Droga adulterada: El Paisa y la guerra narco para dominar las villas Loyola, Sarmiento y 18 de San Martín

Casas usurpadas y vecinos expulsados a la fuerza para usar los inmuebles como centros de acopio y fraccionamiento de los estupefacientes que comercializan al menudeo. Así, para la Justicia, actuaba la banda narco que podría estar tras la droga adulterada que provocó la muerte de al menos 23 personas. La organización criminal operaba en las villas Loyola, Sarmiento y 18, en San Martín, y en el asentamiento conocido como Puerta 8, en Tres de Febrero, y sería liderada por Joaquín Aquino, alias Paisa, detenido en las últimas horas en José C. Paz. Pero la zona está en disputa con un grupo enemigo, al mando de los herederos del histórico narcotraficante Miguel Ángel Villalba, más conocido como Mameluco.

Así lo informaron a LA NACION fuentes judiciales. Una guerra narco se expone detrás de la droga adulterada que tiene en vilo a numerosas familias del conurbano.

La organización de El Paisa estaba bajo la lupa de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), a cargo del fiscal federal Diego Iglesias, desde agosto pasado a partir de información que aportó la Dirección de Investigaciones Contra el Crimen Organizado de la policía bonaerense.

En diciembre pasado, a partir del avance de la investigación, la Procunar había solicitado una serie de allanamientos, pero recién se concretaron en las últimas horas, tras el escándalo por los consumidores intoxicados.

El Paisa nació en Concepción, en Paraguay, el 24 de agosto de 1988. En junio de 2020, tras revocarle el beneficio de la excarcelación otorgada bajo caución juratoria, el Tribunal Oral en lo Federal (TOF) N° 1 de San Martín lo declaró en rebeldía y ordenó su detención.

Según pudo reconstruir LA NACION, en una investigación preliminar, que lleva el número 1842, en diciembre pasado, la Procunar pidió que se realicen una serie de medidas de prueba. El dictamen, de 17 páginas, fue presentado ante el Juzgado Federal de Tres de Febrero, a cargo del juez Juan Manuel Culotta.

El magistrado le corrió vista, primero, al fiscal federal de San Martín, Jorge Sica, pero finalmente el expediente fue delegado en el fiscal federal de Tres de Febrero, Paul Starc, quien ordenó una serie de medidas de prueba para continuar con la investigación iniciada por la Procunar.

Finalmente, Starc solicitó ayer las órdenes de allanamiento. Aquino fue detenido en las últimas horas por la policía bonaerense por orden del Juan Manuel Culotta.

Según fuentes judiciales, El Paisa era “segundo jefe” y, en noviembre pasado quedó como organizador general porque los líderes de la banda, Max Alí Alegre, alias Alicho y Blas Gómez, apodado Gordo Blas, están tras las rejas en una causa que tramita el juez Culotta.

Para los investigadores, el Paisa sería el responsable de organizar la comercialización de estupefacientes en los distintos lugares, “controlando que las sustancias que se vendan sean las suministradas por ellos, que se respeten los valores establecidos para la venta”, como así también se encargaría de ordenar las personas que desempeñan tareas como vendedores, satélites y porteros de las distintas bocas de expendio.

El Paisa fue apresado en una casa de Chile 600, en José C. Paz. Se trata de un domicilio que la Procunar había pedido allanar en diciembre pasado. En el inmueble se secuestraron 5000 dosis de cocaína, una pistola calibre nueve milímetros y municiones calibre nueve milímetros.

En ese lugar, según la investigación que hizo la policía bonaerense, El Paisa vivía con Aldana, su pareja, quien lo ayudaba en la “comercialización de estupefacientes en Villa Loyola”. Aquino solía movilizarse en un automóvil Ford Focus.

Como la mayoría de las organizaciones dedicadas al narcomenudeo, la banda de El Paisa cerca de los puestos de venta “satélites” (encargados de avisar si hay movimientos extraños) y “soldaditos”, encargados de custodiar a los vendedores y la “mercadería”.

En los procedimientos también fueron detenidos otros seis sospechosos, entre ellos Alberto Medina, que cumplía las funciones de chofer de El Paisa y de recaudador del dinero obtenido en las bocas de expendio.

Medina, según lo que surge de la investigación, no solo sería el chofer de Aquino, también se encargaría de trasladar los estupefacientes desde los centros de acopio hasta los puntos de venta. Solía conducir una camioneta Chevrolet Spin que estaría a nombre de una joven que sería su hija y él tendría la documentación que lo habilitaba para usarla.

“Entre los detenidos también está el ´cocinero´”, sostuvo el ministro de Seguridad Sergio Berni en una conferencia de prensa.

Al hablar de “cocinero”, Berni hacía referencia a la persona que tiene la tarea de “estirar” con distintas sustancias la cocaína para armar las dosis que venden al menudeo.

“Todos ustedes recuerdan a Mameluco Villalba, el mayor narcotraficante de la zona de San Martín. Cuando cae uno, toma el poder el que le sigue. Después de Mameluco, cayó el hijo y luego diferentes cadenas hasta que el que quedó en reemplazo es quien tenía pedido de captura desde 2018 y ayer pudimos conseguir las órdenes de allanamientos y detener a las 4 de la madrugada al cabecilla, lugarteniente y quien está sindicado como el cocinero”, afirmó Berni.

En los allanamientos de hoy a la madrugada en José C. Paz, y en las villas Sarmiento y Loyola de San Martín, la policía bonaerense secuestró 15.000 dosis de cocaína.

“Debemos esperar a los peritajes, pero en principio tenemos indicios de que las dosis de droga secuestradas en los procedimientos a la banda de Aquino podría ser la misma droga que intoxicó a las víctimas”, dijo una fuente de la investigación.

La “boca de expendio” de la cocaína adulterada habría sido, según la información aportada por los consumidores intoxicados que lograron sobrevivir, un búnker de la villa Puerta 8.

Vecinos consultados por LA NACION identificaron como “gente de Mameluco” a los vendedores de esas bocas de expendio y afirmaron que personal policial pasa una vez por semana por un búnker para retirar una bolsa que dejan los dealer.

“No hay dudas de que la banda operaba con cierta protección o connivencia con personal policial”, sostuvo un investigador al ser consultado sobre las afirmaciones que hicieron los vecinos de Puerta 8.