Entregan un manuscrito de Telleldín
Un manuscrito, dictado en 1995 por el mecánico Carlos Telleldín mientras compartía su celda de la cárcel de Caseros con el falso fiscal Jorge Damonte, fue entregado a la Justicia por el periodista Román Lejtman.
El texto, de un centenar de páginas escritas con birome negra en papel manteca, dio un poco de oxígeno a los fiscales y querellantes, que sostienen que el acusado entregó la Trafic usada en el atentado a policías bonaerenses, en juicio por el atentado. Además, permite suponer que, al menos en un principio, el pago de 400.000 dólares recibido por Telleldín fue por entregar ese escrito.
El manuscrito, además, revela que un año antes de que Telleldín comenzara a negociar y cobrara ya hablaba de que en el momento de la entrega de la Trafic había policías en su casa. Incluso está escrito antes de julio de 1996, cuando efectivamente acusó a los uniformados en su declaración indagatoria ante el juez Juan José Galeano.
En el juicio oral y público, en las últimas semanas se cuestionó si lo que dijo en esa declaración Telleldín era lo que efectivamente ocurrió o si el relato del acusado había sido armado para forzar que se cerrara la causa acusando a los efectivos policiales.
Hojas ajadas
Cuando Telleldín llevaba un año detenido fue contactado por los periodistas Román Lejtman y Raúl Kolman, quienes le propusieron hace un libro en forma de reportaje. Lejtman se entrevistó con el acusado y éste le entregó, a través de una tercera persona, el manuscrito que le había dictado a Damonte, su compañero de celda.
Allí narraba su versión de cómo habían ocurrido los hechos. Telleldín pretendía que el libro fuera publicado y que la editorial Sudamericana le pagara 400.000 dólares por los derechos, lo que fue rechazado de plano.
En ese ínterin, enviados del gobierno de Carlos Menem le ofrecieron a Lejtman pagar los 400.000 dólares, la mitad de los cuales eran para el acusado y el resto se lo iban a dividir los periodistas, pero ellos rechazaron la oferta.
Desde entonces, el escrito estuvo en poder de Lejtman, que intimado por el Tribunal Oral Federal N° 3 lo entregó, luego de que lo denunciaron por desobediencia. Ahora los querellantes de la AMIA, que pidieron la entrega del libro, tratarán de verificar su autenticidad.
El manuscrito está dividido en capítulos, con títulos pintorescos, como "American Gigolo" o "De monaguillo a ladrón", donde narra su infancia en Córdoba y su carrera delictiva. Allí relata su paso por el Liceo Militar de la Nación, donde fue compañero del hijo del dictador Jorge Rafael Videla.
El capítulo clave se titula "Bronceado de Julio", donde relata cómo un hombre con acento caribeño y la tez bronceada se presentó el 10 de julio de 1994 en su casa de Villa Ballester para comprar la Trafic, y ubica alrededor a dos autos pertenecientes a brigadas de la policía bonaerense.
"Mientras este personaje conducía la futura diabólica Trafic, yo observaba todo a mi alrededor. O sorpresa, cuando este individuo gira a su izquierda, noto que se encontraba estacionado un Fiat Duna blanco, que inmediatamente detecté que tanto el vehículo en cuestión y sus ocupantes pertenecían a una brigada de investigaciones de la provincia de Buenos Aires. Mi adrenalina comenzó a fluir por todo mi cuerpo, pero controlé la situación con el objeto de que el futuro comparador no notara nada extraño y no se frustrara la venta."
Siguió relatando que, tras terminar de dar vuelta a la manzana, advirtió "un Ford Galaxi azul, con un ocupante dentro, que pertenecía a otra brigada de investigaciones de la policía bonaerense".
Tras pactar el pago en 11.500 dólares, que contó su esposa Ana Boragni, relató que llamaron a la puerta dos policías, uno de ellos subcomisario, que lo había extorsionado con anterioridad y que preguntó si se había vendido la Trafic. "Pregunta: ¿si la habitualidad de esta gente es hacerme camas para cobrarme peajes, por qué no procedían a abortar la venta y se quedaban con el dinero? ¿o es que el comprador era enviado por ellos?"
Luego explicó que cuando el comprador se retiró "para mi sorpresa la Trafic era seguida por el Galaxi Azul", de la policía.
La versión es contradictoria: por un lado, Telleldín escribió que pagaron por el vehículo, y luego relató que fue entregado a la policía extorsionado por ellos.
Esta contradicción será zanjada por el tribunal a cargo del juicio.
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