Una carta que complica a Alderete

Las copias de tres cartas en las que se hablaría de posibles pedidos de retornos a la Fundación Favaloro, cercanos al medio millón de pesos, para concretar el cobro 2,8 millones de pesos que le debía el PAMI, comenzaron a salir a la luz.

En una nota publicada anoche, la revista XXI aseguró que accedió a las tres cartas y que, en una de ellas, el cardiocirujano habla expresamente de "supuesto retorno encubierto".

En otra de esas misivas -cuya copia se reproduce aquí- el cardiocirujano explica que el PAMI le propuso a la fundación los servicios de un mediador para verificar una deuda por prestaciones médicas anteriores a diciembre de 1996.

Por dicha función, el mediador pretendía cobrar entre 440.208 y 478.868 pesos, "pagaderos entre ambas instituciones", de acuerdo con lo que indica la carta.

Según afirma la mencionada misiva, Favaloro mantuvo una reunión con el titular del PAMI, Víctor Alderete, en la que le manifestó su "sorpresa ante los honorarios extremadamente altos del mediador".

Siempre según ese texto, el cardiocirujano supo luego mediante de la Sindicatura General de la Nación (Sigen), que la instancia de la mediación no era necesaria "ni estaba legalmente prevista".

En un primer dictamen, la consultora Quian, contratada por el PAMI para verificar la deuda, había dictaminado que a Favaloro se le debían 887.668 pesos; pero la controversia surgió cuando el médico reclamó la diferencia de 1.933.010 pesos. Eso dio pie a una mediación.

Pero apenas el tema se hizo público el domingo último, por medio de La Nación , Alderete adoptó una antigua táctica que indica que la mejor defensa es el ataque. Y no dudó un minuto en ponerla en práctica.

El funcionario presentó una denuncia ante la fiscalía de la Cámara Penal, según informó anoche.

Alderete sostuvo que "de confirmarse la existencia de la carta en cuestión, resulta de especial interés (para el PAMI) promover una investigación para individualizar a los funcionarios que pudieran resultar autores de los delitos".

Pero la revista XXI señala que el propio Alderete habría sido destinatario de las misivas, algo que en un comunicado no negó. También -según la publicación- habrían recibido copias de los textos el ministro de Economía, Roque Fernández, y el de Salud, Alberto Mazza.

Nadie quiere hablar

La Nación realizó numerosos intentos durante toda esta semana para comunicarse con René Favaloro. Pero el médico respondió por medio de su secretaria o de su vocero que no realizará declaraciones. Lo mismo se repitió ayer.

En el Ministerio de Economía, fuentes confiables aseguraron que al menos una de las cartas había llegado a despachos de funcionarios de primera línea. Pero nadie quiso dar a conocer los términos. "Es que si esto sale de acá desataríamos un escándalo político", dijo una fuente del Palacio de Hacienda en estricto anonimato.

La información y las versiones fueron intensificándose durante la semana. Pero casi ningún funcionario ni Favaloro quisieron hablar formalmente del tema.

La carta que se reproduce aquí, que según XXI estaría fechada en agosto de 1998, también llegó a la Jefatura de Gabinete, según reconoció a La Nación un funcionario que también pidió reserva de su nombre.

Sin embargo, la fuente se diferenció al asegurar que no llegó ningún documento posterior en el que se hablara de retornos. "Si un funcionario se entera de algo así tiene la obligación de denunciarlo como delito penal. No le queda otra opción", explicó.

Una semana complicada

El tema sale a luz en momentos en que el PAMI, la obra social más grande del país, atraviesa una crisis financiera. Y no sólo eso. Su titular, Alderete, tuvo fuertes enfrentamientos con Roque Fernández en los que le reclamó fondos para saldar deudas con los prestadores.

Pero Alderete contó siempre con el apoyo del presidente Carlos Menem, quien autorizó nuevos endeudamientos del PAMI, como el último préstamo del Banco Nación de casi 60 millones de pesos de anteayer.

Desde hace meses al menos una carta de queja del médico René Favaloro circuló por la Casa de Gobierno. Sus palabras habrían llegado hasta Menem, según la revista XXI.

Alderete, en tanto, atribuyó todo a "un aprovechamiento del tema", que tendría el fin de "aumentar las ventas de determinados medios".