Coronavirus en la Argentina: desde el lunes será obligatorio el uso de tapabocas en los espacios públicos porteños

A partir del lunes, el gobierno de la ciudad extenderá el uso obligatorio del tapabocas para frenar la propagación del Covid-19. La medida fue tomada por el aumento de circulación en las calles porteñas durante los últimos días, sumado al crecimiento de casos en la ciudad. Las mascarillas caseras deberán usarse en todo el espacio público, y las multas regirán desde el primer día. Los especialistas consultados por LA NACION apoyaron la medida.

El tapaboca deberá usarse siempre al salir de la vivienda. "Desde el lunes se incluye también el uso del tapaboca para circular y permanecer en el espacio público", apuntó el gobierno de la ciudad en un comunicado oficial. Comenzará a regir a partir de las cero del 4 de mayo. Las multas irán desde los $10.700 hasta los $79.180. Los comercios cuyos empleados no usen tapabocas podrán ser inhabilitados o clausurados.

"Entramos en la etapa de la curva donde empieza a ascender el nivel de contagios; se multiplican. Hay una actividad mayor, hay más tránsito y más gente saliendo por trabajo o por otras necesidades. Ante esta realidad de un mayor movimiento, es una herramienta de mayor control para prevenir contagios", aseguraron cerca del jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.

Respecto de la semana pasada hubo un 16% de aumento en el caudal vehicular en las autopistas 25 de Mayo, Dellepiane, Illia y Perito Moreno. El Anillo Digital detectó un 17% más de autos. Y el transporte público registró aumentos, como el subte, con un 23% más de pasajeros.

Los controles y multas comenzarán a regir desde el primer día, advirtieron fuentes del gobierno porteño. Aunque, como sucedió con otras medidas, habrá un margen para la concientización en las primeras horas de vigencia de la norma. "Se va a avanzar con multas y sanciones que sean ejemplificadoras. El control estará a cargo de la policía y los agentes de tránsito en las calles. Se podrá denunciar en el 147 a los comercios que incumplan el uso de tapabocas", remarcaron, y destacaron que "hay un control social muy fuerte".

Hasta ayer, el Ministerio de Seguridad porteño registraba 413 denuncias al 147 por no usar cubrebocas en el transporte público y los comercios. Comenzaron a contabilizarse desde el 15 de abril, fecha en la que entró en vigor su uso obligatorio.

Desde aquella fecha hasta ayer, hubo 234 multas aplicadas y 1511 inspecciones de la agencia de control gubernamental por incumplimiento en el uso de cubrebocas caseros.

La medida estará acompañada por tareas de concientización sobre el tapaboca como herramienta de prevención. "Queremos que la gente lo use por convencimiento. A partir del lunes vamos a empezar a hacer dos conferencias de prensa diarias. Una para difundir los datos sobre contagios y la evolución de la curva, y otra para brindar información que concientice sobre el uso de tapabocas, el lavado de manos y otras normas de prevención", señalaron fuentes del gobierno porteño.

Para los infectólogos, la medida es adecuada para la ciudad de Buenos Aires, por tratarse de una zona densamente poblada. Aunque alertan que usar un tapaboca no debe implicar un relajamiento de las otras medidas de prevención para combatir la pandemia, como el distanciamiento social o el lavado de manos.

"En conglomerados urbanos densamente poblados, tiene sentido y es correcto llevar las medidas de prevención al máximo rigor. La aparición de casos o brotes en distintas comunas puede tener un efecto dominó o pólvora sumamente veloz. No es lo mismo que en pequeños pueblos, donde se puede evitar la diseminación y contener el foco si aparece un caso", señaló la infectóloga Leda Guzzi, integrante de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI).

"El tapaboca puede ser una buena respuesta a la flexibilización gradual de la cuarentena. Funciona como una barrera que contiene las microgotículas que emite al hablar o toser una persona que es portadora asintomática del virus o que está en la fase presintomática. Pero esto no puede ir en desmedro de otras medidas importantes, como el distanciamiento social o el lavado de manos. No debe producirse una sensación de falsa seguridad ni un relajamiento. Es una medida más que se suma, pero no es la solución definitiva", agregó Guzzi.

"Esta medida es eficaz en los grupos donde hay una enorme densidad poblacional. Dejaría de tener sentido en ciudades o pueblos más pequeños. Nadie sabe quién puede estar asintomático, y el tapaboca sirve para frenar las gotas que transmiten el virus. Previene una gran diseminación y transmisión importante de la enfermedad", sumó Ricardo Teijeiro, infectólogo del Hospital Pirovano.