Violación y polémica: la Iglesia Mormona pagó $4,5 millones para no ser mencionada en un caso
Ocurrió en Villa Allende, Córdoba; le dio ese dinero a la familia de una niña que fue víctima de abuso de un hombre que ocupaba un cargo en esa institución; a cambio, los obligaron a firmar un convenio con cláusulas de confidencialidad
CÓRDOBA. El 30 de noviembre comenzará el juicio contra un hombre acusado del abuso sexual con acceso carnal de una menor de 14 años. El hecho tiene la particularidad: el imputado, Marcelo Moreno Pérez, ocupaba un cargo en la Iglesia Mormona de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, que llegó a un acuerdo particular con los padres de la víctima y les pagó $4,5 millones para que no mencionaran a la institución.
El abuso fue denunciado hace cuatro años en Villa Allende —a unos 30 kilómetros de la capital provincial— cuando Moreno estaba a cargo de la sección “Hombres Jóvenes” de la Iglesia Mormona. El fiscal Marcelo Hidalgo, a cargo de la investigación, ordenó la detención del hombre cuando se enteró del acuerdo extrajudicial. El texto del convenio plantea que la Iglesia “no tienen nada que ver” con el abuso de la menor y le ofrece el pago a la familia y a los abogados. Además hay otras cláusulas.
Hidalgo explicó a LA NACION que las cláusulas de ese acuerdo económico “no tienen ningún valor porque están en juego los derechos de los niños; un ataque sexual contra niños es un delito repudiable; al enterarnos de estas circunstancias solicitamos que se lo detuviera para llevar adelante este juicio”.
El fiscal planteó que hay una “prueba científica importante” de que esta persona había abusado de una menor. “Esa evidencia fue corroborada y se llega a la acusación de esta persona”. En ese punto, la fiscalía se enteró de la existencia de un convenio entre la madre de la menor —de condición “muy vulnerable”, aclaró Hidalgo— y los representantes de la Iglesia Mormona, de la que la víctima y su mamá eran feligresas.
En el acuerdo “de reparación” la institución le ofreció $4,5 millones, que fueron pagados el año pasado. “Hemos advertido aspectos que son deplorables y sórdidos, porque se obliga a no vincular a Moreno Pérez a la iglesia”, agregó Hidalgo, quien conoció ese punto hace tres días. El fiscal convocará como testigos a las autoridades de la Iglesia Mormona, “lo que no quiere decir que no terminen imputadas por encubrimiento”.
Agregó: “Otra cláusula dice que no se podía responsabilizar a nadie de la Iglesia que no fuera Marcelo Moreno Pérez. Y otro de los puntos aclara que no se puede hacer ningún tipo de manifestación pública y privada sobre la vinculación de la Iglesia Mormona con este episodio”.
El portal cba24n.com.ar dio datos del acuerdo firmado bajo el rótulo de “Confidencial e inaccesible para la prensa”. El medio —que aclaró que la familia no fue la fuente— publicó que el acuerdo fue diseñado con la coordinación de uno de los máximos representantes de la Iglesia Mormona en el momento en que se produjo el abuso.
“El jefe de Estaca Alejandro Federico Paolantonio, junto al pastor de la parroquia de Villa Allende, donde ocurrieron los hechos, Héctor Hugo Herrador, acompañaron a Moreno Pérez a la hora de negociar con la familia”, describieron.
Hidalgo enfatizó que el acuerdo no influye en el juicio: “Lo único positivo es que la Iglesia haya intentado reparar ese daño con una ayuda económica a la víctima. Eso es lo único que vale, el resto de las cláusulas que buscan acallar la situación no tienen ningún tipo de valor”.
En declaraciones a Radio Universidad, la hermana del acusado, Ludmila Moreno Pérez, contó que cuando ella tenía unos cinco años y él tenía 17, fue abusada. Llorando, agregó: “Si yo lo hubiera contado, tal vez lo de esta otra niña se hubiera evitado”
Más leídas de Seguridad
Horror en Córdoba. Encontraron descuartizado a un hombre que estaba desaparecido y su pareja confesó el crimen
Tragedia en Pergamino. Una mujer y su bebé de 11 meses murieron en un choque con una camioneta en la que viajaban cuatro jóvenes
Escándalo judicial. Desaparecieron dos teléfonos celulares y una computadora de Alejandro Muszak, CEO de Wenance