La orden del comisario Maciel para replegar a los policías que buscaban a Loan y la pista de la zona liberada
A las 18.45 del 13 de junio, día de la desaparición, el jefe de la comisaría de Nueve de Julio dispuso que los uniformados dejaran la búsqueda y se trasladaran a la casa de la abuela del chico
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Ante un silencio que rompe los oídos de parte de los ocho imputados por la sustracción y el ocultamiento de Loan Danilo Peña, la única posibilidad de que se pueda saber qué paso con el niño desaparecido el 13 de junio pasado entre las 13.52 y las 14.20, podría encontrarse en el análisis de los teléfonos celulares de los acusados y los barridos de las antenas de telefonía móvil en un área de 60 kilómetros cuadros que tiene como vértices las localidades de Nueve de Julio, Yataity, Gobernador Martínez y Mantilla.
Después del 13 de junio pasado, los acusados cambiaron sus hábitos, comenzaron a comunicarse entre sí y borraron llamadas y mensajes. Uno de los que los que eliminó mensajes fue el capitán de navío retirado Carlos Guido Pérez, que borró 25 comunicaciones, el 21 de junio pasado, cuando fue detenido.
De la revisión de esos celulares apareció una pista que avalaría la presunción que indicaría que el comisario Walter Maciel habría dado una orden que permitió que se libere la zona en la que Loan fue secuestrado. Los responsables de la investigación intentan establecer si esa orden tuvo como objetivo facilitar el ocultamiento del niño de 5 años. Hasta el momento, la calificación penal por la que fueron indagados los detenidos es la de sustracción y ocultamiento de un menor.
El 13 de junio a las 18.45, el comisario Maciel mandó un mensaje al grupo que integran los efectivos de la comisaría de 9 de Julio en el que dijo que se replieguen a la casa de la señora Catalina. En lugar de rastrillar el monte donde habían visto por última vez a Loan. Esta orden fue interpretada por los fiscales como un supuesto intento de Maciel por desviar la búsqueda y liberar la zona.
“El comisario Maciel les da la directiva de que entren en el monte, manifestando que él se iba a hacer cargo de entrevistar a los familiares. En ningún momento tuvo comunicación por parte del comisario hasta las 18.45, donde éste le dice por audio de WhatsApp que se replieguen hasta la casa de Catalina Peña, que él estaba llegando con más gente”, consignaron los fiscales federales en la acusación contra el jefe policial detenido.
Para profundizar o descartar la presunción de que pudo existir una orden de la liberar la zona, la jueza ordenó que se realicen peritajes de forma urgente en los celulares de cuatro policías que forman parte de la dotación de la comisaría de Nueve de Julio. Esos teléfonos ya están en el laboratorio de la Policía Federal, en Azopardo y México.
Este mensaje que aparece en la mira de los investigadores se completó con una sucesión de comunicaciones registradas el 14 de junio durante la madrugada en las que, por ejemplo, se indicó que “Loan había aparecido”.
A las 2.32, Laudelina le mandó un mensaje a una vecina cuyo celular N° 5493777246. . . aparece agendado como “Mary de Rajoy”, en el que le avisaba que estaba en la comisaría y que le dijeron que Loan había sido hallado.
Cinco minutos después, Laudelina conversó con la testigo y le dijo que “el comisario me dejó acá y se fue porque lo tenía que ver el médico”. Después se determinó que eso era mentira.
A las 2.40, Laudelina en una charla con Camila Núñez, pareja de Diego Peña, primo de Loan, quien estuvo en el almuerzo en la casa de Catalina Peña afirmó que el comisario dijo que el niño había aparecido.
Casi cuarenta minutos después, hubo una serie de mensajes sospechosos. En ese momento, la hipótesis de los responsables de la búsqueda de Loan indicaba que el niño se había perdido en el monte. Hasta el momento, la jueza federal de Goya, Cristina Pozzer Penzo, no citó a declarar a la hija menor de Laudelina, para que dijera qué sabía sobre lo que ocurrió con su primo, de cinco años.
A las 3.18, MAB, tal como se identificó a la adolescente por tratarse de una menor, le mandó un mensaje a su hermana Macarena, en el que le dijo “todos van a ir presos”. Macarena respondió: “Mami también”. El 5 de julio, Laudelina, la tía Loan y madre de ambas jóvenes, fue detenida.
Según la Justicia, para desviar la investigación, Laudelina, pareja Antonio Bernardino Benítez, otro de los detenidos, plantó el botín de fútbol 5 de Loan en el barro, a 2500 metros del denominado “Punto 0″ de inicio de búsqueda.
Además, la tía de Loan, afirmó que mintió el 29 de junio a la madrugada cuando, en una declaración irregular ante un fiscal de Corrientes, en la que manifestó que su sobrino había sido atropellado por la camioneta Ford Ranger blanca que conducía el capitán de navío retirado Carlos Guido Pérez, esposo de María Victoria Caillava, la exfuncionaria municipal de Nueve de Julio.
A las 3.35, Laudelina le mandó un mensaje a su hija en el que el que le dijo que estaba en la comisaría esperando declarar junto a Mónica Carmen Milllapi, pero el comisario se había ido porque recibió un aviso.
Dos días después, Millapi y su esposo, Daniel “Fierrito” Ramírez, fueron detenidos junto Benítez, acusados de supuesto abandono de persona de Loan. Tanto Laudelina, como Millapi, Ramírez y Benítez, habían concurrido al almuerzo en la casa de la abuela del niño.
El 14 de junio, a las 5, Laudelina avisó que, en realidad, Loan no había aparecido y que hubo un error en la cámara de uno de los drones.
La vecina que mantuvo el intercambio de mensajes con Laudelina fue llamada a declarar como testigo y expresó: “después de las 2 del 14 de junio, luego de la desaparición de Loan, yo le mandé un mensaje de WhatsApp y le dije ‘hola, como estas sabes de tu sobrino vos estás en el campo’ y ella me dijo que estaba en la comisaría y que sí, ya había aparecido. En ese momento estaba en mi casa acostada. En el pueblo circuló la versión por redes sociales de que había aparecido y después se supo que era mentira, supuestamente decían que los drones habían fallado, eso escuché al otro día, que fue una equivocación de los drones”.
A más de un mes de la desaparición de Loan, los investigadores de las cuatro fuerzas federales de seguridad que buscan al pequeño, lograron establecer que los imputados no se salieron de esa zona, en la que dan cobertura de telefonía celular las antenas instaladas en las localidad de Yatayti, Nueve de Julio, Gobernador Martínez y Mantilla, tuvieron varios llamados entre ellos y no realizaron comunicaciones con líneas pertenecientes a sospechosos ajenos a la zona.
Este dato no permitiría establecer, por el momento, si alguno de los acusados cambió de vehículo al niño, después de haberlo sacado del camino de 600 metros que comunica la casa de su abuela y el naranjal, en el paraje Algarrobal, en la zona rural de Nueve de Julio.
Previo a cada una de las indagatorias, al realizar la descripción del hecho por el que fueron acusados los detenidos, los fiscales federales indicaron que no descartaban que Loan haya sido víctima de un delito violento entre las 13.52, cuando le sacaron la última foto y las 14.20, momento en el que Benítez, uno de los tres primeros sospechosos apresados, llamó a su pareja, Laudelina Peña, en una comunicación que duró 9 minutos y 18 segundos.
Para los representantes del Ministerio Público, dicha llamada no tuvo como objetivo alertar sobre la desaparición de Loan, sino que formó parte de una maniobra relacionada a la extracción del niño, aunque no se detalla con qué objetivo, si se trató de una maniobra para entregarlo a una red de trata de personas, si fue víctima de un homicidio o si el pequeño sería usado como moneda de cambio en una operación narco, tal como sugirió una de las acusadas.
Después de ese momento, todos los acusados modificaron sus hábitos y costumbres. Además, una serie de mensajes hallados en el grupo de WhatsApp de los efectivos de la comisaría de Nueve de Julio, pusieron al descubierto que el comisario Maciel habría impartido una serie de órdenes que tuvieron como objetivo liberar la zona para favorecer la extracción de Loan, para desviar la búsqueda y para plantar el botín del fútbol 5 del menor con el objetivo de alejar la atención del verdadero lugar por el que se llevaron al niño.
“Las conductas desarrolladas por Maciel indicarían que asumió un rol relevante en el encubrimiento de los posibles autores de la maniobra, en el entorpecimiento de la pesquisa que, a esta altura de la investigación, no permiten descartar una participación activa en el ocultamiento del niño, cuya búsqueda aún subsiste”, se consignó en la acusación de los fiscales.
Según la hipótesis de los representantes del Ministerio Público, a partir del análisis de los dispositivos móviles de los imputados, se observarían actividades e intercambios de comunicaciones que indicaría que, después del 13 de junio a las 13.52, pusieron al descubierto un cambio de comportamientos, hábitos y conductas. Los fiscales también consignaron que se observaría la modificación y borrado de información en los dispositivos.
Otro de los llamados que aparece en la mira de los investigadores fue realizado el 13 de junio a las 15.37. Caillava alertó a la policía que Loan había desaparecido. Según consta en el expediente, esa comunicación fue atendida por el policía Mariano Duarte. Caillava conocía al efectivo que se desempeñaba en la comisaría de Nueve de Julio porque la hija del policía había sido alumna suya. Según los investigadores judiciales, la maniobra para demorar la intervención policial se completó con la anotación en el libro de guardia de la seccional, en la que se indicó que a las 16.15 se había recibido el llamado de la madre de Loan en el que denunció la desaparición de su hijo menor.
“Yo tenía en mi celular la hora que me llamó Duarte que era a las 15.38. Pero el comisario me dijo que coloque que fue a las 16.15. Le dije que yo tenía el horario que me llamaron y me dijo ‘vos hacés lo que te digo’. No sé lo que quería hacer. Después, realmente salimos al campo a las 16.50 pero dijo que ponga que fuimos a las 16.16. De esto sabían unos cuantos compañeros”, sostuvo Orlando Cáceres en su declaración.
Después de revisar estas declaraciones y de encontrar el mensaje del 13 de junio a las 18.45, que Maciel mandó al grupo de WhatsApp de la dotación de la comisaría de Nueve de Julio, la jueza ordenó analizar de urgencia los celulares de los tres efectivos de la seccional y de un teléfono con un IMEI, vinculado a Maciel, para tratar de establecer si hubo zona liberada.
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