La Subsecretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Nación pondrá en marcha un programa para que los compradores con créditos Procrear puedan adquirir departamentos nuevos
Los inscriptos en Procrear podrán comprar unidades desde el pozo. El anuncio lo realizó Ivan Kerr, el hombre de confianza del ministro Rogelio Frigerio para trabajar en disminuir un déficit habitacional que alcanza a tres millones y medio de viviendas en el país. “Nos ocupamos de generar demanda, ahora la acercaremos a los proyectos nuevos y ayudamos a los desarrolladores a disminuir el riesgo”, detalló el subsecretario de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Nación. El programa llamado Vivienda Promovida Privada se pondrá en marcha a fines de febrero y consiste en una plataforma que permitirá promover desarrollos urbanísticos seleccionados y los habilitará a acceder a los beneficiarios del Procrear –personas que cobran entre dos y cuatro salarios mínimos vitales y móviles, que compran su primera vivienda y registran domicilio a menos de 50 km. del desarrollo–. Hasta hoy se firmaron 15.000 escrituras con financiación Procrear, hay 50.000 personas precalificadas y se elegirán 40.000 más a mediados de diciembre.
Los requisitos
Para formar parte del cupo de los proyectos que estarán en la plataforma de promoción, los emprendimientos deberán tener el sello de “vivienda promovida” y cumplir algunos requisitos como que el 70 por ciento del proyecto debe ser apto crédito Procrear, es decir el precio de la oferta de las unidades no debe superar los dos millones de pesos, mientras que con el restante 30 por ciento los desarrolladores podrán generar unidades que beneficien a su negocio: desde cocheras hasta zócalos comerciales o incluso departamentos más amplios. “Además deberán explicar cómo financiará la obra y se evaluará la tierra para el otorgamiento del apto urbano. Lo que se busca es que el terreno se adapte a la planificación urbana, es decir que esté ubicada próxima a zonas con servicios e infraestructura.”, agregó Marcelo Busellini, director Nacional de Diseño e Implementación de Nuevos Desarrollos de Vivienda que presentó los lineamientos del nuevo programa en el marco del primer Encuentro de desarrolladores y bancos organizado por la Subsecretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Nación en conjunto con la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos, la Asociación Empresaria de la Vivienda y la Cámara Argentina de la Construcción.
Una vez aprobada la primera parte, el proyecto logrará el sello de vivienda promovida y se promocionará en la plataforma. Tendrá 45 días para lograr que el 80 por ciento de los beneficiarios muestre interés en el mismo. Si no cumple el objetivo, quedará desestimado. Si pasa la prueba, la siguiente etapa es la de preventa. Hay 30 días para la firma de los boletos de compra venta –en los que los compradores desembolsan el ahorro que oscila entre 10 y 30 por ciento del valor de la propiedad y que podrán pagar financiado durante la construcción del proyecto– y lograr que el 70 por ciento de los interesados firme. Los fondos ingresarán en la cuenta del banco que otorga el préstamo y Procrear le entregará un voucher –con el monto del subsidio– al desarrollador que podrá cobrar cuando tenga 80 por ciento de la obra avanzada. “El objetivo es que el Estado tenga la menor intermediación posible”, aclara Kerr.
Algunos datos no menores es que si existen unidades remanentes, otros interesados no beneficiarios del Procrear pueden comprar. Además si la vivienda cumple con los parámetros de eficiencia energética, los desarrollos podrán tener unidades de $ 2.200.000.
Entre los que pueden acceder a este beneficio están desde las desarrolladoras hasta fondos comunes cerrados de inversión, fideicomisos, sociedades y actividades intermedias como mutuales y sindicatos. Un dato, en el caso de avanzar con proyectos muy grandes, podrán construir en etapas. “Nos solicitaban subsidios para la construcción pero el Estado no puede financiar obras porque nos convertiríamos en socios de los desarrolladores asumiendo parte del riesgo del negocio y no es nuestro rol”, aclaró el funcionario, quien reconoció que, pese al crecimiento, aún es incipiente la incidencia de los créditos hipotecarios en el PBI. Hoy representa 1 por ciento mientras que en otros países de la región ronda entre 6 y 9 por ciento. La iniciativa es clave en un contexto en el que el precio de las unidades usadas se dispara por la presión de los compradores que accede al crédito y la poca oferta. “El objetivo es dar respuesta a la creciente demanda que generó el boom de créditos hipotecarios. Debemos darles confianza tanto a los desarrolladores como a los tomadores de crédito y demostrar que el mercado está madurando y no es una cuestión temporal”, relató el funcionario.
Un mercado en llamas
Respecto al mercado enfatizó que las tasas del Procrear rondan el 3,5 por ciento más Uva para clientes de las entidades bancarias y del 4,5 para no clientes, al mismo tiempo que no mostró preocupación por el aumento de las tasas. “La relación cuota–ingreso aún es baja. Además la Uva le gana al alquiler por lo que la demanda no será afectada”, detalló. De todas formas reconoció que hay que trabajar en puntos como la falta de oferta, la calidad constructiva, en elevar los estándares de sustentabilidad en un contexto en el que el costo de los servicios públicos cada vez tiene más incidencia y en la creación de una agencia única para simplificar el escollo que representan las aprobaciones, las subivisiones y las escrituras afectando directamente la tasa de retorno de los desarrolladores. “No somos necios, sabemos que el proceso es largo, no fluye a la velocidad que queremos pero estamos trabajando”, finalizó Kerr.
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