El empresario, con más de US$ 500 millones captados de pequeños inversores, analiza el potencial del crowdfunding inmobiliario
Uno de los pioneros en desarrollar el modelo de crowdfunding inmobiliario en su Colombia natal para luego instalarlo en los Estados Unidos, su país de adopción, es Rodrigo Niño. De visita por Buenos Aires, el CEO y fundador de la compañía Prodigy Network –dedicada al financiamiento colectivo de propiedades de usos mixtos en Nueva York con foco en los pequeños ahorristas de todo el mundo– destacó que invertir en propiedades ubicadas en “las 30 millas de oro” del sur de Manhattan, próximas al distrito financiero, protege el capital, ante el clima actual de “incertidumbre” financiera. La empresa propone el negocio de reunir a inversores institucionales y a pequeños ahorristas particulares para invertir en la adquisición y remodelación de edificios en esa zona top de Nueva York. Los reconvierten con miras de transformarlos en espacios de coworking, y de coliving, como departamentos de alquiler temporario o para realización de eventos sociales. “A Nueva York, la visitan 60 millones de personas y el flujo que generan estos activos proviene de esas personas que arrendan estos inmuebles. Razón por la que mientras haya suficiente flujo para cubrir los servicios de la deuda nadie perderá su capital”, analiza y aclara: “El riesgo es el inherente a cualquier inversión inmobiliaria”.
-¿Cómo es su percepción sobre el clima de inversión actual?
-Hay mucha incertidumbre a nivel mundial. La gente del ámbito financiero te dicen que las acciones están sobrevaloradas y que los bonos no tienen retorno. Además, afirman que el índice de volatilidad está por el techo y que –como si fuera poco– también el clima socio político es complejo. Con todo esto, la gente está ansiosa y tiene temor. Hay especulaciones, se cree que puede tratarse de correcciones del mercado, de algo más fuerte que una crisis, que puede ser una debacle o, incluso, hay quienes hablan de un fallo sistémico en el sistema, valga la redundancia.
- Ante este panorama, ¿qué actitud toman ustedes para proteger las inversiones?
- Decidimos no entrar en esta discusión y nos pusimos a analizar con cuidado lo qué había sucedido en crisis anteriores. En 1933 y 2007 al capital lo protegieron los inversionistas de lo que se denomina “las 30 millas de oro” en la isla de Manhattan, un área comprendida desde el límite sur del Central Park hasta el final de la isla, en el distrito financiero. Hicimos un estudio con el New York Times donde se muestra que –cuando se presenta una crisis– los inversionistas institucionales concentran su capital en ese sector de Manhattan para separarse de la volatilidad del mercado bursátil. Lo hacen invirtiendo en activos inmobiliarios de grado institucional que generan flujo en esa zona. Pero, en aquellas crisis, sólo los inversionistas institucionales podían acceder a las oportunidades de protección que brindaban esos activos porque antes –de la ley Jumpstart Our Business Startups (JOBS) que promovió Barack Obama en 2012– una oferta pública de una acción privada era ilegal, no se podía publicitar ni promocionar. Pero, a partir de ese cambio legislativo, la gente también empezó a poder acceder a estos activos.
- ¿ Hay movimiento entre los inversores?
- Hay un crecimiento exponencial de la demanda que va de la mano del incremento del nerviosismo y la ansiedad que se ve en el mundo. Crecemos a un ritmo de 60 por ciento anual
-¿Cuál es el monto mínimo de inversión?
- Es de US$ 10.000 y el ticket promedio ronda los US$ 250.000. Los inversores cobran lo que se llama un cupón que varía entre 6 y 8 por ciento, según el proyecto, y luego puede llegar a estabilizarse en una rentabilidad del 10 al 15 por ciento efectivo anual en dólares. El cobro es semestral y el horizonte de la inversión varía de tres a cinco años. Después, cuando se disponga del activo que se recapitalizará, se venderá o se refinanciará y la gente puede salir o decidir quedarse en el activo.
- ¿Cómo ve el mercado argentino?
- Con buenos ojos. La gente está invirtiendo porque, pese a que aquí existe un tema tributario, entiende que es de corto plazo y que la Argentina también tiene correlación con lo que sucede en el resto del mundo.
-¿Tiene inversores de la Argentina?
- Muchísimos, tenemos inversores en 29 mercados y Argentina es uno de los principales.