Disparaba al aire y al ser rodeado por los policías, se suicidó
Se trata de un hombre que vivía solo; no era la primera vez que lo hacía; se mató cuando ingresó el GEOF en su casa
No era la primera vez que lo hacía. Ya, en otras oportunidades, los vecinos de Núñez al 5000, en Villa Urquiza, se asustaron al oír los disparos. Pero en esta ocasión, el hombre de 47 años, al verse rodeado por la policía tomó la peor decisión y se mató de dos balazos.
El hecho ocurrió ayer durante las primeras horas de la tarde en una propiedad en PH, donde vivía desde hace varios años un hombre, que sólo identificado como Jaime. No convivía con nadie, estaba separado de su mujer y era padre de dos hijos.
"La última vez que vino a comprar estaba muy nervioso y alterado. Le comentaba a una vecina que le habían venido las nuevas facturas de los servicios y estaba preocupado por eso", recordó a LA NACION Mary, que tiene una verdulería en Valdenegro y Núñez.
Cuando los vecinos de Jaime oyeron los disparos llamaron al número de emergencias 911. Habían pasado pocos minutos de las 12.
Los uniformados de la comisaría 49a. de la Policía de la Ciudad llegaron al inmueble fueron recibidos a balazos", explicaron fuentes del Ministerio de Justicia y Seguridad porteño.
Entonces se decidió poner en práctica un protocolo de seguridad y se decidió evacuar a los vecinos más cercanos. También se convocó a una brigada del Grupo Especial de Operaciones Federales (GEOF) de la Policía Federal Argentina (PFA).
"No era la primera vez que pasaba algo similar. En medio del operativo, pasaron dos jóvenes y comentaron: «Otra vez el vecino disparó». Ese hecho al que hicieron referencia habría ocurrido dos años atrás y se trataría con problemas psiquiátricos", comentaron fuentes policiales.
Al lugar también llegó una ambulancia del Servicio de Atención Médica de Emergencias (SAME) y personal de bomberos de la PFA. También las empresas Edenor y Metrogas cortaron los servicios en el inmueble.
"No hay dudas de que se trató de un suicidio. Primero se disparó en el pecho y después en la cabeza. Cuando lo encontró el personal policial ya estaba muerto, desplomado sobre un sillón", explicaron las fuentes judiciales consultadas.
El fiscal José María Campagnoli ya pidió una serie de medidas como los antecedentes psiquiátricos y el chequeo en el Registro Nacional de Armas (Renar) para saber si tenía los permisos de portación y tenencia. El representante del Ministerio Público también solicitó la declaración de la madre y de la ex mujer del hombre.
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