Los colegas lo llaman Dr. Columbo
La Policía Federal tiene a un número uno en materia de biología molecular aplicada a la investigación criminal: es uno de los once representantes mundiales de Interpol en ADN, y sus pares del FBI lo llaman, en confianza, doctor Columbo , como el infalible detective de la serie de TV.
Es el subcomisario químico Ricardo Padula, del Laboratorio Químico de la Policía Científica, que aunque reconoce haber sido tentado por los norteamericanos, en alguna de sus visitas a la central del FBI en Quantico, Virginia, para pasarse de bando , jura que los peritos argentinos nada tienen que envidiarles.
"Acá hay gente brillante y apasionada por su trabajo. Ese es el tipo de gente que hace que las cosas crezcan. Cada vez hay más interacción entre los expertos en las distintas disciplinas. Creo que cuando logremos afianzar el trabajo en equipo los peritos argentinos estaremos a la par de los mejores del mundo, porque potencialmente, por conocimiento y capacidad, tenemos las condiciones necesarias para serlo", apostó.
Padula tiene una suerte de máxima para investigadores: "La labor en la escena del crimen debe ser un acto creativo. El investigador científico debe llegar a ella con la mente abierta. De algún modo, debe pensar como el criminal al que perseguirá para saber dónde pudo haber cometido un error, dónde pudo dejar rastros de su paso".
Pero esa tarea creativa, sostiene el único representante sudamericano en cuestiones de ADN para Interpol, sólo puede dar frutos dentro de un método muy preciso: "Todo el que va a una escena debe saber que quien entra deja algo y se lleva algo. La escena no distingue entre criminal, policía o juez. La posibilidad de destruir pruebas por falta de cuidados es real. Hay que aplicar estrictamente técnicas y métodos, ya que las más mínimas precauciones son clave".
Padula asegura que el ADN fue el máximo avance en ciencias forenses.
"La biología molecular (base de los estudios de ADN) es el primer punto de ciencia pura aplicado a la investigación criminal. Antes, con los análisis de sangre, se tenía un método de exclusión: se podía determinar que si la muestra revelaba un grupo A negativo, el resto era descartado, pero aún quedaban todos los sospechosos de ese tipo. Ahora, con el ADN, se llegó a la inclusión, ya que esa cadena molecular es única."
Para terminar, tras esa definición, Padula marcó un punto con su lapicera en la libreta del cronista de LA NACION y aseguró: "Con una muestra de ese tamaño puedo identificar a un sospechoso. Es increíble, ¿no?"
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