Diego Iglesias: "Tenemos que evitar la instalación de carteles en el país"

Está convencido de que en la persecución penal del narcotráfico se debe apuntar a los eslabones más altos de las organizaciones criminales y nunca conformarse con la detención de las "mulas" o los vendedores que distribuyen droga al menudeo. Además, sentencia: "Tenemos que evitar la instalación de carteles en la Argentina".

Así piensa Diego Iglesias, funcionario judicial que hace 80 días fue designado responsable de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar). Antes había estado ocho años como secretario penal del juez federal Sergio Torres y 12 meses como fiscal federal. De sus 41 años, lleva 21 en el Poder Judicial.

Mientras trabajó con el juez federal Torres estuvo a cargo de varias investigaciones sobre narcotráfico, en especial en la zona más caliente de la ciudad de Buenos Aires: la villa 1-11-14, en el Bajo Flores.

-¿Con qué objetivos asumió en la Procunar?

-El objetivo principal es mejorar la persecución penal en lo que a hace a narcocriminalidad, que son aquellas conductas vinculadas a la criminalidad organizada en materia de narcotráfico y delitos conexos. Tratar de en todas las causas que nos toca intervenir ir un paso más allá en las responsabilidad, siempre apuntar a los eslabones más altos de la organización.

- ¿Cuál es la situación del narcotráfico en la Argentina?

- El problema de la droga es un fenómeno complejo que debe ser abordado de manera interdisciplinaria desde todas las agencias del Estado, separando lo que la oferta de la demanda. Nosotros desde la Procunar apuntamos y trabajamos sobre el control de la oferta. Corresponde a otros organismos abordar el problema de la demanda. Separar claramente lo que es el consumidor del vendedor. Tratar de no quedarnos con el último eslabón. La selectividad del sistema penal , tanto jurídico como policial, básicamente se conforma con los eslabones más bajos. Desde acá queremos darle una mirada global al problema y tratar de escalar en la cadena de responsabilidades. En todas las investigaciones que participé tendimos a eso.

-¿Es preocupante la situación?

-Las consecuencias mismas de lo que es el narcotráfico deben preocupar. Nosotros estamos ocupándonos de lo que es el narcotráfico dentro de lo que es nuestras competencia: investigarlo y perseguirlo penalmente desde el inicio de la investigación hasta la etapa de debate con el objetivo que se le de una respuesta desde el ámbito judicial a esta situación.

- ¿Por qué no sirve apuntar a los eslabones más bajos?

- No le sirve al Estado ni al Ministerio Público conformarse con el último eslabón. Por una cuestión básica: es fungible. Si uno se conforma con la "mula", si uno se conforma con el vendedor circunstancial de una esquina esa persona es perfectamente fungible y la organización queda intacta. Se vio claramente en la investigación de la organización de la villa 1-11-14 que en los últimos tiempos los vendedores que se detuvieron eran personas recién ingresadas en el país. Entonces el carácter fungible de los últimos eslabones es claro. Ni que hablar cuando esos últimos eslabones están en un estado de vulnerabilidad, que esa circunstancia no puede ser obviada desde nuestro lugar.

-¿La Argentina es un país de tránsito o de producción?

- El último informe sobre cocinas de drogas lo hizo la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar) en 2011. En ese momento se estudiaron 43 cocinas, de las cuales 30 correspondían a lugares de estiramiento y fracccionamiento, es decir donde la droga se acondiciona para ser distribuida. En las 13 restantes sí se encontraron precursores químicos pero aquellos destinados al último paso, que es la conversión de la pasta base a clorhidrato de cocaína. En la Argentina no se encontró una cocina para producir cocaína, sí para elaborar drogas sintéticas.

- ¿Por qué a pesar de las 67 personas condenadas por su vinculación al narcotráfico en la villa 1-11-14 no se puede terminar con el narcotráfico?

- Pasa lo mismo en todas las villas de emergencia. El problema de la droga tiene que ser abordado de manera interdisciplinaria y no sirve de nada que desde derecho penal pongamos preso a la gente si el Estado no se hace presente en los lugares que ocupó el narcotráfico. Las bandas suplantan al Estado en todo lo que pueden: te arman una plaza, te pagan el colegio de los chicos, bancas a las familias de los que caen presos y captan voluntades para después dominar violentamente. Se probó que Marco Estrada González [conocido por su alias de "Marcos"] tenía una estructura narco en la villa 1-11-14 con dominio territorial, con presencia de soldados, sicarios, soldados [que armados protegían a los vendedores] y los líderes. Se comprobó que tenía cuatro puestos de venta fijos, uno de ellos abierto las 24 horas.

- ¿La lucha contra el narcotráfico está perdida?

No. Es imposible ganarle, pero tenemos que trabajar fuerte en buscar controlar el narcotráfico. Tenemos que evitar la cartelización, evitar la instalación de carteles en la Argentina. La droga es una realidad, ningún país del mundo la venció. Tenemos que trabajar en políticas de disminución de daños.

- ¿Pero no se instalaron ya los grandes carteles en la Argentina?

-En las 170 causas de las participamos no advertimos la presencia de los grandes carteles internacionales. Lo más parecido que vi fue la banda de "Marcos" en la 1-11-14. Tenía la importación de la droga, los sicarios, los soldados y los vendedores. No tenía intermediarios. Él era todo: la traía, la distribuía, la fraccionaba y la vendía.

- ¿Cuál es su objetivo en la Procunar?

- Que los fiscales sientan que desde la Procunar fueron apoyados y que tuvieron toda la colaboración que necesitaban. Y una vez que entre en vigencia el nuevo Código de Procedimiento dotar a la Procunar de toda la operatividad que el sistema acusatorio permita. Debemos trabajar de manera integral, para mí el Ministerio Público es uno solo y tenemos que trabajar en equipo.