TDKfest19: Pángaro, Adicta, SMV y más, en un nuevo ciclo de shows para sonidos alternativos
En el Abasto, el TDKfest19 reúne artistas emergentes e históricos del under
LA NACION
Molotov, Divas&Divos y Fabián Jara son nombres clave en la música emergente de Buenos Aires. Jara, productor y DJ, organizó y curó en la década del 90, en el Centro Cultural Rojas, un ciclo de música en vivo llamado Molotov, artefacto que supo darle entidad a un conjunto de bandas que se escapaba del sonido del momento como Reincidentes, Pez, Cienfuegos, Mimi Maura, Dios y Jaime Sin Tierra. El Molotov, en el hasta entonces poco explorado escenario de la avenida Corrientes, supo hacer escuela.
Luego, durante los primeros años 2000, Jara llevó adelante el ciclo Divas&Divos, generando un marco ideal para desarrollar una movida electropop en castellano con, como le gusta decir al productor, “tintes almodovarianos”.
Con la vuelta a la presencialidad, y en el marco celebratorio de su programa de radio “Temporada de Koalas”, Jara vuelve ahora con un ciclo que traza puentes con su historia y sigue en la búsqueda de fortalecer circuitos alternativos. Una constante en su oficio de curador. Se llama TDKfest19 y tiene como destacados en su cartel a Sergio Pángaro, Adicta y San Martín Vampire. Pasado y presente de la estética perseguida por Jara. Se realizará los martes (histórico día del Molotov) en Rondeman Abasto. La primera fecha es el próximo martes 16 con la visita uruguaya de Max Tejera además de Los Solos y Sergio Pángaro.
¿Qué diferencias notás respecto al recordado Ciclo Molotov y este TDKfest19?
Fabián Jara: el Ciclo Molotov sirvió para instalar y mover una escena que sólo era de bares y madrugadas a una sala teatral en un lugar mítico como el Rojas, en la avenida Corrientes. Teníamos pantalla gigante, telón, puesta de luces, y eso no era lo habitual. Ahora, las butacas son mesas donde se puede beber y compartir el espacio. Rondeman es una sala ideal para un regreso con muchos puntos en común, pero ampliamente mejorados a lo que hicimos en los 90.
Y si pensamos en la fiesta Divas&Divos, ¿qué puente estético y de “escenas” existe entre ese período temporal con este actual?
En especial, en la fecha del 23-11, es que reúne a cultores del electropop en castellano. Al igual que lo que hacíamos nosotros, un homenaje permanente a Fangoria, y particularmente a la cantante Alaska, nuestra musa inspiradora. La noche del 23 va a tener a muchos artistas que son fans de las canciones en castellano y de la escena española de aquel momento. Era el surgimiento de Dani Umpi acá, por ejemplo. Es gente a la que le gusta bailar y cantar en castellano, con letras divertidas y, a su vez, mensajes a través de la pista de baile. Que el baile pueda ser revalorizado como espacio de mensaje. Creo que los artistas de la nueva escena del electropop toman esa referencia muy bien, recordemos también que aquellos eran los primeros años de Miranda. La estética kitsch y reventada con glamour, algo fascinante.
¿Qué espíritu persigue este nuevo ciclo y qué buscas con esta nueva curaduría de artistas?
Es un festejo de Temporada de Koalas, también. El programa de radio que hago hace 19 años en FM La Tribu. Todos los y las artistas de los ciclos siempre pasaron por el programa. Como una extensión más del festejo y el encuentro. El espíritu es tratar de programar los artistas que difundimos por la radio. Solemos pasar mucha música emergente y alternativa de Chile, México y España. Hay una movida muy grande en Uruguay, que nos gusta mucho. Eros White, sin ir más lejos, que acaba de ganar un Premio Graffiti y que usamos como cortina. La idea es poder traerlos y que pasen por el festival. Estos artistas a veces son invitados a shows de otros músicos más establecidos. La idea del TDK es que los artistas principales sean ellos.
¿Qué reflexión te merece poder volver a hacer un ciclo presencial después de la experiencia mundial Covid-19?
Me tocó de manera fuerte porque también soy DJ en el ambiente LGTB, especialmente en las fiestas Joli y Feliza Arcoiris. Esos espacios tuvieron que permanecer cerrados, al borde de no abrir nunca más. Mi regreso fue gradual como musicalizador porque tuve que pasar música durante bastante tiempo para muy poca gente. La del TDK va a ser una experiencia nueva porque además voy a musicalizar. Está el límite de entradas y la exigencia del horario. Creo que es algo que llegó para quedarse. Va a generar prolijidad en los eventos y vamos a tener que acostumbrarnos. Son medidas y espacios que hay que respetar.
En términos estéticos, y pensando en los tres festivales como un puente, ¿se puede pensar una triple frontera como inspiración entre La Plata, Montevideo y Ciudad de Buenos Aires?
De hecho, el debut de Ciudadano Toto fue en el ciclo. También tocaron Los Peligrosos Gorriones y Astarita de Mister América. La Plata siempre estuvo muy presente. Ahora de Uruguay viene Max Tejera y durante todo este tiempo también vinieron Los Buitres, Buenos Muchachos, Supersónico y El Peyote Asesino. Ese eje de las tres ciudades siempre estuvo bien marcado.
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