“La gente se quedaba a mirar el espectáculo”: el relato de una testigo del crimen de Lucio Garay en Mar del Plata

El caso de Lucio Garay, el joven de 17 años asesinado por un grupo de jóvenes en plena peatonal San Martín de la ciudad de Mar del plata conmociona al país. El adolescente fue acuchillado en la madrugada del martes 21 de febrero y se refugió junto a un amigo en el interior de un reconocido cine de la zona. A pesar de la asistencia de los paramédicos que lo encontraron desvanecido, murió. Una testigo en diálogo con LA NACION denunció la pasividad de los presentes para dar aviso a la Policía y contó qué pasó esa fatídica noche.

La concurrida zona de la ciudad turística se vio consternada por el fallecimiento del joven. “Estaba cenando en un restaurante que está justo en la esquina y unos vidrios que dan a la calle peatonal”, contó Delfina, una docente de 24 años. “Entonces veo una multitud de gente, gritos y una pelea... decidí salir a mirar”, relató sobre el inicio del altercado alrededor de las 01.05.

Según recordó, en ese momento no logró ver si efectivamente hubo un cuchillazo, pero indicó que hubo muchos gritos e insultos en un grupo de “al menos diez jóvenes” que se ensañaron con Lucio y que para ella “vivían allí”.

Pese al conflicto, explicó que no creyó que la pelea hubiera pasado a mayores y mucho menos que un menor moriría minutos más tarde. “Minimicé un poco la situación y creí que era solo una discusión verbal. Pensé que se quedaría ahí, en vez de que podría pasar a mayores”, se lamentó Delfina y criticó: “La gente se quedaba a mirar el espectáculo”.

A los pocos minutos llegó la Policía, quizás por algún llamado o por la “muchedumbre” de personas que se había formado y que rápidamente se disipó. “Pensé que todo estaría bien”, agregó y sentenció: “No hay ni policía ni seguridad ni nadie en esa zona. Y a la noche se pone más complicado”.

Al cabo de 40 minutos, cuando terminó su cena Delfina alcanzó a ver que llegaba una ambulancia. Sin dudarlo, se acercó hasta la entrada del Cine Ambassador, a metros del frente del local de comida rápida donde sucedió la pelea. y relató la desesperación de los médicos por salvar al chico apuñalado en el pecho.

“Nos acercamos al cine y nunca vi un paramédico tan desesperado. Bajaron con un desfibrilador y otras cosas y se metieron al establecimiento”, comentó y agregó: “Lo que se veía y se escuchaba era a su amigo llorando desconsoladamente que le contaba a la Policía que su amigo acababa de cumplir 17 y cómo se llamaba”.

“Estuvieron varios minutos dentro, y por eso se empezó a juntar gente afuera”, añadió y advirtió un detalle no menor: “En ese momento pasaron dos chicos y uno dijo medio en broma ‘oh mataron a mi hermano’... Para mi eran chicos del grupo como pasó en el caso de Baez Sosa. Eran menores también”.

Según supo señalar todo “terminó alrededor de las dos de la madrugada cuando lo llevaron en la ambulancia con vida”. Por la mañana, la joven se enteró por los medios que Garay había muerto.

Tras esto, reflexionó: “Alguien que acaba de cumplir 17 años y podría ser alumno mío, que es una criatura, decidió que la discusión se termine con violencia y uno terminó matando a otro. Ahora hay una familia que le dijeron a la noche que su hijo estaba en el hospital y al rato se murió”.

Delfina planteó que en la sociedad hay temor a involucrarse en situaciones violentas que suceden en la vía pública. “Ante cualquier situación es mejor llamar a la policía”, dijo. Y cuestionó: “Un día estás vivo y al otro, porque alguien te miró o te cruzó, podés terminar herido o muerto”.

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