Creen que son parte de una interna
En el grupo que preside el empresario Alan Faena están convencidos de que se encuentran en medio de una pelea interna política. La clausura parcial del hotel dispuesta por el gobierno porteño, dicen, esconde el objetivo oficial de recomponer la imagen pública de los inspectores del distrito a costa de la notoriedad de Faena, en un momento en el que la administración de Aníbal Ibarra atraviesa un momento complicado. "Somos el target perfecto para una operación de este tipo porque Alan no forma parte del establishment empresarial y, a la vez, asegura repercusión en términos mediáticos, al ser una figura reconocida en el mundo del espectáculo", explican fuentes del grupo.
Rubén Segal, abogado de Faena Properties -la empresa dueña del hotel y de varios otros terrenos en Puerto Madero- no quiere hablar de una persecución contra su cliente, aunque destaca que en la clausura no se cumplieron todos los pasos legales. "Se invirtió el principio constitucional de defensa. Los inspectores decidieron la clausura preventiva de ciertas áreas del hotel, lo que implica una sanción para la empresa. Y lo grave es que nosotros no tuvimos oportunidad de defensa ni nos dieron un plazo para poder presentar la documentación que supuestamente no estaba en regla", señala el abogado.
Segal dice que el hotel presentó pedido de suspensión de la medida ante la justicia. El socio del estudio de Segal, Turner & Asociados destaca: "Los requerimientos que nos hicieron los funcionarios fueron de índole administrativa o burocrática y no implican fallas sustanciales de funcionamiento, seguridad o higiene".
"Demoras burocráticas"
Sin embargo, admite que el hotel no había completado todos los trámites de habilitación municipal, aunque atribuye la demora a los tiempos de la burocracia porteña. "En octubre iniciamos los trámites y, como es normal en estos casos, empezamos a trabajar, porque teníamos aprobados los planos de obra y de seguridad, mientras esperábamos el certificado final que debe otorgar el gobierno porteño", explicó.
El hotel que abrió sus puertas en noviembre de 2004 es el primero de una serie de proyectos inmobiliarios que tiene en marcha en Puerto Madero el grupo que preside Faena, quien, en total, invertirá US$ 100 millones en el desarrollo de edificios de viviendas y residencias en el dique 2.
Para este proyecto, Faena reunió a varios pesos pesados de los negocios, como el empresario periodístico Austin Hearst, nieto de William Randolph Hearst, que inspiró a Orson Welles para la filmación de la película "El Ciudadano", y a los hermanos Christopher y Robert Burch, propietarios del fondo de inversión norteamericano Red Badge y ex dueños de la marca de indumentaria Eagle´s Eye. Otro inversor es el multimillonario ruso Len Blavatnik, principal accionista de la petrolera Access Industries.
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