El admirable esfuerzo de un universitario que se trepa a un médano para seguir su educación online

Un estudiante que vive en Monte Hermoso y estudia Ciencias Biológicas en la Universidad Nacional del Sur, ubicada en Bahía Blanca, se trepa todos los días a un médano para poder conectarse a Internet y participar de las clases virtuales de la carrera.

Mateo Sansot Puleston tiene 20 años. Nacido en La Plata, pero criado en un campo de Monte Hermoso, cuando terminó la secundaria decidió mudarse a Bahía Blanca para estudiar la licenciatura en Ciencias Biológicas. Así lo hizo durante dos años. En marzo, cuando solo había cursado un mes del tercer año, se decretó la cuarentena en todo el país y Mateo decidió volver a su hogar para continuar sus estudios de manera online.

Sin embargo, el joven no contó con los problemas de conexión que iba a tener que enfrentar en este período. Al campo donde vive no llega Internet por lo que debe usar los datos móviles del teléfono para poder conectarse con el mundo.

"Dentro de casa tengo mala señal, entonces voy a una parte del patio que está en altura, un pequeño médano, desde donde puedo participar de las clases virtuales", dijo Mateo al diario La Nueva de Bahía Blanca.

Para no gastar de más en el consumo de datos, el estudiante prioriza aquellas clases que considera más necesarias mientras que con el resto de las materias se maneja con los archivos que envían los profesores por correo electrónico. Si bien en su casa tiene una computadora vieja, Mateo reconoce que hoy el teléfono celular es su salvación.

A pesar de las limitaciones, el mes pasado rindió un parcial de física por videollamada. Fue de noche, con la campera puesta sentado sobre el médano del conocimiento y junto a otros 100 alumnos que también lo hicieron a distancia.

Por ahora, el aplicado estudiante se las arregla bien para poder seguir el ritmo de una carrera preparada para las clases presenciales. Junto con sus propias ideas y la ayuda de sus amigos avanza firme en su extraño tercer año universitario.

"Hay materias en las que suben videos bastante largos. Tengo algunos compañeros que transcriben lo que dice el video y me lo pasan. Siempre encuentro una solución y a veces los profesores también se adaptan", cuenta el protagonista de esta historia que se destaca por una voluntad fuerte y una mirada entusiasta de la vida.