La PC al rescate de los viejos discos
La revolución del audio digital fue, para muchos, una aplanadora. Hoy todo se maneja con compact disc y MP3, pero hubo un tiempo no tan lejano en el que los reyes del ritmo eran el disco de vinilo y el cassette.
El sonido digital no triunfó por casualidad. Además de la calidad de audio, hay un elemento fundamental que promueve su uso: no se deteriora con el tiempo. Sí, los CD se rayan y los discos rígidos a veces fallan. Pero aun si no se lo usa, a un cassette de audio eventualmente se le pega la cinta. Y aunque se lo cuide con esmero, un vinilo no dura lo mismo que un compact disc.
Una consulta frecuente entre nuestros lectores es cómo preservar algunos incunables en su discoteca, grabaciones de los hijos cuando eran bebes, recitales antológicos o conferencias magistrales.
Hay una solución: aprovechar la placa de audio de la PC y digitalizar los archivos. Así podrán ser grabados en un compact disc de audio o transformados en MP3, para preservar su calidad y disfrutarlos por más tiempo.
No es difícil: sólo se requiere un cable conector, una tarjeta de sonido, un software para capturar el audio y espacio libre en el disco rígido.
Lo primero que hay que hacer es conectar el tocadiscos o la cassettera del equipo de música a la computadora, para poder digitalizar el audio.
Para esto será necesario un cable (se consigue en cualquier casa de audio o electrónica) que tenga dos fichas RCA en una punta y un enchufe miniplug (el mismo de los auriculares) del otro. El miniplug se conecta a la entrada Line In de la placa de sonido; las fichas RCA, en la salida ( Line Out ) del equipo de música.
También hay cables con enchufes miniplug en ambas puntas, necesarios si la fuente es, por ejemplo, un walkman. Una vez conectado el equipo hay que alistar la computadora.
De análogo a digital
Antes de correr cualquier programa de digitalización ponga en orden la PC para evitar los problemas: desfragmente el disco rígido y cierre todos los programas (visibles o residentes) que puedan interferir con la grabación, incluyendo los salvapantallas.
Esto es importante en máquinas más viejas, pero es útil para todas. La idea es que no haya ninguna aplicación que interrumpa los cálculos del procesador central o intente escribir un dato en el disco rígido mientras digitaliza el audio, ya que esto podría provocar un salto en la grabación.
Hay varios programas para capturar sonido analógico: uno muy completo (y gratuito) es el dBpowerAMP ( www.dbpoweramp.com ). Hay que bajar del sitio e instalar el conversor ( dMC ) y el plugin para audio auxiliar ( dMC Auxiliary Input ).
Luego, iniciando este último programa, hay que darle un nombre al segmento de audio ( Track01 es el predeterminado) y configurar unos parámetros desde Options : la estructura del nombre de los archivos (con el número de orden, el título de la canción, el autor, etcétera). Además es posible pedirle al programa que comience y termine la grabación de un tema en forma automática, midiendo con el vúmetro el aumento de intensidad en la señal de audio durante cierto tiempo. Así podrá grabar un long-play sin tener que marcar manualmente cada pista.
Dependiendo de la calidad de la grabación, esto puede llegar a tener un resultado adverso en la digitalización, al cortar las primeras centésimas de segundo de una pista (en la que el audio comienza de manera muy brusca, por ejemplo).
Esto es especialmente molesto si se trata del audio de una conferencia, en donde cada fonema cuenta. Si éste es su caso, no desespere: desactive esa opción y deje que el programa genere un archivo grande con toda la grabación. Después habrá tiempo de partirlo en varias pistas.
En la ventana Options también es posible definir el driver que se usará para la digitalización (el ideal es el de la tarjeta de audio), la fuente de sonido (el enchufe al que conectó el cable: Line In o micrófono) y la calidad de muestreo (44,1 KHz, la resolución del compact disc, o menor).
Luego de presionar el botón OK no es una mala idea hacer una prueba de sonido, usando el botón Test Recording Level para comprobar que el volumen de grabación esté en el nivel correcto.
Ahora estará listo para digitalizar su viejo LP: sólo hay que apretar el botón Convert To y elegir el formato de compresión de audio. El programa también puede convertir a WMA (el sistema de compresión de Microsoft), pero hay que bajar el codec correspondiente del sitio del dBpowerAMP, o instalar el conversor de Microsoft ( www.microsoft.com/windows/windowsmedia/wm7/encoder.asp ), entre otros.
Si su PC es algo lenta, o si la digitalización genera un resultado no satisfactorio, pruebe con el WAV. Los archivos serán muchísimo más grandes (600 MB para una hora de audio, aproximadamente), pero deberían ser de buena calidad, ya que la computadora no tiene que comprimirlos en tiempo real.
Una vez elegido el formato podrá definir los bits por segundo (cuantos más, mejor calidad, pero más grande es el archivo), la frecuencia de muestreo y la normalización de volumen (para que todas las pistas estén al mismo nivel, ideal para armar un compilado).
Otros programas que permiten digitalizar audio son Media Jukebox ( www.musicex.com ), el MusicMatch ( www.musicmatch.com ) y el Real Jukebox ( www.realjukebox.com ). Si bien los dos últimos son shareware (las versiones gratuitas no permiten usar el Line In ), suelen estar incluidos en los discos de instalación de grabadoras de CD o placas de audio. Los pasos por seguir en cada caso son aproximadamente los mismos.
Así, sólo habrá que apretar el botón de Play de la cassettera (o poner la púa en el disco), cliquear sobre el botón de grabación ( Record ) en la PC y esperar a que la música se transforme en bits.
La edición casera
El disco ya tiene una versión digital en la computadora. Pero todavía falta: queremos separar las diferentes canciones del archivo completo o editar un tema, quitando un segmento o haciendo que la música baje su volumen al final ( fade out , en la jerga), entre otras cosas.
Si el archivo es un MP3 se puede usar el excelente MP3 DirectCut ( www.rz.unifrankfurt.de/~pesch/ , gratuito) para editarlo. Otro freeware es el Audacity ( audacity.sourceforge.net ), que está disponible para varios sistemas operativos, es de código abierto y tiene una gran cantidad de herramientas para modificar el audio. Puede importar audio en varios formatos, pero trabaja nativamente con archivos WAV, así que deberá tener el suficiente espacio en el disco rígido para trabajar.
Los freeware MPEG Audio Scissors ( tfm. profm.ro , se traduce al español desde el botón con un dibujo de tres puntos suspensivos) y MP3Cutter ( home.hccnet.nl/p.luijer/ , importa y exporta archivos WAV), por su parte, trabajan con proyectos : es decir, es posible tomar archivos de audio, seleccionar fragmentos de cada uno, darles un orden y unirlos para armar, por ejemplo, un compilado en un archivo único.
Otro programa gratuito para unir MP3 es el MP3 Merger ( mp3merge.netfirms.com ), con el que es posible crear un nuevo tag ID3 (en donde se almacena información del tema musical, como autor, título de la canción y el álbum, número de pista, etcétera) para el archivo creado.
Pero si quiere un editor de calidad profesional, nada mejor que la versión gratuita del Pro Tools (en www.digidesign.com/ ptfree/ . Hay que registrarse; requiere Win98 SE o superior, no funciona en Windows 2000 y XP). Graba audio hasta en 8 canales, los mezcla con 48 canales MIDI, los limpia, etcétera. Trabaja con WAV, así que si tiene un MP3 primero deberá convertirlo (con el dBpowerAMP, entre otros). Si bien es por lejos la herramienta gratuita más poderosa para editar audio, también es la más compleja de usar.
De vuelta al disco
Una vez editados los archivos, se pueden pasar a un CD y así preservarlos. Lo bueno, claro, es que es posible grabar un CD en formato audio, para escucharlo en cualquier compactera. Se requiere una quemadora de CD-R y el software correspondiente, que suele venir con la grabadora. Los programas más populares son el EasyCD Creator ( www.roxio.com , Toast para las Mac), Nero ( www.nero.com ), Real Jukebox Plus o MusicMatch Jukebox .
La cadena de comandos dependerá de la aplicación, pero el proceso es más o menos el mismo: hay que convertir los MP3 o WAV en el formato de CD de audio (PCM estéreo de 16 bits a 44,1 KHz). Los programas son hoy lo suficientemente sofisticados como para hacerlo automáticamente.
Luego se debe elegir la opción de grabación de CD de audio (no de datos) con cierre de sesión (para que no se puedan agregar más datos, y al disco lo entienda cualquier lectora), definir los archivos por grabar y comenzar a quemar el disco.
Los expertos recomiendan grabar los CD de audio a velocidad 2x, que es la que seguro pueden decodificar todas las compacteras. El suplemento Informática publicó el 11 de junio último una nota sobre la grabación de CD-R y RW.
Si se desea grabar un cassette, habrá que conectar los cables al revés (Line Out en la placa de sonido, Line In en el equipo de música). Los buenos reproductores de audio soportan listas de temas (para armar un compilado). Con el Audys ( www.audys.com , es argentino) es posible mezclar temas en vivo, lo mismo que con la versión gratuita del MixVibes ( www.mixvibes.com ), para aprovechar al máximo la capacidad multimedia de la PC.
El estudio en casa
- Hay que conectar el equipo de música a la computadora, y usar la tarjeta de audio como un estudio de grabación.
- Varias aplicaciones gratuitas se encargan de la digitalización y edición del sonido.
- Luego, es posible pasar esa grabación a un compact disc de audio, para preservar así una colección de discos antiguos.
Glosario básico sobre la digitalización de audio
Para entender de un vistazo los conceptos principales en la transformación de sonido analógico en digital
Line In: ficha de entrada de audio de la placa de sonido o del equipo de música.
Line Out: ficha de salida. Para digitalizar audio, hay que llevar un cable del Line Out del equipo de música al Line In de la tarjeta de audio de la PC.
Frecuencia de muestreo: cantidad de muestras de audio por segundo. Los compact disc están grabados a 44,1 KHz, es decir, 44.100 muestras por segundo.
Kbps (Kilobit por segundo): calidad del audio, medida en el número de bits por segundo que registran el sonido. Depende del formato de compresión.
Tag ID3: En los MP3, registra los datos del archivo: autor, nombre del tema, del álbum que lo incluye, etcétera.
VU (Volume Unit): el vúmetro registra la intensidad del sonido. Permite regular el volumen de la fuente de sonido para que no sature.
Fade In: hacer que un tema musical comience con el audio al mínimo y luego suba.
Fade Out: el volumen baja al final del tema.
Mono, Estéreo, Estéreo unido (Joint Stereo): Según si el sonido es monoaural, estéreo, o si una misma señal sale por ambos parlantes.
Qué dice la ley sobre el copiado de discos
Opinan Roberto Piay, de la Capif, y el constitucionalista Gregorio Badeni
- En la Argentina, el artículo 1º de la ley 11.723 dispone la protección de los derechos de los autores de obras científicas, literarias y artísticas, y establece que una obra puede copiarse sólo con la autorización expresa de su autor.
- En ese sentido, dice Roberto Piay, director ejecutivo de la Cámara Argentina de Productores de Fonogramas y Videogramas (Capif), “la legislación nacional no permite la copia personal de obras musicales o cinematográficas”.
Respecto de la protección constitucional de los actos privados, Piay opina que “no puede sostenerse que la copia privada tenga apoyo en el artículo 19 de la Constitución Nacional porque éste se refiere a las acciones privadas de los hombres que de ningún modo perjudiquen a un tercero. La copia privada de discos y cassettes –asegura Piay– ha causado y causa un grave perjuicio a autores, compositores y productores fonográficos, y al fisco”.
- LA NACION consultó también al doctor Gregorio Badeni, profesor titular de Derecho Constitucional de la UBA, en cuya opinión lo que uno haga con un disco que compró legítimamente está en el ámbito de los actos privados y se encuentra protegido por el artículo 19 de la Constitución.
Además, está la cuestión del derecho de propiedad de quien adquiere un disco. “Siempre y cuando sea para uso privado y no involucre la difusión pública o semipública, la venta o incluso la distribución gratuita, usted tiene también un derecho a la propiedad, por el hecho de haber comprado ese disco.” Como ejemplo, Badeni pone “la copia en cassette de un compact que hago para oír en el auto. Pretender que esa copia privada es ilegal sería un ejercicio abusivo del derecho de propiedad intelectual”.