En Perú se celebran los resultados y en México hay inquietud

Perú celebra. México está preocupado. Son la cara y ceca de las últimas pruebas PISA . Perú es el país de América latina que mejoró de forma más contundente en las tres disciplinas que se evaluaron: ciencias, comprensión lectora y matemática. México quedó en el último puesto de los países que integran la OCDE, organizadora del test.

"Es reconfortante ver que Perú es el país que más avanzó en América latina", dijo ayer Jaime Saavedra, el ministro de Educación de ese país al plantear que se registró un avance de 14 puntos, frente a 8 de Colombia, 3 de Brasil y 2 de Chile.

"Esto es como una montaña de 8000 metros: hemos subido los primeros 1000. Sin triunfalismos, los resultados nos indican que estamos en la ruta correcta", añadió el funcionario que tiene buena aceptación popular. Saavedra hoy afrontará una interpelación en el Congreso nacional, manejado por la oposición, para responder sobre supuestas irregularidades en la adquisición de computadoras para su ministerio y el retraso en las obras para organizar los Juegos Panamericanos de Lima 2019.

"Los jóvenes mexicanos de 15 años tienen una diferencia de más de 70 puntos por debajo de los estudiantes de Portugal y España, y una diferencia de entre 20 y 60 puntos por debajo de los chilenos y uruguayos", sostiene el informe de la OCDE. En ciencia y en matemática, México está por debajo de Chile y Uruguay, y en lectura, sólo superaron a República Dominicana (la última de la tabla) y a Brasil.

Frente a ese panorama, el ministro de Educación de México, Aurelio Nuño, ayer pidió "paciencia" al admitir que los niveles de aprendizaje de su país "son desalentadores". Menos del 1% de los alumnos de 15 años de su país logra obtener niveles de competencia de excelencia. El 39,1% de los jóvenes de Singapur, país al tope del ranking internacional, tiene nivel excelente en al menos una de las tres asignaturas.

"Si tomamos como ejemplo la evolución de países que han hecho reformas y el tiempo que han tardado en dar resultados, estamos hablando de procesos de duración de más o menos una década", planteó el ministro mexicano al afirmar: "Debemos ser conscientes de que éste es un cambio que tarda en madurar".