El dolor de Isabel Preysler. Murió su madre Beatriz Arrastia y su hijo Enrique Iglesias viajó para acompañarla

En un domingo de angustia y consternación, Isabel Preysler acompañó los últimos minutos de vida de su madre, Beatriz Arrastia, en su mansión del exclusivo barrio de Puerta de Hierro, en Madrid. Y lo hizo en compañía de su pareja, Mario Vargas Llosa, sus hijos Enrique Iglesias –quien viajó desde Miami para despedir a su abuela– y Tamara Falcó.

Rodeada de su círculo íntimo, “Beba” –como la llamaban cariñosamente– recibió el responso del padre Ángel, gran amigo de la familia. “Fue una ceremonia muy íntima, celebramos una pequeña misa y sé que se fue con mucha paz... Era una mujer muy religiosa. Hoy alguien más está en el cielo protegiéndonos a los que nos quedamos todavía”, dijo tras la muerte de la matriarca a los 98 años.

UNA MUJER MUY QUERIDA

Nacida en Filipinas, Beatriz Arrastia Reinares formó una numerosa familia con su marido, el español Carlos Preysler Pérez de Tagle, un hombre de negocios dedicado a las finanzas –fue gerente de las Líneas Aéreas Filipinas y delegado del Banco Español de Crédito en Manila–. Juntos criaron a sus seis hijos: Victoria, Enrique, Isabel, Carlos y los mellizos Joaquín y Beatriz.

Tras la muerte de su marido en 1992, Beatriz decidió mudarse a España e instalarse en la casa de su hija, donde murió el domingo 22. Allí acompañó cada minuto de la vida de Isabel y sus adorados nietos. “Ella se enamoró locamente de mi abuelo. Vivió la Segunda Guerra Mundial y tuvo seis hijos, pero lo que destaco de ella es esa fe y ese amor inquebrantable”, la describió hace tiempo Tamara.

La vida de Beba también estuvo marcada por grandes pérdidas. La muerte de su hijo Enrique a los 25 años –a raíz de la mala combustión de una estufa en un hotel de Hong Kong– y la de su hija Beatriz a los 53 años, en 2011, víctima de un cáncer de pulmón. En 2013, su hijo Carlos murió tras luchar contra un cáncer de hígado.

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