Respuesta. Llegó el DNI para un grupo de adultos indigentes que se quieren vacunar
Viven en el Hogar Sagrado Corazón de Jesús, de Zárate; ayer un religioso se encadenó frente a la Quinta de Olivos para reclamar una solución y hoy recibieron los documentos
LA PLATA.− Horas después de que un religioso se encadenara ante la Quinta de Olivos, hoy llegó el documento nacional de identidad para 11 adultos mayores que viven en el Hogar Sagrado Corazón de Jesús, de Zárate. Sin el DNI, los residentes no se podían inscribir para recibir la vacuna contra el coronavirus.
El encargado del hogar, Marcelo Prado, se encadenó ayer para pedir la intervención del presidente Alberto Fernández.
El Registro Provincial de las Personas, por indicación de la ministra de Gobierno bonaerense, Teresa García, realizó hoy gestiones en el mencionado hogar con el fin de garantizar el derecho a la identidad de un grupo de ancianos en situación de calle que no tenían su documento o debían renovarlo.
“Sr. Presidente, vengo desde Zárate de un hogar de abuelos indigentes. El municipio no los vacuna porque no tienen DNI”, decía ayer Marcelo Prado, durante la protesta frente a la Quinta de Olivos.
Prado tiene 44 años, es laico consagrado y fundador del Hogar Sagrado Corazón de Jesús, en esa ciudad bonaerense. Marcelo fue la voz de 20 adultos mayores en situación de extrema vulnerabilidad que viven en la residencia: tienen entre 60 y casi 90 años, son indigentes sin familias ni redes de contención, sin jubilaciones ni pensiones; muchos sufren padecimientos de salud mental y otras problemáticas complejas. Antes de ingresar al establecimiento, dormían a la intemperie, en plena calle. Pero hay un detalle más: hasta ayer, no poseían DNI y, sin esa primera e indispensable llave de acceso a los derechos más elementales (entre ellos, a la salud), no conseguían inscribirse para recibir la vacuna contra el coronavirus.
“El hogar tiene 20 años e hicimos varios reclamos al municipio de Zárate, pero no tuvimos respuesta: nos dicen que si no tienen DNI, no los pueden vacunar”, explicó Prado frente a la Quinta de Olivos. Elisa González, una de las voluntarias, contó que se intentó hacer por todos los medios la documentación de los hombres y no se logró por distintos motivos; “entre ellos, muchos no cuentan con partida de nacimiento, tienen patologías como Alzheimer... Algunos ni siquiera recuerdan su nombre; otros son personas rehabilitadas del alcoholismo, que lo perdieron todo”, detalló.
González agregó que, en varios casos, cuando los indigentes llegan al hogar se les pone un nombre “para darles identidad”, porque no pueden responder cómo se llaman. “Para el Estado son NN, por lo tanto no pueden acceder a la vacunación, que es lo que estamos reclamando”, resumió.
Refugio para los más vulnerados
El Hogar Sagrado Corazón de Jesús nació en 2001, en plena crisis, cuando Prado, que en ese momento era Misionero de la Caridad y hoy es laico consagrado en la diócesis de Zárate, buscó una respuesta ante la cantidad de adultos mayores que veía durmiendo a la intemperie. Así, en tierras donadas por el Obispado, empezó a pulmón con lo que hoy es el hogar, que se sustenta gracias al apoyo de donantes individuales y la ayuda de la Iglesia.
“Cuando empezó la pandemia, el municipio nos pidió que hiciéramos todos los días declaraciones juradas con la salud de los abuelos, cosa que cumplimos a rajatabla, y nos prometieron que iban a vacunarlos. Pero luego nos dijeron que no era posible”, decía ayer Prado, quien además de reclamar el DNI para vacunar a los residentes actuales pidió que les informaran “qué va a pasar con el resto de los abuelos que vayan llegando al hogar y que no tengan DNI”.
Hoy, el Ministerio de Gobierno de la provincia informó que los abuelos ya tienen su DNI, por lo que están en condiciones de inscribirse para recibir la vacuna.