Crimen en Villa Gesell. Tres detenidos por el homicidio del jubilado ahorcado en un asalto

Al cabo de diez allanamientos, la policía bonaerense detuvo a tres sospechosos de haber participado del crimen de Basilio Mazzeo, el jubilado de 87 años que murió ahorcado con una bufanda y un cable telefónico cuando fue asaltado, junto con su mujer, en su casa de la localidad balnearia de Villa Gesell.

Calificadas fuentes judiciales confiaron a LA NACION que buscan a un cuarto sospechoso que no pudo ser hallado en los domicilios registrados al terminar la madrugada por indicación de la fiscal Verónica Zamboni.

El hecho se registró el martes a las 14 en una casa situada en avenida 7, entre Paseos 137 y 139, de Villa Gesell, donde delincuentes ingresaron con fines de robo. Con ese objetivo, ataron de pies y manos a la pareja y comenzaron a exigirles la entrega de dinero y objetos de valor.

Mazzeo, al que también habían inmovilizado con una bufanda y un cable telefónico, recibió varios golpes con los que buscaron doblegarlo para que dijera dónde guardaba el dinero. Tras consumar el robo, la banda escapó del lugar.

A instancias de un llamado al 911, la policía llegó a la casa y constató que el jubilado había muerto; a su lado, su esposa estaba en estado de shock.

Un mal dato

Mientras los investigadores obtenían indicios para individualizar a los asesinos y proceder a los arrestos —que se concretaron pasada la madrugada de hoy— también procuraban determinar si la banda actuó al voleo o si, en cambio, contaban con el dato de que la pareja de jubilados tenía una fuerte suma de dinero, producto de un alquiler.

Gabriel Mazzeo, hijo de las víctimas, relativizó esa posibilidad. “Hablé con la policía y no creo que haya sido un problema de dato porque no había plata en la casa. El dinero que tenía mi papá lo manejaba mi hermana y, si hubiera tenido alguna suma sería la de la jubilación, pequeños montos”, afirmó ayer.

Según su testimonio, la madre le refirió que al inmueble entraron dos delincuentes, que fueron los que le pegaron a Basilio, y que otros dos cómplices se quedaron afuera.

“Se comunicaban los de adentro con los de afuera para que entraran a revisar. Justo llegó una persona que quería alquilar y empezó a aplaudir para llamar y que la atendieran. En ese momento los delincuentes se fueron”, relató Gabriel Mazzeo, que añadió: “Lo que me dice mi madre es que ella se salvó porque vino esa mujer”.

El hombre, que llegó el mismo martes a Villa Gesell para asistir a su madre en el momento de mayor conmoción, contó que su padre era “sastre” y que vivía “hace 20 años” en la localidad balnearia, ya que era oriundo de la Ciudad de Buenos Aires.

“Estaba con problemas de memoria, había tenido un episodio de ACV y teníamos turno para la semana que viene en la Capital”, dijo.

Por último, el hijo del matrimonio indicó que su mamá “dentro de todo lo que vivió, porque ella vio todo, está bastante bien y bastante contenida”.

“Estamos viendo de llevarla para Buenos Aires. Mi mamá no se quiere ir, pero con mis dos hermanas la tenemos que llevar porque no se puede quedar sola”, concluyó.