Un expolicía de la Federal sería el cerebro detrás del asalto a la financiera de Vicente López
Amílcar Castro fue dado de baja en 2004 y desde entonces registra una vasta carrera criminal; otros dos integrantes de la banda vistieron el mismo uniforme que él
Nada fue al azar. Los ladrones que irrumpieron durante la primera semana de enero en una financiera de Vicente López, mataron a un teniente primero de la policía bonaerense y se escaparon con un botín de unos 700.000 pesos tenían estudiado el lugar al mínimo detalle. Un integrante de la banda, sobre el que ahora pesa un pedido de captura, lo visitó dos veces antes de dar el golpe. Para simular, hizo operaciones de cambio de dinero.
El delincuente que habría hecho la inteligencia previa para el asalto a la financiera situada en Maipú y San Martín fue identificado por fuentes judiciales como Amílcar Arnaldo Castro, excabo de la Policía Federal, de 51 años. Fue dado de baja de esa fuerza de seguridad en junio de 2004. Y se dedicó al delito.
"Castro hizo la inteligencia previa. Después de haber estado dos veces en la financiera, preparó el golpe y armó el equipo de trabajo. Pensó que era un robo fácil de hacer", dijo a LA NACION una fuente judicial.
Castro no es el único exintegrante de la Federal acusado de haber participado del hecho ocurrido el 8 de enero a la tarde. En las inmediaciones de la escena del crimen, la policía bonaerense detuvo a Adrián Romero y a Ángel Martínez, dos exagentes federales que habían sido dados de baja en 2009 y 2012, respectivamente.
El suceso, en el que fue asesinado el teniente primero de la policía bonaerense Marcelo Acuña -que tenía 52 años y, aunque estaba franco de servicio, intentó detener el robo y fue acribillado-, es investigado por el fiscal de Vicente López Alejandro Guevara.
En los últimos días, detectives bonaerenses hicieron un allanamiento en Lanús, en la casa de Castro, pero no pudieron dar con él. Según informaron fuentes con acceso al expediente, Castro fue el primero de los cuatro delincuentes que ingresó en la financiera el día del robo. Luego lo hicieron Romero, Martínez y un cuarto cómplice.
"Después de Castro ingresó uno de los delincuentes vestido como si fuese un enfermero; otro lo hizo caracterizado como judío ortodoxo y simulaba tener un custodio, que era un integrante más de la banda", explicó un investigador. Además de buscar a Castro, el fiscal Guevara intenta identificar a otros dos delincuentes que participaron del cruento episodio.
Acuña era amigo de Héctor, el dueño de la financiera. No era la primera vez que, estando franco de servicio, pasaba algunas horas frente a ese lugar. Cuando advirtió la fuga de los ladrones intentó impedirlo. Pero fue acribillado. El Ministerio de Seguridad bonaerense lo ascendió post mortem a teniente mayor. La policía no solo detuvo a tres sospechosos, sino que también recuperó el botín con el que escapaban los delincuentes.
Funcionarios judiciales destacaron el trabajo del equipo de la fiscalía, que en medio de la feria judicial y con la mitad de su dotación logró identificar al delincuente que hizo las "tareas de inteligencia". También resaltaron la labor del personal de la comisaría de Florida y del comisario mayor José María Palomeque, que está a cargo de la Jefatura Departamental San Isidro.
El fin de la carrera de Castro en la PFA fue después de haber protagonizado, en febrero de 2004, el robo a mano armada de un auto en Lanús. La víctima fue una mujer.
Además, en octubre de 2009 fue imputado en una causa por encubrimiento. El 1° de marzo de 2011 el juez en lo criminal y correccional porteño Ricardo Warley procesó a Castro con prisión preventiva por el delito de robo automotor por haber sido cometido con un arma (un cuchillo). Ese hecho ocurrió el 3 de octubre de 2008 en la avenida Juan de Garay al 3800, Boedo.
Por este hecho, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) porteño N° 25 lo condenó a cinco años de prisión. La sanción se unificó con la que le había impuesto un tribunal de Lomas de Zamora por aquel robo ocurrido en Lanús. Así, la pena única fue de nueve años y seis meses de cárcel, según informaron fuentes judiciales. Esa sentencia impuesta a Castro venció el 25 de diciembre de 2014. En junio de ese año había sido beneficiado con una libertad asistida firmada por el Juzgado Nacional de Ejecución Penal N° 4.
Antecedentes de la banda
Castro no es el único expolicía de la banda con antecedentes penales. Martínez y Romero fueron condenados a cuatro y tres años de cárcel, respectivamente, por el delito de robo con arma. Fue por el asalto a la sucursal Nueva Pompeya del Banco Nación ocurrido el 9 de septiembre de 2010; de allí se llevaron un botín de 2.618.620 pesos y 142.911 dólares.
Romero ya no formaba parte de la Federal. Había sido dado de baja un año antes. El día del robo, Martínez, según fuentes policiales, cumplía funciones como encargado de seguridad de la entidad bancaria.
Según la investigación policial y judicial, el 9 de septiembre de 2009 cuatro encapuchados ingresaron en el banco "después de forzar la entrada al sector donde se encuentra ubicado el cajero automático, mediante el empleo de una maza y un ariete, con los cuales rompieron la puerta blindex, logrando acceder a la planta principal y, mediante la exhibición de armas, redujeron a los empleados".
Martínez, según la información oficial, omitió activar las alarmas. "Solo dio aviso de lo sucedido cuatro minutos después. Ese fue el tiempo que les llevó a los encapuchados ingresar y salir con el millonario botín", agregaron los informantes.
Según la causa judicial, Romero fue uno de los encapuchados que entraron a robar en el banco. Recibió una condena de tres años de cárcel. A Martínez le tocó un año más de condena por el agravante de ser miembro de una fuerza de seguridad. En 2012 fue dado de baja.
Romero, de 35 años y conocido por el apodo de Patovica, fue excarcelado el 22 de febrero de 2013. También, según fuentes de la Federal, en 2011 protagonizó un robo en una sucursal del Banco Galicia situada a 150 metros del Obelisco, de donde se llevó un botín millonario.
"Romero fue investigado y detenido por el actual jefe de la Policía Federal, comisario general Néstor Roncaglia, y el comisario inspector Mariano Giuffra, que hoy está al mando de la Unidad Federal de Investigaciones Especiales, cuando ambos se desempeñaban en la División Investigación Federal de Organizaciones Criminales", explicaron fuentes policiales.
Quince años en la ruta del hampa
Primera caída
Fue detenido en febrero de 2004, acusado de robarle el auto a una mujer a mano armada
En la Capital
En octubre de 2008 robó otro auto; esta vez, armado con un cuchillo, en el barrio de Boedo
Condena
Un tribunal oral porteño lo condenó por esos dos hechos a una pena unificada de nueve años y medio. La cumplió en 2014
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