Apareció la dueña de la guitarra eléctrica de $ 100: "La tiré yo, está maldita"
Un joven le había comprado el instrumento a un chico en la calle y la publicó en Facebook para encontrar a su propietario
El 18 de agosto el músico Diego Acuña Rizzi compartió una publicación en su perfil de Facebook buscando al dueño de una guitarra que compró en la calle por $ 100. El gesto se viralizó y en poco tiempo fue compartido por más de 50 mil personas. La incógnita sobre el propietario original del instrumento se develó hoy. "La tiré yo, está maldita", dijo Jesica Giacobbe, la dueña de la viola.
En diálogo con Ahora es cuando, de Radio Blue, la joven explicó cómo terminó la guitarra en la basura. "Era una guitarra vieja que yo tenía, que iba a ser parte de un proyecto televisión que hago con unos amigos de música independiente. Durante un tiempo la gente nos aportó instrumentos viejos para armar una escenografía así medio de rock y me quedó esa guitarra. Quiero aclarar que no me la robaron".
Giacobbe habló de una supuesta "maldición" que tiene la guitarra y expresó que no la quiere. "Hace unos días que vengo renovando mi casa, tirando cosas nuevas y la encontré. Ahí dije: «esta guitarra está maldita»". Entonces, explicó: "La segunda temporada de nuestro programa nunca comenzó por diferentes cuestiones, del equipo y del lugar donde se emitía. Entonces decidí tirarla, ahí cerca de donde esta persona la encontró".
La joven explicó que no le contestó a Rizzi porque se olvidó. "Vi la publicación por Facebook los otros días, pero estaba haciendo otras cosas y después me olvidé. La verdad que este chico es una gran persona", dijo Giacobbe.
El músico contó ayer en el programa PM de LN+ lo que había sucedido. "Caminando por la calle, un chico me ofrece una guitarra por $100; dudé porque se la quería sacar de encima. Pensé que claramente podía ser robada, se la compré y quiero devolverla al dueño original. Si me pasara lo mismo, me gustaría que fuese devuelta", afirmó Acuña Rizzi.
Además, el joven había afirmado que si encontraba al dueño, pensaba restaurar la guitarra y donarla a alguna de las escuelas que lo contactaron y sufrieron robos de instrumentos musicales.