PINAMAR.– El barrio privado Costa Esmeralda, en el partido de La Costa, bien podría tener un intendente y ser otra pequeña ciudad de la provincia, solo que con una playa prácticamente exclusiva para los que allí se alojan. Si bien es pública, es muy improbable que alguien, sin una camioneta todo terreno, pueda alcanzar a llegar a esos 3200 metros de arena.
"Está muy alejada la playa. Eso, en parte, es lo más lindo, porque te ves con la misma gente, te sentís más seguro y no está tan lleno de reposeras y sombrillas. Hace tres años que mi hija alquila aquí y nosotros venimos unos días. Es espectacular. Pasamos unos días divinos en familia. Es tranquilo", dice Marta Silva, de 65 años, que camina por la playa frente a Costa Esmeralda, junto a su marido.
Es el barrio privado más grande de la zona. Durante los meses de verano tiene una población estimada en 12.000 habitantes, más los 143 empleados directos o indirectos que todos los días llegan a trabajar. Fuera de temporada, es decir a partir del 28 de febrero, se vuelven a poner en marcha las obras y son tantas las construcciones en proceso que, a diario, entran entre 2000 y 3000 obreros.
El complejo, que está ubicado en el kilómetro 380 de la ruta 8, fue creado en 2004 y, según Santiago Valledor, gerente de proyectos de EIDICO, la empresa que lo desarrolló, ya tiene 1694 viviendas construidas, 224 en marcha y 105 departamentos. Todo está distribuido en 1000 hectáreas de bosques, médanos y plantaciones de pinos y acacias. El lugar tiene su transporte interno y un sistema propio de recolección de residuos.
En Costa Esmeralda, hay 16 barrios que llevan el nombre de la actividad que los caracteriza. En uno de ellos, el Golf, las casas dan hacia la inmensidad de las canchas, una de 27 hoyos, en la que se organizan torneos todos los días. En el barrio Ecuestre, las residencias están cerca de las dos canchas de polo, donde hay competiciones todos los fines de semana y, entre la caballeriza y los corrales, hay 190 caballos, cuyos dueños alquilaron o compraron una propiedad en el complejo y trasladan todos sus hobbies a su lugar de vacaciones.
Este año también se inauguró un centro comercial. Ya tiene locales de decoración, una heladería y cafeterías. La expectativa es que ese espacio se amplié y que se construyan otros en diferentes puntos dentro de esta inmensidad. "Cada vez va a ser menos necesario salir de acá, por supuesto que hay gente que le encanta ir a Pinamar o Cariló, pero la idea es que acá tengas todo lo que necesités", agrega Valledor.
Maria Fernanda comenzó a pagar un lote en cuotas en 2006, sin conocer Costa Esmeralda. Lo había pensado como una inversión y recién en 2014 decidió alquilar una casa en el barrio para conocer el terreno que habían comprado y comprender la dinámica del barrio. Al año siguiente, en vez de venderlo, construyeron su propia casa. Ahora vienen todos los veranos. "Nunca veraneamos en la costa, pero en 2014 decidimos venir a conocer el barrio para ver el lote. Nos pareció fantástico y ahora es nuestra cita obligada. Es una vida distinta, nunca tuve una casa en un country, pero la verdad que acá te sentís seguro, dejamos las ventanas abiertas, la puerta sin llave. Yo ahora estoy con mis hijos, de 15 y 18 años, mi marido está en Lomas de Zamora, donde vivimos, y no me da miedo estar sola en la casa", dice María Fernanda, que prefirió no dar su apellido.
Afirma que, a pesar de que la ruta 11 es angosta y su ampliación es una vieja deuda del municipio de La Costa, es fácil llegar a Pinamar o Cariló. Sin embargo, destaca que Costa Esmeralda está alcanzando un gran nivel de desarrollo y cada vez son menos los motivos para salir. "El lugar tiene de todo, casi no hay que salir. Además es rústico y de bajo perfil. Acá tenés la playa a un minuto de tu casa, por lo que muchos gastos que tendrías en otros balnearios, acá no los tenés".
Y el hecho de no tener que salir tal vez explica el éxito del lugar. Costa Esmeralda es una enorme burbuja a orillas del Atlántico. Para muchos, la fórmula perfecta es el resultado de sumar casi todos los atributos de cualquier ciudad balnearia y restarle todos los percances que acechan del otro lado del alambrado.
"Hay seguridad las 24 horas. En temporada, hay 34 puestos de noche y 32 de día. En total, serán 120 guardias que van rotando. Todo esto se complementa con policía adicional de la provincia de Buenos Aires. Hay 130 cámaras y contamos con un centro de monitoreo que trabaja en coordinación con los agentes. También contamos con dos ambulancias, un servicio de testeos rápidos de Covid-19 y tenemos la colaboración de los bomberos de Mar de Ajó", dice Valledor.
Francisco "Pancho" Mayol es el dueño del emprendimiento Experiencia Costa. Si bien se encarga, entre otras cosas, de alquilar propiedades, dice estar lejos de ser una inmobiliaria convencional. Lo que él hace es brindar, como el nombre lo indica, una experiencia que pretende estar al nivel del servicio que podría prestar un hotel de lujo. "Alquilé en Costa Esmeralda desde 2011 y en 2016 me construí mi propia casa, Sueño Azul. Pensé cuáles podrían ser las inquietudes de un inquilino o un propietario y en base a eso armé Experiencia Costa. Decoramos las casas con estilo, las perfumamos, les damos champán de bienvenida, servicio de limpieza y mantenemos un altísimo nivel de comunicación con el inquilino o el propietario. Además, organizamos algunas experiencias puntuales para algunos clientes como una cabalgata cuando hay luna llena y luego les servimos cordero para la cena", cuenta Mayol. En enero, dependiendo del inmueble, alquila la quincena entre 4000 y 7200 dólares, esto incluye todos los servicios mencionados.
Los precios de lotes varían mucho: van desde los US$20.000 hasta los US$300.000, que son los terrenos ubicados en la primera línea del mar. En promedio, tienen 1000 metros cuadrados cada uno y las expensas, que son iguales para todos, valen 10.000 por mes.
Agustina Galliano y Ezequiel Sánchez son los dueños de Buenavista, una de las casas arquitectónicamente más destacadas de Costa Esmeralda. La estructura es una mezcla de hormigón y madera que tiene cerca de 430 metros cuadrados cubiertos. Ellos suelen alquilar la propiedad los veranos. Este año, dicen, hubo aún más demanda. "Hacer la casa fue cumplir un sueño. Queríamos algo rústico y moderno, ya es la segunda casa que construimos acá. Vivimos en Ituzaingó. No solemos venir en enero, pero esta vez la ocupamos desde fines de diciembre hasta febrero, porque no pudimos irnos de vacaciones durante el año", cuentan.
Ahora el barrio tiene una ocupación de casi el cien por ciento. El 70% son propietarios y el resto, inquilinos. Antes, muchos vacacionaban en enero en Punta del Este y este año ocuparon su casa Costa Esmeralda. Según Valledor, a raíz de la pandemia, el año último pasaron de tener de 80 familias que residen de manera permanente a 230.
Preferencia
El lugar también es visitado por famosos y políticos que eligen la tranquilidad y la sensación de aislamiento que genera una casa en este barrio privado. El actor Guillermo Francella y el periodista "Bebe" Contepomi son algunos de ellos. También está el empresario Alfredo Coto, que tal vez eligió Costa Esmeralda por la cercanía con una de las sucursales más grandes de su cadena de hipermercados, que está a la altura de Cariló.
Según fuentes que conocen en profundidad la intimidad del barrio, por allí también pasaron varios funcionarios. Cerca de Costa Esmeralda, también está La Herradura, otro barrio privado, el elegido por Sergio Massa. Y a esto se le suma la cercanía con Pinamar, una ciudad balnearia que históricamente atrajo a muchos políticos.
Problemas con los vecinos
Costa Esmeralda está a solo 13 kilómetros de Pinamar. Esa cercanía con el municipio vecino le valió cierto resquemor por parte de algunos habitantes de esa ciudad. Fuentes de la municipalidad, señalan que Costa Esmeralda es un proyecto que está en proceso, en donde se venden parcelas por fideicomiso, porque aún no está terminado ni aprobado el catastro: "Es un lugar contra el que es difícil competir, porque no tiene que cumplir las mismas reglas que cualquier otra ciudad, el proyecto aún no está aprobado en la provincia de Buenos Aires. Armaron un barrio pegado a Pinamar, y en la práctica lo que pasa es que, ante cualquier emergencia, se suelen usar los servicios de Pinamar, hay una cosa gris y abusiva por parte del barrio hacia Pinamar".
Por su parte, Valledor indica que, en referencia al uso de los servicios, eso no suele ser así. "Son casos excepcionales. tenemos un servicio de ambulancias para emergencias contratado por el barrio y funciona las 24 horas y dependiendo de la gravedad de la emergencia se deriva a Mar de Ajó o Pinamar". En cuanto a los terrenos, indica que las etapas del proyecto se lanzaron bajo la figura de fideicomiso o consorcio.
Martín Yeza, intendente de Pinamar, señala que Costa Esmeralda nació en un momento de crisis institucional del municipio que hoy dirige, cuando en la ciudad no había buenas ofertas de productos inmobiliarios, pero que hace unos años eso ha cambiado. "Además, si vas a lo fino los barrios privados no están permitidos. Cuando yo asumí, La Herradura ya existía, pero luego no permití que se construyeran otros", dice el funcionario.