Este es el sospechoso buscado por el crimen en Villa Luzuriaga

La cámara de seguridad de una fábrica captó con suficiente precisión el rostro del hombre que caminó junto a Gloria Cristina Domínguez Zimmerman y su hijo, Braian, hasta el predio derruido donde funcionó el Hogar Santa Estefanía, de Villa Luzuriaga, donde la mujer fue asesinada delante del niño, de solo seis años. Esa imagen es la clave para ponerle nombre al sospechoso y, de esa manera, encontrarlo y ponerlo frente a la Justicia para que dé explicaciones.

Los detectives policiales del caso dan por hecho que el sospechoso y la víctima se conocían. Según declaró ante los investigadores Carmen Esmelda Ocampos, cuñada de Gloria, la joven, que manejaba un quiosco en Garibaldi y Centenera, muy cerca de la escena del crimen, salió de su lugar de trabajo a las 15.45 para comprar una panchera que un cliente le había ofrecido a un costo menor al del mercado. Con la ilusión de adquirir un elemento que le permitiría ampliar los ingresos del negocio, fue confiada hacia el lugar donde la asesinarían muy poco después.

Caminó por Garibaldi, según dijeron varios vecinos que la conocían de vista. En ese tramo la acompañó un hombre que, a pesar de la tarde fresca, llevaba puesta una remera clara de manga corta y un pantalón de jean gastado, mientras que Gloria y su hijo llevaban puestas camperas de abrigo.

Una cámara los tomó de espaldas; en esa secuencia se advierte que el hombre y la mujer dialogan, mientras caminan por el medio de la calzada, hasta que llegan a la esquina y doblan hacia la derecha.

Otra videocámara, en tanto, los captó de frente. En esa imagen se puede ver al sospechoso: pelo negro crecido y algo desordenado, incipiente barba tipo candado y el barbijo que solo le cubre el mentón. Son solo unos pocos segundos, pero suficientes, creen los investigadores, como para que en el barrio alguien aporte precisiones sobre la identidad del hombre que guio a Gloria al encuentro con la muerte.