Sileoni apoyó protestas de alumnos
El ministro dijo que aunque no comparte "cuestiones operativas", la demanda es un "triunfo" democrático
El ministro de Educación, Alberto Sileoni, defendió ayer a los estudiantes que participan en los centros de estudiantes de sus colegios, en el programa Quilombo, conducido por Mauro Federico y Pablo Marchetti en Radio Splendid, AM 990.
Federico preguntó: "¿Cómo ve que los pibes se organicen –más allá del método, de la forma en la que llevan adelante sus demandas–y participen políticamente en los centros de estudiantes?". Sileoni, aunque puso entre paréntesis "las cuestiones operativas", respondió: "Así como usted me lo pregunta, es un triunfo de la democracia, de la educación. Lo primero que me sale es celebrarlo".
Además, el ministro de Educación dijo: "Que los chicos quieran saber cómo se conducen la escuela o los destinos de algunos fondos, que quieran tener injerencia en las prestaciones privadas que hay dentro de una escuela pública me parece que hace a una madurez política".
El ambiente estudiantil en dos de las secundarias dependientes de la Universidad de Buenos Aires estuvo convulsionado hasta el último día antes de las vacaciones de invierno: los alumnos del Colegio Nacional de Buenos Aires (CNBA) y de la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini realizaron una toma en reclamo de "bares" que sean explotados de manera institucional.
Sileoni, que asumió como ministro de Educación en julio de 2009 en reemplazo de Juan Carlos Tedesco, repite que una de sus prioridades es la mejora del secundario. Los periodistas del programa Quilombo lo llamaron para que comentara una encuesta realizada a jóvenes de entre 11 y 17 años a cargo de la consultora Knack.
Entre los resultados se destaca el hecho de que un 59% de los adolescentes considera que va a estar mejor que ahora dentro de cinco años y un 54% cree que va a seguir estudiando una vez terminada la secundaria; el mismo porcentaje quisiera poder votar.
En el programa radial, Sileoni advirtió: "La libertad de expresión siempre es bienvenida: es un reaseguro de que no nos vuelva a ocurrir lo que ya nos ocurrió", dijo, refiriéndose a las interrupciones institucionales atravesadas por el país.
Horacio Sanguinetti, que fue rector del Colegio Nacional de Buenos Aires (CNBA) durante 22 años y que actualmente es el presidente de la Academia Nacional de Educación, dijo a La Nacion: "La participación es esencial, es un gran aprendizaje para la vida cívica". Sanguinetti explicó que los estudiantes tienen una visión diferente a la de las autoridades o docentes, lo que hace que su aporte sea "muy importante".
El ex rector aclaró: "No le temo a la politización de los estudiantes, sino a la partidización, porque es evidente que hay chicos que vienen al colegio con un casete grabado por gente mayor."
La también ex rectora del CNBA Virginia González Gass, cuyo despido por las autoridades de la UBA en 2010 motivó una de las tomas más problemáticas del CNBA en los últimos años, dijo: "Coincido con Sileoni en cuanto a que es muy importante que los jóvenes participen y que no se los estigmatice por su participación. Sin embargo, no estoy de acuerdo con las tomas porque es un extremo".
Sin embargo, González Gass, hoy legisladora de la ciudad de Buenos Aires por el Partido Socialista Auténtico, agregó: "Hay que reconocer que muchas veces si los alumnos no hubiesen tomado los colegios para pedir refacciones, nunca se hubieran hecho".
En 2010, cuando las escuelas porteñas tomadas llegaron a ser más de 20, Cristina Fernández defendió los reclamos de reparaciones en los edificios: "No me parece demasiado lo que piden –dijo la Presidenta–, quieren un plan de obras". Sileoni, que ayer defendió la actividad política estudiantil, en 2010 convocó a "terminar el año en paz".
Ayer, después de los dichos de Sileoni, el jefe de Gabinete del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, expresó su disconformidad en su cuenta de Facebook: "Yo siempre estoy a favor de la participación de los jóvenes en la política, de la libertad de expresión. Pero celebrar, como dijo Sileoni, que un grupo de chicos tome una escuela y deje a otros cientos sin clases por la concesión de un bar me parece demasiado".
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