Dichos que degradan y promueven un delito
En el país, una mujer es asesinada cada 30 horas. Y todas las manifestaciones que la degradan merecen el repudio absoluto de la sociedad.
Las declaraciones de Gustavo Cordera nos han dejado anonadadas. Con sus palabras, aunque ahora pida disculpas, no hizo otra cosa que degradar a las mujeres, cosificarlas.
Sus declaraciones naturalizan la violencia hacia las mujeres adultas y menores. No sólo justifican esa violencia, sino que también promueven abiertamente el delito de violación.
Cuando se realiza una charla, o un taller, se evalúan los objetivos a alcanzar. Y si estas frases fueron realizadas en el marco de ese taller, o de esa charla, sería importante saber el objetivo que se quiere alcanzar al afirmar ante la audiencia frases que incitan a cometer un delito.
Si quería convocar a un debate, jamás puede hacerlo a través de la degradación absoluta de las mujeres. Hay que ponerse en lugar de una víctima y darse cuenta de que lo que él dijo no resiste ningún tipo de análisis.
Porque colocar a las mujeres en el lugar de un objeto de placer de un otro, hablar del sexo con menores como algo natural, es un retroceso en una sociedad que se manifestó masivamente en contra de la violencia de género, tal como se demostró en la movilización del 3 de junio pasado, donde miles de personas dijeron, una vez más, basta de violencia, basta de femicidios.
Medidas legales
Desde La Casa del Encuentro, repudiamos enérgicamente todas estas declaraciones y manifestamos nuestro acompañamiento a las mujeres, niñas y adolescentes que hayan atravesado una situación de abuso.
Además de recibir una condena social, se tendrían que tomar las medidas legales que correspondan, porque con estas declaraciones se está realizando apología del delito.
Y el abuso sexual es un delito. Un delito sin justificación.
La autora es presidenta de La Casa del Encuentro
Ada Rico