Batido de fresas: el jugo que es tendencia y promete retrasar el envejecimiento facial, ¿es realmente efectivo?

En el último tiempo han surgido tendencias de todo tipo, en especial, las que tienen que ver con la estética. Una de ellas, que no tardó en convertirse en furor, es el batido de fresas glaseado -Strawberry Glaze Skin Smoothie-, que ayuda a cuidar la piel (sobre todo la del rostro) aportando luminosidad, prevenir su envejecimiento y retrasar las líneas de expresión. Se trata de un jugo a base de ingredientes naturales creado por la reconocida modelo internacional Hailey Baldwin -esposa del cantante Justin Bieber- y devota del cuidado personal.

Como suele pasar con las figuras públicas, lo que dicen y lo que hacen no tarda en popularizarse. Tras su desembarco en el mercado estadounidense en junio de 2022, esta bebida, que Baldwin creó en conjunto con una cadena de supermercados y cuyo valor fue de US$17 se volvió viral. Sin embargo, como se trató de un producto de venta limitada que arrasó, fueron muchos los que adoptaron esta receta para hacer los batidos de manera casera. Hoy, el hashtag #GlaseadodeFresas, reúne 44,3 millones de visualizaciones en TikTok: los usuarios se graban mientras preparan esta bebida, cuentan cuando la consumen y relatan sus beneficios.

Apodado “batido rosa”, entre sus ingredientes se destacan: una taza de frutillas, dos dátiles, ¼ de palta, dos cucharadas de péptido de colágeno, una cucharada de jarabe de arce, ½ taza de leche de almendras y crema de coco. A la hora de consumirlo, no hay una regla precisa: se puede tomar antes de desayunar, como colación entre comidas, previo o después de entrenar. Pero, ¿qué esconde este batido? ¿Puede realmente un jugo generar efectos “milagrosos” en la piel?

Desde la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (NIH por sus siglas en inglés), una entidad dedicada a la investigación y divulgación de contenido científico y médico, describen a la piel como el órgano más grande del cuerpo y añaden que tiene funciones vitales: se ocupa de mantener su hidratación, de proteger al organismo contra bacterias y virus que pueden causar infecciones, colabora en percibir el mundo externo, es decir, si hace frío, calor, si está húmedo o seco y, elabora vitamina D cuando la recibe del sol.

Al respecto, Graciela Manzur, médica dermatóloga y jefa de Cátedra y División Dermatología del Hospital de Clínicas José de San Martín (M.N. 63141), agrega que todos los días, en la piel se forman células nuevas que la mantienen saludable y en óptimas condiciones para cumplir con sus actividades. Sin embargo, menciona que para que este proceso se realice de manera correcta, “se requiere de una nutrición adecuada rica en proteínas, ácidos grasos, vitaminas y minerales”. Además, revela que también existen otros factores que influyen en mantener a la piel joven, tales como la genética, el sol, el medio ambiente, el consumo de cafeína, nicotina y el estrés.

La especialista asegura que entre los alimentos que no deben faltar en la ingesta diaria, se destacan los de carácter antiinflamatorio tales como las frutas, las verduras y los frutos secos, que aportan vitaminas y minerales, cuyo poder antioxidante “no solo regula las funciones del organismo, sino también las de la piel, combate los radicales libres, que son las sustancias tóxicas o dañinas y favorecen la producción de colágeno, que mantendrá el cutis suave y elástico”, subraya. Para que estos alimentos mantengan sus propiedades, Manzur detalla que deben ser frescos y que se los debe higienizar de forma adecuada previo a su consumo.

En relación al batido, “las fresas son ricas en vitamina C, que ayuda a combatir los radicales libres y favorece la producción de colágeno. Además, tienen alto contenido en fibras, antioxidantes y ácido fólico, que contribuye a la producción de células nuevas y así prevenir el envejecimiento de la piel”, narra Manzur.

Por su parte, la palta, contiene aceites vegetales, “que más allá de que aporta un alto índice calórico, se la utiliza por sus propiedades hidratantes”, dice Manzur y agrega que además presenta componentes antioxidantes y vitaminas del grupo E, A, B1, B2 y B3.

La leche de almendras, además de tener sustancias antioxidantes naturales como la vitamina E, que se encarga de proteger las zonas de la piel más débiles y de mantenerla humectada e hidratada, “también posee calcio, que le da volumen, reduce el desarrollo de arrugas y brinda hidratación; magnesio, que disminuye el nivel de ácido graso, combate la sequedad y colabora en el proceso de la producción celular, zinc, que reduce la inflamación y el posible enrojecimiento del cutis y, favorece la cicatrización de posibles heridas”, describe Manzur.

A su vez, el aporte de vitamina D, que tiene la leche de almendras, previene el envejecimiento de la piel y evita el desarrollo de patologías tales como el acné y la dermatitis. También contiene vitamina A, que se caracteriza por reducir las arrugas, las manchas y cualquier imperfección. Por último, la vitamina B2, potencia el crecimiento de las células del organismo, incluyendo las de la piel.

Los dátiles, añade Manzur, son ricos en proteínas, fibras y oligoelementos, responsables de la formación del colágeno, que le da firmeza y elasticidad a la piel; potasio, que se ocupa de mantenerla hidratada y nutrida ya que interviene en la regulación y el equilibrio del agua dentro las membranas celulares de la piel.

En paralelo, Laura Szafirstein, médica dermatóloga y miembro de la Sociedad Argentina de Dermatología, suma al listado de hábitos saludables, la importancia de una buena hidratación a base de agua mineral: “En lo posible beber dos litros por día. Ello hace que la piel no se reseque y mantenga el brillo y la luminosidad”, dice Szafirstein, aunque aclara que el líquido también se puede obtener a partir de las frutas y las verduras de consumo diario, que “más allá de que no reemplazan la ingesta del agua, actúan como complemento”, comenta la médica. Y entre las frutas que más de destacan, se encuentran las frutillas cuya composición de agua es 91,3%, la sandía con 91,2% y el pomelo con 91%.

Factores tales como la exposición constante a la luz solar y presentar altos índices de cortisol, es decir, de la hormona que se dispara frente a situaciones de estrés, pueden ser los disparadores para ocasionar trastornos en la piel y “dejarla vulnerable a desarrollar por ejemplo, manchas o acné”, comenta Szafirstein. Por ello, la especialista insiste en que para que el batido de fresas sea efectivo, todos estos factores también deben estar en armonía. “Porque aunque tome todos los días esta bebida, si no me cuido de manera integral, no se verán los efectos”, reflexiona Szafirstein.

Claves para el cuidado de la piel

Para la técnica en cosmetología y docente de la Universidad de Buenos Aires, Miriam Tejelo, lo mejor que se puede hacer es cuidar la piel de manera directa y puntual. Para ello, propone realizar una higiene diaria a la mañana y a la noche. En el primer caso, cuenta que se trata de una rutina de tres pasos donde se la higieniza, corrige y protege -con protector solar- antes de arrancar el día. Por otro lado, antes de acostarse, “es importante retirar el posible maquillaje y limpiar el cutis de las partículas de polución que suelen acumularse”, señala Tejelo.

Sin embargo, la experta advierte que hay distintos tipos de pieles: las grasas, que presentan una mayor secreción de sebo, una sustancia que lubrica al cutis. y que se da con mayor frecuencia durante la adolescencia, por los cambios hormonales y en aquellas personas con altos índices de estrés. Las secas, una piel característica de las personas que carecen de una buena hidratación. Por último, “las normales, que es muy raro encontrarlas en un adulto y que por lo general tiene que ver con la piel de los bebés y niños”, remarca. Por lo tanto, ante esta variedad de cutis, Tejelo hace hincapié en la necesidad de asesorarse previamente con un profesional para saber cuáles son los productos que mejor se adaptan a cada uno.

Por otro lado, los especialistas consultados aclaran que si bien el cuidado debe mantenerse todo el año, lo cierto es hay algunas diferencias entre el verano y el invierno. “Durante los meses de calor, debido al sudor que predomina en el cuerpo, se aconseja usar productos más livianos como sérums o tónicos. También evitar la exposición directa al sol entre las 10 de la mañana y las cinco de la tarde y renovarse el protector solar cada dos horas”, resalta Szafirstein. En el invierno, “la piel se debe cuidar de los cambios de temperatura. Pasamos de ambientes climatizados a fríos y ese contraste abrupto no le hace bien a la piel: puede reaccionar o ponerse más sensible, por ello la recomendación es ponerse cremas más pesadas y humectantes”, señala Tejelo.

Mantener la piel joven y sana a lo largo de toda la vida es un desafío. Para lograrlo, la clave está en adoptar hábitos saludables y no adjudicarle efectos milagrosos a un solo producto o hábito. El secreto, según dicen los especialistas, es asesorarse y ser constantes en las tareas del cuidado y “no creer que una sola bebida, por más sana que sea, asegurará el envejecimiento cutáneo, más allá de que pueda ser un complemento”, concluye Szafirstein.

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