En septiembre de 1985, una expedición encontró al buque hundido en 1912; fue la culminación de un misterio y el comienzo de cientos de batallas legales
Notas publicadas en LA NACION el 3 de septiembre de 1985.
El transatlántico británico Titanic, hundido hace 73 años en el Atlántico Norte, acaba de ser ubicado por una expedición franco-norteamericana dotada de los medios técnicos más modernos, anunció oficialmente el Instituto Francés de Investigación para la Explotación Marina (Ifremer).
Los responsables franceses y norteamericanos habían decidido no hacer ninguna revelación hasta tanto no tuvieran la certidumbre de haber localizado efectivamente el navío, lo que acaba de producirse. Indicios irrefutables obtenidos por el sonar acústico remolcable (SAR) fabricado por la empresa francesa Thompson CSF en colaboración con el Ifremer, y por el sistema norteamericano de cámaras submarinas Argo, certifican el histórico hallazgo.
El 13 de septiembre se realizarán dos conferencias de prensa simultáneas en París y en Washington, al regreso de la expedición binacional, donde se relatará su misión y se expondrán las pruebas. Los restos del Titanic -el barco se hundió el 11 de abril de 1912, al chocar contra un témpano en su viaje inaugural, causando la muerte de 1500 personas de sus 2001 pasajeros- se encuentran a unos 900 Km al sur de Saint John, Terranova, Canadá.
Las dimensiones del casco localizado, su forma, situación, etc., prueban que se trata efectivamente del Titanic. El que fue el mayor transatlántico jamás construido, llevaba a bordo al naufragar diamantes estimados entonces en 5 millones de libras esterlinas, además de otras joyas de valor inestimable.
Por ello, en momentos en que los buscadores de tesoros hundidos se multiplican en todo el mundo, los responsables de la expedición se negaron a dar a conocer el sitio exacto donde fueron hallados los restos del barco. Por otra parte, la expedición franco- norteamericana es el resultado de largas negociaciones entre el Ifremer y el Instituto Oceanográfico Norteamericano de Woods Hole (Massachusetts).
“Ni siquiera Dios podría hundirlo”
Eran las 23.30 del sábado 14 de abril de 1912. El Titanic, ese barco majestuoso que “ni siquiera Dios podría hundir”, tal como se lo promocionó cuando salía del puerto británico de Southampton, chocaba contra un iceberg y comenzaba a sumergirse en las heladas aguas del Atlántico norte, en la peor tragedia marítima de la historia.
Se organizaron varias expediciones para tratar de localizarlo. Entre ellas, una financiada por la compañía Walt Disney y otra por el petrolero texano Jack Grimm
La reacción mundial fue, al principio, de incredulidad, y luego, de estupor. Así encabezaba LA NACION la crónica del hundimiento: “LONDRES, 15.- Un telegrama recibido en Nueva York anuncia que la estación radiográfica de Cabo Raso dirigió un despacho anunciando que el gran vapor Titanic, de la White Star Line, chocó anoche contra un témpano a la altura de los bancos de Terranova y pidió auxilio por medio de sus aparatos de telegrafía sin hilos”.
Seguidamente, se informaba que había comenzado a transbordar a las mujeres y niños a los botes y chalupas de salvamento, y que el vapor Baltic zarpaba de Nueva York para acudir en auxilio del Titanic. Más tarde, los navíos Virginian y Carpathia hacían lo mismo. A medida que transcurría el tiempo las versiones eran más inquietantes, y comenzó a dibujarse el perfil nítido de la magnitud de la catástrofe, que dejó finalmente un saldo de 1517 muertos sobre las 2224 personas que había a bordo al iniciarse el crucero.
El Titanic, orgullo de la ingeniería naval, con salvavidas sólo para 1178 pasajeros, terminaba su travesía en el lecho marino. Desde entonces se organizaron varias expediciones para tratar de localizarlo. Entre ellas, una financiada por la compañía Walt Disney y otra por el petrolero texano Jack Grimm. Pero todas habían fracasado.
Habilitación legal para reflotar al Titanic
Un juez de Londres despejó uno de los obstáculos para recuperar el Titanic del fondo del mar, al dictaminar que la corona británica no tiene derecho sobre los restos de naufragios en aguas internacionales.
La corona había amenazado con apoderarse del barco transatlántico, una vez recuperado, sobre la base de un antiguo derecho del almirantazgo. El director del equipo que intentará el rescate del Titanic, John Pierce, se mostró satisfecho con la decisión judicial y aseguró que ya podría ver como el barco salía a la superficie.
Pierce proyecta, ahora, presionar para acelerar el comienzo de las operaciones de recuperación mediante un sistema de gigantescas bolsas de aire inventado por él mismo. Una vez en la superficie, el barco será remolcado a los astilleros de Belfast, donde fue construido, para comenzar su restauración.
El transatlántico Titanic fue hallado parado y casi entero en su tumba del fondo del mar, informaron hoy sus descubridores desde su nave de investigaciones, cerca de la costa de Terranova. Pero los científicos a bordo del buque oceanográfico de investigaciones de la marina norteamericana Knorr no revelaron la ubicación exacta del lujoso buque que se hundió hace 73 años arrastrando con él a 1513 personas, por temor a desatar una caza de tesoros marinos en las profundidades.
1912
Una terrible catástrofe
La página especial que LA NACION dedico a la tragedia el 16 de abril de 1912. "No hay recuerdo de un accidente marítimo semejante. Una mala estrella parece haber guiado al Titanic en su primer y último viaje".
Diamantes y lingotes de oro se hallaban a bordo del supuestamente “insumergible” transatlántico que chocó contra un témpano en su travesía inaugural y se hundió el 14 de abril de 1912. “No quieren dar el sitio exacto del Titanic porque desean que por ahora se conserve como un monumento marino”, dijo un vocero del Instituto Oceanográfico Woods Hole, de Massachusetts, uno de los patrocinantes de la exitosa expedición.
Similares sentimientos manifestaron varios de los 21 octogenarios sobrevivientes, que súbitamente debieron recordar el momento más terrible de sus vidas. Como eran niños, fueron obligados a subir a botes salvavidas mientras sus padres permanecían a bordo de la nave que se hundia en el Atlántico Norte.
“Creo que otros sobrevivientes coinciden que debe dejarse en paz al Titanic”, dijo Eva Hart, de 82 años, en su casa cerca de Londres. “Preferiría que no se molestara la tumba de mi padre”. El padre de Hart la puso en un bote, se despidió y se ahogó con 1512 personas, entre ellas los millonarios John Jacob Astor y Benjamín Guggenheim, y centenares de desafortunados pasajeros cuyos nombres han quedado relegados al olvido.
El doctor Robert Ballard, jefe de la expedición franconorteamericana que halló el barco, informó a Woods Hole que el Titanic fue hallado por un submarino robot Argo, especialmente diseñado para esta expedición. El Argo, del tamaño de un automóvil pequeño, transportaba cámaras fotográficas especialmente dotadas para las profundidades marinas y equipo sonar que transmitía fotos al Knorr.
El objetivo de la expedición era probar al Argo, y Ballard creyó que la búsqueda del Titanic sería la forma ideal de hacerlo, afirmó la portavoz del Woods Hole. No hubo información inmediata sobre cuándo serán difundidas las fotos, pero el Knorr tiene previsto retornar a Woods Hole el lunes próximo.
Tras obtenerse más de 12.000 fotografías en colores del Titanic, el director de la búsqueda informó hoy que aparentemente el protagonista del más famoso naufragio de la historia no está en una sola pieza en el fondo del océano, como se creyó en principio.
El doctor Robert Ballard dijo hoy en una entrevista televisada: “Todavía seguimos buscando la popa; no podemos encontrarla. Parece que se separó (del resto del barco)”. Ballard había dicho que el Titanic, el lujoso transatlántico que se hundió en 1912, estaba virtualmente integro en el lecho del Atlántico. Había agregado que la nave estaba “como para presentarla en un museo” y parecía casi igual a como era cuando se hizo a la mar en su viaje inaugural, que concluyó con la muerte de 1513 personas.
Ballard admitió: “No hemos podido dar con la popa. Vamos a tener que examinar los restos más de cerca”. Agregó que el Titanic parecería haberse roto detrás de la segunda chimenea, desde allí hasta la popa “sólo hay una masa informe”. Ballard comentó que su buque oceanográfico Knorr, una nave de la marina norteamericana que opera a 640 kilómetros al sudeste de Terranova, podría haber ubicado la popa por sonar.
El Knorr partió hoy de la zona de búsqueda y regresará el lunes a la Woods Hole Oceanographic Institution, patrocinante de la expedición, con más de 12.000 fotografías en colores del Titanic. Mientras tanto, apareció hoy la controversia legal sobre quién puede reivindicar derechos de propiedad sobre el casco de la nave, descubierto esta semana en el fondo del mar tras 73 años de su hundimiento.
La cuestión de la propiedad quedó archivada como algo que no tenía sentido mientras la tumba del Titanic era un misterio, conocido sólo por las criaturas marinas que viven en las heladas aguas del Atlántico Norte, donde el paquebote se hundió tras chocar con un témpano.
Los buscadores de tesoros
Pero la cuestión del derecho de propiedad ha dejado de ser algo académico o quimérico tras declarar los descubridores del Titanic y sobrevivientes de la tragedia que quieren que los restos del naufragio permanezcan como están en su silenciosa tumba marina. Los buscadores de tesoros replicaron que quieren reflotar la nave, pues, según la leyenda tejida en torno del Titanic, sus cofres de seguridad contienen un enorme tesoro en joyas, oro y diamantes.
Una compañía de seguros de Londres afirmó que los propietarios del casco son las empresas aseguradoras, pero los operadores de empresas de salvataje sostienen que los tesoros están allí para quien los quiera y pueda tomar, tarea quizás imposible debido a la barrera de cuatro kilómetros de agua que se interpone entre la nave y sus eventuales depredadores.
Un abogado especializado en derecho del mar, quien pidió permanecer anónimo, afirmó en Boston que es difícil determinar quién es el propietario de la nave y que podría ser factible dejar al Titanic donde y como está, como lo han sugerido quienes descubrieron los restos.
Pero el letrado añadió: “Si el Titanic es todavía propiedad de las compañías aseguradoras británicas o de los sucesores de la White Star Line, creo que Inglaterra está todavía habilitada para reclamar la propiedad del buque”.
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