Entrevista con Paco Rabanne

PARIS (Especial). Por Juana Libedinsky. – Si uno sale a ver vidrieras por la capital francesa esta temporada –tanto las de las casas de alta costura, como las de pequeñas boutiques de la Rive Gauche e incluso las de grandes cadenas textiles– encontrará un elemento común: para la noche, vestidos brillantes con reminiscencias metálicas, cortos y con aires de los años 60.

Por supuesto, quien inventó esa moda –de hecho, para la década de 1960 y no para el nuevo siglo–como es bien sabido fue Paco Rabanne. Lo que es menos sabido es que tomó la idea de un gran plástico argentino. "Mi moda del metal fue copia de una obra de Julio le Parc –confiesa sin vueltas a LA NACION–. Me encantaba como él manejaba el aluminio para su arte, entonces, como ambos vivíamos en París y éramos amigos le dije, Julio, ¿te puedo copiar? y el me dijo Si, hombre. Así que si tengo que definirla, diría que la mía es una moda argentina", remata.

"Hay un clasicismo nuevo para la gente que no tiene talento que es hacer pura imitación de los 60 70 y 80. Eso es un error. Está bien buscar referencias hacia atrás, pero el futuro siempre es muy interesante, y los talentosos deben ir hacia allí. Yo siempre fui muy lejos en búsquedas extrañas, y jamás haría un vestido de metal ahora".

"En cada época se debe encontrar un equilibrio entre las "artes mayores", como él llama a la arquitectura, escultura, pintura, música" y "artes menores" como la decoración, diseño de ropa, accesorios y demás".

"Las mujeres que son perchas me aburren. Pero la mujer natural, sencilla, que no representa nada, me parece un desafío y el tipo ideal para el cual diseñar".

"La elegancia es una manera de vivir, no es la ropa. Pero la ropa tiene que representar la armonía entre lo que uno es y sus deseos, entonces el único consejo que se puede dar es que cada mujer comprenda su personalidad para que, a través de su ropa, se la pueda enseñar a otros".

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