Licencias no automáticas: la importación de fibra óptica para redes de internet podría verse afectada y ya surgen las quejas

El Gobierno sumó esta semana varios elementos a Licencias No Automáticas (LNA) de importación. La Resolución 26/2022 actualizó el listado de productos que requieren una autorización gubernamental para entrar al país y, entre ellos, incorporó a la fibra óptica, un insumo sensible para mejorar la conectividad en el país: se usa para las redes que constituyen el tendido de los proveedores de internet, y en los últimos años se usa incluso para el último vínculo hasta el hogar u oficina del abonado. Con esta nueva disposición, para importar estos productos, quienes lo soliciten necesitarán una autorización del gobierno. Si logran la aprobación, accederían al mercado cambiario, pero recién a los 180 días. Mientras tanto, necesitarán conseguir financiamiento para pagarle al proveedor. Esa instancia, como sucedió con otras industrias, podría implicar un costo adicional al precio final.

Para el Gobierno, ante la consulta de LA NACION, la decisión “tiene que ver con un ordenamiento y mejorar la previsibilidad de las empresas”. “Lejos de perjudicarlas, las ordena, no es algo que vaya a complicarlos. Hay algo vinculado a la LNA como si funcionara como castigo, cuando no es el punto. Lo que la medida intenta es ordenar todos los procesos de importaciones”, señalaron desde la secretaría de Comercio, cuyo titular es Matías Tombolini.

En el Boletín Oficial, el Gobierno justificó la medida en tanto que “la instrumentación de un Sistema de Licencias de Importación (...) permite identificar comportamientos disruptivos del comercio exterior, resulta una herramienta clave para la gestión de la política comercial externa con miras al desarrollo productivo nacional y acorde al contexto actual de las relaciones comerciales internacionales”. Y agrega que “se ha identificado una serie de bienes respecto de los cuales, en función de la actual coyuntura económica, resulta indispensable evaluar sus respectivos flujos comerciales”.

LA NACION también habló con miembros de la industria, que se mostraron sorprendidos con la noticia. “Habrá que ver cuánto nos complica y qué nivel de stock tenemos que tener para el tiempo que se tarda en gestionar cada una de esas cosas”, respondió, cauteloso, un referente de la industria. “No sabíamos que iban a poner esto. No teníamos una confirmación específica”, explicó otro, que agregó: “Estamos pidiendo reuniones con los funcionarios para explicarles la situación que vive la industria, y para que sepan que para que se desarrolle la industria del conocimiento hace falta la infraestructura. Necesitamos que no se frene el flujo para garantizar la mejor infraestructura. Antes ese proceso era automático”, argumenta. Y concluye: “el 90 por ciento de los insumos para infraestructura son importados”.

Actualmente, según el Ente Nacional de Comunicaciones, hay dos millones de usuarios finales con fibra óptica, superando al par de cobre convencional. Las conexiones de fibra óptica llegaron al millón de usuarios en 2020; sumó 500.000 usuarios nuevos en un año y medio, y otro tanto en seis meses, para llegar a 2 millones a finales de 2021, el último dato disponible.

Enrique Carrier, especialista en telecomunicaciones, explica lo esencial de este insumo. “Este cambio en la fibra tiene un impacto mayor que si hubiera ocurrido hace 8 años, porque hubo un crecimiento del despliegue de la fibra al hogar. Hasta hace unos años se usaba a nivel mayorista o para conectar ciudades, pero hoy lo que tenés es que llega hasta tu casa. La medida puede impactar en esta actualización tecnológica impulsada por las empresas que venían del cobre -como es el caso de Telefónica o Claro- y lo mismo pasa en el interior”, analiza Carrier: “tenés proveedores que empezaron y ahora estaban poniendo fibra, incluso las de TV paga, por ejemplo Cablevisión, que no tenía y ahora toda nueva instalación la hace con fibra. El impacto de esta medida, si es muy restrictiva en cuanto a la disponibilidad, puede ser muy importante”.