudad que –en los primeros cinco meses del año desembolsó un 30 por ciento más de préstamos que en igual período del año anterior– las solicitudes disminuyeron más de 13 por ciento. Mientras que en el Banco Hipotecario, la merma en la demanda de los nuevos créditos fue de 30 por ciento. La expectativa en la entidad es que la retracción se mantenga y esperan que la gente comience a demandar lineas para ampliación y refacción. Desde los bancos públicos, Javier González Fraga, presidente del Banco Nación reconoció la caída pero aclaró que no fue significativa. El banquero había estimado previo a la corrida cambiaria que el mercado de hipotecarios cerraría el año con préstamos por $100.000 millones; solo el Banco Nación iba a prestar $60.000 millones. Ya lleva colocados más de $37.000 millones.