Un oficial de la policía bonaerense asesinó a su exsuegra y el botón antipánico permitió a su expareja salvarse del mismo final

En la localidad de General Belgrano, un efectivo de la Policía Bonaerense, asesinó a su exsuegra y luego fue detenido mientras golpeaba con un palo a su expareja. El hecho ocurrió mientras el efectivo se encontraba de licencia médica de la fuerza.

Fuentes policiales revelaron que el incidente se conoció luego de un llamado desde la central de monitoreo municipal hacia la Estación de Policía Comunal (EPC), alertando sobre la activación de un botón antipánico. Los efectivos se dirigieron a un domicilio de la calle 54 y encontraron a Nataniel Thierry Schouten, de 39 años, agrediendo a su expareja. Los voceros policiales detallaron que el efectivo “le estaba pegando con un palo”.

Schouten fue reducido rápidamente y confesó en el lugar el asesinato de su exsuegra, Marcela Costilch, de 58 años, a quien mató momentos antes en su vivienda. Los uniformados se dirigieron entonces a la casa de Costilch, ubicada a poco más de dos kilómetros de distancia. Al llegar, llamaron a la puerta y, al no recibir respuesta, ingresaron por la fuerza, confirmando el crimen.

El caso quedó en manos de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) número 10 de Chascomús, a cargo del fiscal Jonathan Robert, del Departamento Judicial de Dolores. La causa fue caratulada inicialmente como “homicidio calificado y lesiones”. La expareja del femicida sobrevivió a los golpes, pero debió ser trasladada al hospital más cercano. Al regresar a su domicilio, fue asistida y contenida por un equipo interdisciplinario de la Comisaría de la Mujer y la Familia local.

La agredida había denunciado a Schouten hacía poco más de un mes. El 9 de junio pasado, se había iniciado un expediente contra el imputado por “lesiones leves y amenazas”. Además, la Justicia le había impuesto una restricción perimetral el jueves 25 de julio. Una agrupación de General Belgrano, Fuegas Feministas GB, denunció que el detenido tenía antecedentes por violencia de género desde 2013. Schouten cumplía funciones en la Estación de Policía (exJefatura Departamental de Pila), aunque actualmente se encontraba con reposo ambulatorio terapéutico y no contaba con el arma reglamentaria. Durante su indagatoria, el acusado se negó a declarar. Ayer se llevó a cabo una marcha frente a la comisaría local para pedir justicia por Marcela Costilch.

“Esto empezó hace un año aproximadamente, cuando ellos se separaron. Seis horas antes de que matara a mi hermana, mi sobrina lo había ido a denunciar. Ella estaba con un botón antipánico, pero nadie hacía nada. Nunca las escucharon”, expresó a los medios la tía de la mujer golpeada.

El homicida había atacado a su expareja en Ranchos el martes pasado, cuando ella desarrollaba su habitual actividad comercial, vendiendo en comercios una conocida bebida. Vecinos y personas que pasaban por el lugar intervinieron y el hombre se dio a la fuga. Según consta en la denuncia, el acusado se metió en el auto de la víctima, la agredió y le pidió que retirara una denuncia por violencia que ella había realizado. La mujer radicó la denuncia en Ranchos y la misma fue derivada a Asuntos Internos de la Policía Bonaerense.

Las redes se llenaron de mensajes de pedidos de justicia por Marcela: “Queremos justicia. Nos están matando #NiUnaMenos”, “Justicia por Marcela”, “Es espantoso, no entienden que con violencia no se llega a ninguna parte. Lo peor es que se perdió una vida y eso es irrecuperable. Descanso eterno para ella”.

Varios familiares, amigos y vecinos se reunieron ayer domingo en la plaza frente a la comisaría para pedir justicia. “Marcela era una gran mujer, madre de dos hijos y una hija. Tenía un nieto que amaba con locura; todo se trataba de él. Vivía por él. Era muy alegre, amaba bailar. Es terrible lo que pasó, le quitó la posibilidad de seguir cuidando de su nieto, de verlo crecer. Pedimos justicia por Marcela”, comentó un familiar de la víctima a LA NACION.

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