Glamping ecológico entre montañas, bosques y arroyos en una vieja estancia cercana a Esquel
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Editora LA NACIONCarola Birgin
Lo mejor de los veranos, durante la infancia de los cuatro hermanos Hidalgo, era montar una carpa en el medio de la nada para pasar una noche con los primos y tíos, andar a caballo por la mañana, improvisar asados y mojar los pies desnudos en el arroyo, emprender excursiones por los bosques patagónicos de lengas y llegar a lo más alto de la montaña para obtener el premio de una vista imperdible: la del límite entre las seis mil hectáreas del campo ganadero del abuelo y el Parque Nacional Los Alerces. Cuarenta años después, Juan y Santiago recrearon sus recuerdos y amplificaron la experiencia mediante un emprendimiento de turismo sustentable. Convirtieron el magnífico predio familiar –ubicado a 23 km de la ciudad de Esquel, en Chubut, a una altura de 1110 metros sobre el nivel del mar– en una reserva de montaña en modo glamping (glamour + camping) que ofrece domos para pernoctar en contacto con la naturaleza y hacer durante el día múltiples actividades al aire libre.
Huemules lo llamaron, igual que el río que cruza por allí y que lleva el nombre de esa especie de ciervo andino originario de la región. Muchos lugareños dicen verlos cada tanto y otros aseguran que son leyendas, porque actualmente ya no radicarían en la zona.
La idea surgió como un sueño cuando, hace cuatro años, cesó la actividad ganadera y el campo de veranada de los Hidalgo Solá ?donde las vacas pastaban durante los meses de calor y que se complementaba con uno de invernada en Trevelin? quedó vacío.
Los hermanos Santiago –licenciado en turismo- y Juan –diseñador gráfico- congeniaron el proyecto de hacer una reserva turística para que los visitantes de Esquel pudieran disfrutar de la montaña al natural, como hacían ellos de chicos. Le dieron forma al negocio junto con su padre –Fernando Hidalgo-, dos de sus tíos –Diego Hidalgo y Lorenzo Huffmann y un socio local –Arnoldo Díaz. Ya van por la segunda temporada.
Todo luz y naturaleza
"Primero pensamos en armar programas para pasar el día y después nos animamos a incluir también alojamiento, pero no queríamos deforestar –cuenta Santiago–. Investigamos hasta que dimos con el domo, que nos permitía llegar donde solo llega una carpa, como las que usábamos nosotros, y también da la oportunidad de estar a tan solo una lona del espacio exterior, aunque con el agregado del confort de un hotel".
El domo geodésico es una construcción semicircular con ventanales -en tela translúcida- que deja apreciar la vastedad del paisaje. Cada uno tiene su baño, piso flotante, cortinas, somier y una salamandra de bajo consumo que se enciende cada noche mientras los huéspedes cenan y garantiza cuatro horas de calefacción, después habrá que seguir alimentándola (o no) a gusto con leña proveniente de árboles caídos.
Hay solamente diez domos (que se suman a dos más amplios, de usos múltiples comunes) ya que se buscó no saturar el espacio ni llenar de visitantes el lugar, para una experiencia exclusiva y muy tranquila. "Los pusimos en lugares donde ya había pasadas de vacas así no teníamos que intervenir en la vegetación", explica. Están lo suficientemente distanciados como para dar privacidad y hay encanto para diversas preferencias: algunos están ubicados más abajo -cerca del arroyo y con música incesante de agua- mientras que otros, los de más arriba, cuentan con vistas increíbles. Todos llevan nombres de las mujeres de la familia.
El gran desafío fue crear condiciones de autosustentabilidad y disminuir al máximo el impacto ambiental para lo cual hubo que construir una infraestructura de servicios. Huemules se abastece de energía hidroeléctrica proveniente del río y posee un sistema propio de control de residuos: desde compost hasta cámaras cloacales que funcionan mediante agentes biológicos para esterilizar los deshechos en forma limpia. Por eso, todos los productos que se usan en el lugar deben ser biodegradables. El jabón, champú y cremas que conforman los amenities del domo son especialmente fabricados para ellos y están hechos orgánicamente a base de yerba mate.
En concordancia con la tradición de la historia familiar y con el criterio de preservar recursos naturales, convocaron a un artesano de Trevelin para reciclar las maderas que antiguamente habían sido los corrales de engorde de los animales y realizar con ellas todos los muebles del lodge.
Vida de montaña
Durante el día, no vale estar bajo techo de lona. Después de tomar –en el domo de uso común- un suculento desayuno con dulces regionales y frutas de estación, se sale al aire libre a optar entre múltiples actividades como trekking, cabalgatas, mountain bike. Hay tres guías especializados para acompañar cada trayecto.
El terreno se presenta en diferentes niveles ya que va de los 1100 a los 2150 metros sobre el nivel del mar y hay recorridos con distintos niveles de dificultad que se pueden realizar a la sombra del bosque andino patagónico como en espacios a la intemperie. Hay 80 kilómetros de caminos internos que ya están trazados y son legado de la actividad anterior: es que, además de la ganadería, durante veinte años funcionó allí la explotación minera de polimetales. Los planes se diseñan acordes a cada grupo de turistas.
El almuerzo suele ser parte de las excursiones: un variado pic nic junto al arroyo o un asado al aire libre. La estadía incluye todas las comidas y la propuesta gastronómica está a cargo del cocinero Leo Najle que trabaja con productos típicos de la región, desde cordero patagónico hasta trucha, frutos rojos y chocolates.
Para quienes quieren vivir la aventura y el contacto directo con la naturaleza de la montaña patagónica, sin resignar confort ni exclusividad, Huemules es una propuesta original de turismo de lujo sustentable.
Datos útiles
Cómo llegar
Traslado hasta Huemules, desde el aeropuerto, $6500 en auto de hasta 4 personas
Huemules
Precios por noche por domo con todas las comidas y excursiones incluidas. Single $18.000. Doble $23.000. Triple $28.000. Tarifas válidas hasta el 31 de marzo para residentes argentinos. Aplica el plan Ahora 12 de 12 cuotas sin interés.
huemules.com
Por Carola Birgin
