La monarca de los Países Bajos lució sobre su cabeza una de las piezas más antiguas de la Casa Orange, que perteneció a la reina consorte Anna Pávlovna (1795-1865)
El martes 11, durante una comida de gala en el Palacio Real de Ámsterdam para agasajar al presidente de Francia Emmanuel Macron y su mujer Brigitte, la reina Máxima deslumbró con un espléndido vestido rojo pasión con escote recto y mangas abullonadas del diseñador danés Claes Iversen. Esta creación fue nombrada como “Princesa Amor”, y tiene la particularidad de haber sido confeccionada especialmente por Iversen, quien elige hacer un vestido de cada una de sus colecciones.
Claro que la joya que llevó sobre su cabeza también cautivó a los presentes: la Tiara de las Siete Perlas perteneció a la reina consorte de los Países Bajos Anna Pávlovna, casada con Guillermo II, y que Máxima llevó por primera vez (sin las siete perlas) en la boda de Haakon y Mette-Marit de Noruega, el 25 de agosto de 2001.
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