Zinc, miel, jengibre: ¿Qué es lo que realmente alivia el resfrío y la gripe?

Es esa época del año otra vez, cuando las narices tapadas y la tos irreprimible comienzan a aparecer en todas partes. Los expertos ya predicen que la temporada de gripe de este año será difícil y también informan un aumento en una variedad de otras enfermedades respiratorias, después de dos años de relativa calma.

La mejor precaución contra la infección por influenza es vacunarse, y es poco lo que se puede hacer una vez que se enferma más allá de controlar los síntomas. La gripe, el resfriado común y la mayoría de las demás enfermedades de las vías respiratorias superiores son causadas por virus, por lo que no se pueden curar con antibióticos, que se usan para tratar infecciones bacterianas. Los medicamentos antivirales para el tratamiento de la influenza, como Tamiflu, generalmente se reservan para las personas que dieron positivo en la prueba de influenza y corren el riesgo de desarrollar complicaciones graves, como las embarazadas, las personas mayores o inmunocomprometidas. Para todos los demás, los médicos sugieren descansar y esperar a que desaparezcan los síntomas.

“Hay un dicho que dice que si tratas un resfriado, desaparece en siete días, si lo dejas solo, desaparece en una semana”, dijo la Dra. Aviva Romm, médica que se especializa en medicina integral.

Pero durante generaciones, innumerables remedios caseros (tazas de té o sopas calientes y cucharadas de hierbas) han ayudado a controlar los síntomas del resfriado y de la gripe, como el dolor de garganta o la congestión. Los científicos han realizado investigaciones a lo largo de los años para tratar de cuantificar la eficacia de algunos de esos remedios, la frecuencia con la que deben usarse y qué formulaciones funcionan mejor. Pero los estudios a menudo son pequeños o no muestran mucha eficacia.

Aún así, los expertos reconocen que no hay nada de malo en adoptar prácticas que pueden hacerte sentir mejor cuando estás enfermo, incluso si terminan proporcionando un efecto placebo. (Debe consultar a un profesional médico si sus síntomas son graves, si tiene dificultad para respirar o si no ve ninguna mejora después de más de una semana).

“A veces no tenemos evidencia de muchas prácticas tradicionales comunes porque no hay mucho valor económico en estudiarlas, pero tenemos miles de años de datos anecdóticos y suficiente evidencia para demostrar su seguridad”, dijo Romm.

Esto es lo que sabemos y lo que no sobre algunos de los remedios más populares que muestran al menos una pequeña promesa.

Reforzar el sistema inmunológico: vitamina C, saúco y zinc

Hay alguna evidencia que sugiere que ciertas vitaminas e ingredientes en los remedios caseros, como la vitamina C, la baya del saúco y el zinc, pueden, como mínimo, estimular el sistema inmunológico y acortar ligeramente la duración de los síntomas.

La idea de que la vitamina C puede ayudar con un resfriado no es nueva; fue popularizado por el premio Nobel Linus Pauling en la década de 1970, lo que provocó un aumento en la demanda del nutriente. Desde entonces, los científicos vinculados a la industria de los suplementos han sugerido que la vitamina C ayuda a respaldar varias funciones, como la capacidad de las células inmunitarias para encontrar y combatir infecciones.

La eficacia del nutriente aún se debate. Por un lado, el cuerpo no puede almacenar altas dosis de vitamina C, como las que se encuentran en los suplementos, y cualquier exceso de vitamina C generalmente se excreta en la orina. Algunos ensayos clínicos han encontrado que el momento en que se toma suplementos de vitamina C puede ser crucial para su eficacia: un metanálisis completo de los ensayos de vitamina C publicado en 2013, por ejemplo, sugiere que la suplementación regular, incluso antes de que comience a sentirse enfermo, puede acortar la duración de los resfriados en un día más o menos. Pero tomar vitamina C después de haber desarrollado síntomas no muestra beneficios constantes.

En algunos estudios, la baya del saúco, un ingrediente común en los jarabes para el resfriado y la gripe, particularmente los destinados a niños pequeños, acortó la duración de los síntomas cuando se toma antes o inmediatamente después del comienzo de una enfermedad. Pero es una cantidad muy limitada de datos, dijo la Dra. Romm. Las bayas de saúco contienen potentes antioxidantes y sustancias químicas conocidas como antocianinas, que se ha demostrado en experimentos de laboratorio que ayudan a la función inmunológica.

Del mismo modo, la investigación sobre el zinc sugiere que tomar jarabes y pastillas que contengan el oligoelemento cada tres o cuatro horas puede reducir la duración de un resfriado o gripe en uno o dos días, posiblemente al evitar que los virus se multipliquen. Otros análisis han concluido que no hay suficiente evidencia para decir que es mejor que un placebo.

La mayoría de las formulaciones de zinc tienen varios efectos secundarios. Algunas personas que usaron aerosoles nasales de zinc experimentaron una pérdida permanente del olfato. Aquellos que lo toman por vía oral pueden tener un sabor metálico duradero en la boca. “Lo realmente importante a tener en cuenta es que debe tomar zinc con alimentos porque puede ser realmente nauseabundo”, dijo la Dra. Romm.

Mantenerse hidratado y calmar el dolor de garganta: tés, sopa, jengibre y cúrcuma

Un dolor de garganta a menudo es el resultado natural de la inflamación creada cuando su sistema inmunológico está luchando contra un virus alojado en las vías respiratorias superiores. La hinchazón y el dolor pueden hacer que sea más difícil tragar alimentos y mantenerse hidratado. Esto termina haciendo que tu garganta se seque aún más. La tos puede empeorar aún más las cosas. Mantenerse hidratado bebiendo agua corriente, tés calientes, caldos o sopas puede ayudarlo a sentirse más cómodo.

En muchas culturas, el jengibre es una de las primeras cosas que la gente busca cuando se enfrenta a un dolor de garganta. A menudo se sumerge en agua hirviendo junto con otras hierbas para hacer tés relajantes o se agrega a la sopa de pollo. Y resulta que puede haber algo de ciencia que respalde estas antiguas prácticas: un puñado de estudios han encontrado que el jengibre puede tener propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a aliviar la hinchazón.

La raíz de cúrcuma, una planta de la familia del jengibre originaria del sudeste asiático y utilizada durante mucho tiempo en las prácticas médicas ayurvédicas de la India, también puede reducir la inflamación. Pero sus efectos han sido difíciles de probar porque el compuesto principal de la raíz, la curcumina, no se absorbe fácilmente en el cuerpo y los suplementos de curcumina pueden diferir enormemente en su composición. Comer cúrcuma en los alimentos o mezclarla con una sustancia grasa, como aceite de cocina o leche tibia, puede ayudarlo a absorber más de los beneficios de la curcumina. Agregar pimienta negra también puede ayudar en su absorción , dijo Romm.

“El jengibre y la cúrcuma juntos son una combinación muy, muy agradable”, dijo la Dra. Romm, y agregó que cuando tiene dolor de garganta, se prepara té de jengibre y cúrcuma.

Controlar la tos: agua salada y miel

Si su dolor de garganta se ve agravado por la tos, puede ser útil hacer gárgaras con agua salada. Mezcle aproximadamente media cucharadita de sal en un vaso lleno de agua tibia y agítela alrededor de la boca y la parte posterior de la garganta durante unos segundos antes de escupirla. Cualquier tipo de sal que tengas en casa puede funcionar.

Los médicos a menudo recomiendan hacer gárgaras con agua salada como una forma de aliviar el dolor en la boca o en la parte posterior de la garganta y mejorar la salud bucal en general. Hacer gárgaras ayuda a aflojar la mucosidad espesa y también puede eliminar irritantes como bacterias, virus y alérgenos de la garganta. El uso de una solución salina brinda el beneficio adicional de extraer el exceso de líquido de los tejidos inflamados y cubrirlos con agua tibia, dijo el Dr. H. Keipp Talbot, profesor asociado de medicina en el Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt.

Agregar miel a su solución para hacer gárgaras, o a cualquier té o bebida caliente, puede tener un efecto calmante similar. La miel actúa como demulcente, lo que significa que calma los tejidos irritados cubriéndolos.

Muchas culturas tienen su propia variación de una bebida relajante con miel. Y algunas investigaciones muestran que el remedio funciona para reducir la frecuencia de la tos. De hecho, un estudio de niños entre 1 y 5 años encontró que tomar dos cucharaditas de miel a la hora de acostarse era tan efectivo para reducir la tos nocturna y mejorar la calidad del sueño como el medicamento dextrometorfano que se encuentra en los jarabes comunes para la tos de venta libre. (Sin embargo, no se debe dar miel a niños menores de un año debido al riesgo de un tipo raro de intoxicación alimentaria conocido como botulismo infantil).

Aliviar la congestión: lavado nasal, hierbas y vapor

Mantener las fosas nasales hidratadas es otro remedio simple y seguro que puede ayudar a los niños y adultos a aliviar la gripe o el resfriado. Puede lograr esto usando un humidificador en su habitación, preparando un poco de vapor de hierbas o enjuagándose la nariz con agua salada tibia.

El uso de ollas neti y la irrigación nasal se remonta a miles de años atrás en la medicina ayurvédica. Al igual que hacer gárgaras con agua salada, el enjuague nasal puede ayudar a eliminar parte del virus y la mucosidad de su cuerpo, al mismo tiempo que reduce la inflamación que puede causar congestión. Un estudio publicado en 2019 mostró que este proceso puede ayudar a acortar la duración de la enfermedad y reducir la posible transmisión de gérmenes a otras personas.

Debe asegurarse de usar solo agua destilada, estéril o hervida para sus enjuagues, ya que el agua de la canilla puede contener pequeñas cantidades de bacterias y protozoos que conllevan el riesgo de otras infecciones. Alternativamente, puede probar los aerosoles salinos nasales comerciales para obtener un efecto similar.

El Dr. Fadel Hind, médico especialista en enfermedades infecciosas de la Clínica Mayo, mantiene un humidificador funcionando en su casa durante la temporada de gripe invernal. Su investigación ha demostrado que mantener las habitaciones con un nivel de humedad de alrededor del 40 al 60 por ciento reduce la transmisión de virus respiratorios e incluso puede evitar que se enferme. “A esa humedad, tiendes a encontrar una menor cantidad de virus en las superficies y en el aire. Y el virus que está presente es menos viable”, dijo.

Algunos humidificadores tienen sensores incorporados que pueden decirle el nivel de humedad en una habitación, dijo el Dr. Hind. Si el suyo no lo tiene, puede comprar un higrómetro básico para controlar el vapor de agua en el aire que lo rodea y probar el rendimiento de un humidificador que ya posee.

Si contrae un resfriado o gripe, un humidificador puede ayudar a aliviar la tos y la congestión, aunque hay menos datos sobre qué tan bien funciona en comparación con el placebo o si puede reducir la duración total de su enfermedad, dijo el Dr. Hind.

El mentol, una sustancia química que se encuentra en la menta y otras plantas de menta, también puede dar la sensación de una respiración más fácil. Puede aplicar un ungüento de mentol comprado en las farmacias como Vicks VapoRub debajo de la nariz o en el cuello y la garganta para aliviar los síntomas. Algunas personas también usan las hierbas frescas o secas en las terapias de vapor tradicionales para despejar la congestión. Puede hacer esto remojando hierbas, como eucalipto o tomillo, en agua hirviendo durante cinco a 10 minutos, luego cubriéndose la cabeza con una toalla e inhalando el vapor (teniendo cuidado con el agua caliente). Alternativamente, puede colgar las hojas secas en una ducha de vapor para obtener algunos de estos beneficios.

Algunos estudios han encontrado que el frotamiento de vapor que contiene mentol, eucalipto y alcanfor, cuando se aplica en el cuello y el pecho, mejoró significativamente el sueño en niños y adultos con síntomas de resfriado, pero los expertos advierten que puede ser irritante para algunas personas.

Al final del día, elegir un remedio contra la gripe es prueba y error hasta encontrar algo que te haga sentir mejor” concluyó la Dra. Romm.