El compromiso por una sociedad más justa, en paz e igualitaria
La Argentina atraviesa un momento en el que necesita del esfuerzo de todos: funcionarios públicos, dirigentes y empresarios. Los que conformamos el conjunto de la comunidad debemos hacer nuestro aporte por la construcción de una sociedad mejor, más justa, en paz e igualitaria.
El respeto, la tolerancia y la educación son pilares a los que no debemos renunciar jamás, porque son los que nos permiten hacer progresar. Los valores se inculcan, principalmente, en el hogar y en la familia, pero la escuela tiene que ayudar a reforzarlos. Por eso, no debemos dejar de debatir abiertamente para que todos los chicos tengan una educación digna.
Tengo la convicción de que el futuro son los jóvenes. En esa línea se desarrollaron los objetivos del III Encuentro Mundial Juvenil, organizado por Scholas Occurrentes y World ORT, que se celebró en el país durante esta semana, en el que 500 chicos de 28 ciudades del mundo, con diferencias de culturas, idiomas y religiones, trabajaron sobre tres ejes centrales: el juego, el arte y el pensamiento. Confío en que el ejemplo que los jóvenes transmitieron en el encuentro pueda ser diseminado por todo el mundo.
Funcionarios, dirigentes y empresarios tenemos la responsabilidad de darles a los jóvenes todas las herramientas posibles para transformar el porvenir, hacerlos resilientes y mostrarles las cartas que les permitan construir un mundo de paz, de tolerancia, de entendimiento.
Desde World ORT y junto a Scholas, quisimos que el encuentro fuera un espacio para afianzar identidades y creencias propias, y así poder crecer con los demás. Un espacio para poder compartir experiencias y momentos con otras religiones, culturas y lenguas.
Es maravilloso ver cómo los jóvenes interactúan y se relacionan de manera más simple y respetuosa. Es emocionante escuchar a Joaquín Segovia, el joven de Chaco que nos dijo que el juego es mucho más que una actividad física y que crecer jugando es lo más puro que existe, y lo más importante de la vida. Es así como los jóvenes logran construir consensos de manera directa, sincera y honesta. Algo que los adultos deberíamos tomar como ejemplo.
Se puede compartir incluso desde la diversidad, no hay que dejar de hacerlo aunque se piense distinto, porque lo más importante es estar juntos y unidos para construir un futuro, que será posible con tolerancia, amor y respeto.
El autor es el presidente del Consejo de Administración de World ORT
Darío Werthein
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