Apuñalaron a un turista canadiense en un robo a cuatro cuadras de la Plaza de Mayo

Un turista canadiense de 35 años fue apuñalado esta madrugada durante un robo en la intersección de la calle Perú y la avenida Belgrano, a cuatro cuadras de la Plaza de Mayo y a 300 metros de donde, el 30 de diciembre pasado, fue baleado en un asalto un visitante sueco que, producto de la herida recibida, sufrió la amputación de una de sus piernas.

Según informaron fuentes policiales a LA NACIÓN, personal de una patrulla encontró, sentado en la vereda en Perú al 400, y en visible estado de ebriedad, a un hombre que, en rigor, tenía una lesión cortante en uno de sus hombros. Una ambulancia del SAME lo trasladó al hospital Argerich. Allí se estableció que se trataba de un ciudadano canadiense, de 35 años, al que se le curó la herida de arma blanca y debió permanecer en el centro asistencial para su desintoxicación.

Una vez que fue dado de alta, el canadiense -identificado como Simon Saint Pierre, empresario- fue llevado a la Comisaría Comunal 1 de la Policía de la Ciudad, donde declaró que cuatro hombres lo habían interceptado en la vía pública y que uno de ellos lo había atacado con un elemento punzocortante, tras lo cual le robó el teléfono celular y escapó.

Mientras el turista era atendido en el hospita, según se informó, detectives de la Comisaría Comunal 1 de la Policía de la Ciudad, guiados por agentes del Centro de Monitoreo Urbano porteño, lograron detener, a metros del lugar del asalto, a tres ladrones -dos mayores y un menor- que tenían consigo un celular que podría ser el de la víctima. Quedaron a disposición de la Fiscalía en lo Criminal y Correccional N°62.

A trescientos metros del lugar de este asalto, la noche del 30 de diciembre pasado, un ladrón intentó arrebatarle el celular a otro turista, el sueco Christoffer Persson, que se resistió y recibió un tiro en una pierna, a la altura de la rodilla. La herida resultó de suma gravedad, a tal punto que los cirujanos del hospital Argerich -que un año antes habían salvado la vida del norteamericano Frank Wolek, apuñalado por un ladrón adolescente que terminó muerto de un tiro por el Policía Luis Chocobar- debieron realizarle la amputación del miembro afectado.

Este hecho, según publicó LA NACIÓN recientemente, despertó preocupación en diferentes embajadas, como las de Francia e Inglaterra, que emitieron sendos comunicados para advertir a sus ciudadanos sobre los riesgos en la zona del centro y otras de alto tránsito turístico, como La Boca, Puerto Madero, Palermo y Montserrat.