Dónde se puede disfrutar de ver volar la mariposa Bandera Argentina en la ciudad de Buenos Aires
LA NACION
Entre el 11 y el 18 de enero de 2023, la Reserva Ecológica Costanera Sur (RECS) sufrió un incendio que mantuvo en vilo al mundo de la conservación. Entre ellos, a quienes siguen la reintroducción de la mariposa Bandera Argentina (Morpho epistrophus argentinus) en la ciudad de Buenos Aires. Se temía que el fuego avanzara sobre la zona donde suelen volar e hiciera peligrar el nuevo fenómeno anual tan esperado por especialistas y simpatizantes. Sin embargo, desde el Vivero de la RECS aseguraron que los árboles hospedadores de sus orugas están protegidos por un anillo de vegetación donde nunca llega el fuego que suele producirse en la zona de cortaderas del pastizal.
Bella y elegante, es una mariposa de importante tamaño cuya envergadura alar alcanza dimensiones entre 70 a 105 mm de extensión con sus alas abiertas e impacta con su presencia toda vez que pueda ser observada en grupos en vuelo como persiguiéndose, con errática y curiosa trayectoria.
Las Bandera Argentina ya están volando desde mediados de enero pasado en la Costanera Sur. Febrero es el mes por excelencia para disfrutar de su presencia y encontrar decenas de ejemplares desplazándose a lo largo del camino principal, el acceso “Viamonte”.
LA NACION visitó el vivero de plantas autóctonas junto con Alfredo Portugal, naturalista, quien trabaja en la recuperación del ambiente de esta especie desde 2011.
La misión del vivero es plantar dentro de la reserva y tratar de recrear ambientes lo más parecidos posibles a los naturales. En este caso las especies hospedadoras de la mariposa Bandera Argentina son los árboles coronillo (Scutia buxifolia), ingá (Inga uraguensis) y yerba de bugre (Lonchocarpus nitidus).
Durante la visita guiada se pudo observar gran cantidad de ejemplares volando y ser testigos del momento en que una hembra estaba poniendo huevos.
Portugal comentó que ya están apareciendo renovales espontáneos de coronillos lo cual facilita la tarea de conservación del bosque ribereño.
“Hay gente observadora de mariposas que se juntan de a decenas a ver esta especie. En el único lugar que se ven en la ciudad, es en este sector de la reserva”, agregó.
Débora Tanoni, bióloga cofundadora del Club de Observadores de Mariposas de Argentina, sostiene que: “La especie nos sirve como vínculo, como símbolo, porque los colores son similares a los de la bandera”. La Morpho epistrophus argentinus es la mariposa elegida como imagen representativa de esta organización.
Ezequiel Nuñez Bustos, técnico principal del Museo Nacional de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” y autor del libro “Mariposas de la ciudad de Buenos Aires y alrededores” observó que al ser una especie con un ciclo vital muy largo desde su estado de huevo hasta finalmente volar como mariposa adulta, su vida está expuesta a diferentes contingencias tanto naturales como por causa del hombre.
Candela Castro, licenciada en ciencias biológicas, contagia su entusiasmo por esta “mariposa mágica, de cuento de hadas. Tiene un vuelo como pausado, que flota en el aire y verla volar acá es emocionante, a uno se le pone la piel de gallina”.
Regina Petazzi, bióloga y docente, destacó la necesidad de venir a ver las mariposas para entender la magia de su vuelo: “Es increíble tener esta reserva pegada a la ciudad de Buenos Aires, con todos esos edificios. Poder ver volar las mariposas como las vimos fue un regalo muy emocionante, con su vuelo especial. Hay que verlas”.
Castro resaltó también la importancia de generar un biocorredor costero desde Punta Indio donde está el talar de conchillas y que la mariposa se empiece a mover por la costa del Río de la Plata hasta la ribera norte en Vicente López y San Isidro.
Por último, Nuñez Bustos comentó que están trabajando con algunas ONGS para poder elevar al Congreso la declaración de la Bandera Argentina como la mariposa nacional así como el hornero es el ave y el ceibo, la flor. Es optimista porque la especie es cada vez más conocida por la gente y es una de las claves para lograr su conservación.
Para visitar.
Para ver volar la mariposa en la RECS, se puede ingresar en cualquier momento en que permanece abierto al público, de martes a domingos de 9 a 18. El mejor horario para encontrarla es hacia el mediodía, entre las 12 y las 14, con sol y calor, en la zona de acceso Viamonte. Pero también se pueden ver mariposas desde las 11 hasta las 18 aproximadamente, aunque en menor cantidad.
Se recomienda consultar a través de la cuenta de Instagram del @ViverodelaRECS por si hay visitas guiadas planificadas y la cuenta del @COMariposas para sumarse al club y visitar en compañía del grupo de observadores.
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