Apuntan a que Buenos Aires se vuelva una ciudad de moda
Un isologo para el golpe de vista. Un circuito turístico para que los visitantes identifiquen la cultura argentina. Y ahora, una campaña para convertir a Buenos Aires en un referente mundial de la indumentaria.
La definición de una identidad porteña que pueda ser captada y reconocida en todo el mundo es una de las ambiciones más claras del Gobierno de la Ciudad. Pues dentro de esa línea la bandera de la identidad será la producción de indumentaria con el valor agregado de un diseño autóctono.
"Italia no era sinónimo de moda antes de la década del 50. Lo que hicieron fue una movida mundial para posicionarse. Nosotros haremos lo mismo", reveló el secretario de Desarrollo Económico porteño, Eduardo Hecker.
No las boleadoras. Tampoco el pañuelo al cuello ni el sombrero típicamente tanguero. Buenos Aires apunta al circuito World Class. Ropa de primer nivel para la clase alta o media-alta. Para uso local, pero también para exportación.
"Hoy, la industria de la indumentaria no exporta más del 5 por ciento de lo que produce. Además, desde que se abrió la frontera para la importación, el sector se deprimió. Lo que vamos a hacer es revalorizarlo, generar más empleo y aumentar la producción y la exportación", proyectó Hecker.
Cómo, en todo caso. La Ciudad convocó a la artista plástica Dalila Puzzovio como curadora. Ella hurgó en la elite de diseñadores autóctonos y productores de indumentaria para generar alianzas.
"Los productores, en general, copian lo que viene de afuera. No hay una impronta local. Y los diseñadores suelen crear en cantidades mínimas. Con las alianzas lo que se logra es hacer producciones grandes con un buen diseño", explicó Hecker.
La convocatoria, en principio, tomó como ejemplo una relación ya existente: la del diseñador Mariano Toledo con la firma Acetatos Argentinos. Ambos se interesaron por el proyecto y adelantaron que participarán juntos.
El objetivo es que la lista crezca, de modo tal que, en marzo del año próximo, un jurado de especialistas -cuyos nombres se conocerán en enero o febrero- dictamine cuál es la alianza con mejores proyectos y un futuro más promisorio.
"El Gobierno se compromete a apoyar con todo su aparato al equipo que resulte ganador, pero también ayudará con créditos subsidiados o con el equipo de promoción a los proyectos que resulten interesantes", prometió el secretario de Desarrollo Económico, uno de los funcionarios más elogiados por el jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra.
La Ciudad no lucrará directamente con los beneficios que surjan de las uniones. Pero sí lo hará indirectamente. "Más producción significa más ventas, más empleos y más ingresos por recaudación fiscal", señaló Hecker.
En cualquier caso, por qué la moda puede aparecer como el eje de una identidad local resulta otro de los interrogantes.
"Por un lado, tenemos capacidad de producción y de diseño. Lo que falta es unirlos. Después, debemos reactivar la industria textil. Y, además, se trata de una alianza que genera una movida muy fuerte", opinó Adrián Lebendiker, coordinador del Centro Metropolitano de Diseño, entidad que elegirá al jurado y que recibe y recibirá todas las propuestas e intenciones.
Un mercado millonario
La indumentaria genera 3200 millones de pesos anuales en la Argentina. "Pero muy poco de eso proviene de la exportación", agregó Lebendiker.
Para crecer en ese rubro, para competir en el mercado internacional, entonces, Buenos Aires le apuntará con producción más diseño al primer nivel.
"Acá la mano de obra es cara, así que en ese segmento no podemos competir. No podemos apuntar a vender remeras a $ 0,50 ni ojotas a un peso. El costo no es viable ni deseable, y además nos genera limitaciones. Por eso debemos apuntar más arriba. Si tenemos cultura de producción y excelentes diseñadores, lo mejor es ingresar en el mercado World Class", cerró Hecker.
El proyecto de alianzas productivas ya arrancó. Mientras más diseñadores y más empresas se sientan a la misma mesa para discutir producciones con el valor agregado del diseño autóctono y tratar de formar alianzas para potenciarse, la Ciudad cierra el círculo de una identidad que pretende imponer en el mundo.
Ya hay un isologo. También un circuito turístico con aire criollo. Si la política oficial no gira bruscamente con los cambios de nombres, en el futuro Buenos Aires podrá también ser en el mundo un sinónimo de moda. Al menos, ésa es la intención.
Los números de la industria
La moda genera actualmente 150.000 puestos de trabajo (directos e indirectos) en el país, para una industria cuya producción mueve 3300 millones de pesos por año. Ese dinero es aportado por 3000 unidades productivas que, en su mayoría, son pequeñas y medianas empresas. Con la proyección que realiza el gobierno porteño y la penetración en el mercado internacional, Buenos Aires podría facturar 240.000.000 de dólares más sólo si alcanzara a tener una participación del uno por ciento en el mercado brasileño. Con ello, estiman que se crearían 5000 nuevos puestos de trabajo.
Los diseñadores dibujan un aplauso
Mariano Toledo
- "A través de Lycra-DuPont me conecté con la firma textil Acetatos Argentinos, y así comenzamos a trabajar juntos. Sé que el Gobierno porteño realiza charlas informativas sobre comercio para las Pyme. Y me parece muy productivo que quieran incentivar alianzas, porque creo que se puede obtener un desarrollo textil interesante y porque, además, así evitaríamos tener que negociar grandes cantidades de metros con un revendedor."
Martín Churba
- "El Gobierno porteño nos otorgó (a la firma Trosman-Churba) un crédito de 100.000 pesos, con una tasa de interés cero, a pagar en cuatro años, para innovar nuestra maquinaria y masificar procesos textiles. Respecto de lo que están haciendo con las alianzas, me parece que son vitales y positivas. Un diseñador solo se muere de hambre, y un industrial solo no genera novedades. Hay que sumar, por eso me parece que este intento por lograr uniones productivas es muy bueno."
Laura Valenzuela
- "Preparé una carpeta con los requisitos pedidos para acceder a un crédito de 6000 pesos otorgado por el Gobierno de la Ciudad. El crédito es con tasa de interés cero. Lo aprobaron, pero todavía no me lo dieron porque hay muchos deudores morosos. Sobre las alianzas, estoy de acuerdo. Me parece que ya era hora de generarlas. Esto pasa desde hace años en el exterior. Me resulta interesante trabajar con empresas textiles y armar un proyecto de expansión hacia afuera. Para reactivar la industria textil hace falta vender a otros países, donde el volumen de movimiento es importante."
Susana Conforti
- "Asistí a charlas de capacitación organizadas por el Centro Metropolitano del Diseño. Mi idea es generar un producto, pero necesito apoyo de la industria. Por eso me parece muy positivo que se incentive a los empresarios textiles para que apoyen a los diseñadores. Entiendo que se trata de una muy buena apuesta."
Marcelo Senra
- "Todavía no fui convocado por el Gobierno para formalizar algún tipo de alianza con empresas textiles, pero espero que me tengan en cuenta, porque resulta una idea muy positiva. El Gobierno de la Ciudad ya me otorgó un préstamo por 6000 pesos, con tasa cero, para cancelar deudas pendientes."
Araceli Pourcel
- "A través del Grupo Pampa, organizador de la semana BAF Week, me conecté con las empresas Sabema y Tintorería Maldonado, y con las brasileñas Santa Constancia y Vicunha. El intercambio fue muy positivo e interesante, porque no hay variedad en el mercado textil (generalmente, los artículos más importantes se exportan y no llegan al mercado local). Esto me permitió trabajar con productos mucho más refinados. El Centro Metropolitano de Diseño me otorgó un préstamo de 6000 pesos con tasa cero. Además, generó un intercambio dentro de la muestra Beijing-Buenos Aires."
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