A la hora de buscar alojamiento, están quienes prefieren los hoteles y quienes optan por alquilar casas particulares en plataformas.Y también hay quienes apuestan a una modalidad de turismo colaborativo, menos conocida, pero con muchos años de existencia, bastante anterior a Internet: el intercambio de casas. Hay algo seguro: sus cultores eligen esta alternativa como algo más que una manera de ahorrar en hospedaje.
¿Cómo funcionan las comunidades de intercambio de hogares? Por medio del contacto entre dos personas que acuerdan intercambiar casas, sin dinero de por medio. Uno propone y el otro decide si le interesa. Las fotos de las propiedades son similares a las de las plataformas de alquiler, sólo que en este caso el convenio es gratuito.
Los intercambios se suelen realizar para el período de vacaciones, fines de semana largos, un fin de semana, o días no laborales como la Navidad, como se ve en la película romántica Vacaciones (2006) inspirada en este sistema. Dos mujeres Iris (Kate Winslet) y Amanda (Cameron Díaz) intercambian sus casas por medio de un sitio Web, donde todo funciona de maravillas. Ninguna le desvalija la casa a la otra, la pasan genial y hasta encuentran pareja. Pero esto último no está incluido en el servicio.
Los precursores
Todo nació a inicios de 1950, en Europa, con Intervac (International Vacations), una asociación sin fines de lucro registrada en Suecia. Comenzó con un grupo de profesores con mucha disponibilidad de tiempo que buscaban maneras de viajar por el exterior con poco dinero. El intercambio de casas no sólo les resultó efectivo para acotar el presupuesto, sino también una manera de trabar amistades en todas partes del mundo.
María Ángeles Sas es agente de Intervac en Barcelona para España y Andorra. Tiene oficina y puede dedicarse por entero a esta actividad que comenzó en los 80, cuando vendía viajes de estudios a Francia. Actualmente España es uno de los países con más usuarios activos de la plataforma, unos 600. "En los países anglosajones son confiados. En cambio en España todo cuesta al principio, pero luego la gente pierde el miedo. Antes los españoles lo usaban sólo para ir a países de habla inglesa para aprender el idioma. Ahora lo aprovechan para viajar dentro de España en Semana Santa o Navidad".
A los usuarios de Intervac, María Ángeles les recomienda: ofrecer flexibilidad con las fechas, por ejemplo ofrecer dos semanas en un mes, en lugar de días establecidos, con poco o ningún margen de negociación; y también amplitud respecto de la ubicación buscada. "Una casa a 15 km de París también está muy bien", reflexiona. El sistema brinda además la posibilidad de intercambiar coches.
"Mejor comenzar a probar el concepto con destinos cercanos, antes que irse lejos desde el inicio. Y no olvidar de avisarle a los vecinos que habrá visitas en casa", aconseja Sas.
La suscripción anual a Intervac cuesta 130 euros. Actualmente tiene 30.000 socios y agentes en 45 países, que guían el proceso para disfrutar de este servicio. La Argentina tiene delegado, pero por el momento hay poca actividad.
Los dueños de todas las casas
Quien busque online no encontrará muchas plataformas de intercambio de casas porque los franceses Emmanuel Arnaud y Charles-Edouard Girard, creadores de la start-up GuesttoGuest (2011) apostaron a pleno con este concepto, quedándose con el 70% del mercado. Compraron a casi todos sus competidores: IItamos, Trampolinn, HomeforHome, EchangedeMaison y HomeExchange, la norteamericana que adquirieron en 2017, nombre con el que ahora se conoce a toda la empresa. Ambos están convencidos de que la práctica de intercambio de casas será tendencia y que, frente a todas las regulaciones de mercado que controlan a las plataformas de alquiler, este concepto se verá como una alternativa atractiva. Actualmente Home Exchange tiene una oferta de 400.000 casas en 187 países.
Su principal desafío es ganar la confianza de los usuarios. Según Charles-Edouard Girard, "dado que nuestra comunidad crece a nivel internacional, nuestra prioridad es hacer del intercambio de casas una práctica sencilla, segura e intuitiva. Nuestra promesa es ofrecer intercambios simples y transparentes, así como viajar sin preocupaciones y disfrutar de unas buenas vacaciones", expresa.
Su cofundador Emmanuel Arnaud agrega: "Esto es solo el comienzo. HomeExchange brinda la oportunidad de disfrutar de unas vacaciones económicas, basadas en las relaciones humanas (o entre los miembros de la web) y a través de un tipo de turismo responsable. Esta fórmula atrae a una audiencia muy amplia, desde familias hasta personas mayores que aman viajar; esperamos un millón de usuarios en los próximos dos años".
Esta empresa cobra una suscripción parecida a las de Intervac. Lo innovador es que flexibilizó el sistema de intercambios para evitar el dilema de la falta de coincidencias en elecciones en cuanto a destinos y fechas. Incorporó el uso de Guestpoints, una moneda de intercambio. El viajero A va a la casa de B, B recibe los Guestpoints, con los que puede pagar cuando decida tomar vacaciones en la casa de C. Como se ve en la Web, hay casas con valores distintos en Guestpoints. Los determina automáticamente el sitio al evaluar el perfil de acuerdo a las comodidades de la casa, equipamiento y localización. Muchos usuarios eligen no usar Guestpoints y optan por intercambios recíprocos "tradicionales".
Embajador argentino
Horacio Muñiz, de Mar del Plata, es miembro y embajador de HomeExchange. Este técnico en informática, de 59 años, es un experto en intercambios. Generalmente viaja con su mujer y a veces suman a sus hijos y nueras. Juntos recorrieron Uruguay y la Patagonia. Muñiz comparte la experiencia de su primer viaje: "En Barcelona aceptaron nuestra invitación personas que tampoco tenían experiencia en la página. Intercambiamos mensajes y todo fue muy rápido y simple. Ellos no iban a estar para recibirnos y nos dejaron la llave oculta. En el momento del viaje con todo el temor y las dudas, llevé por si acaso dinero para pagar un hotel. Todo fue maravilloso y mejor de lo pensado. Todos los intercambios tienen su encanto y son diferentes".
La casa de Muñiz en un barrio marplatense es requerida sólo por extranjeros. "Vivo en una casa cómoda, en un barrio de Mar del Plata, que pensé que iba a ser solicitada, pero a los argentinos todavía nos cuesta intercambiar. La mayoría de los interesados son de España y Francia".
Tras varios intercambios y actividad en la página, la empresa le ofreció ayudar a otros miembros. "Acepté encantado para contribuir a que este sistema colaborativo y solidario funcione. En el intercambio no hay dinero, por eso todos tratamos con mucho respeto y cuidado las cosas de los demás, a diferencia de otras plataformas de pago u hoteles donde el que paga se cree dueño de hacer lo que quiera".
El embajador explica que el invitado está obligado por la plataforma a pagar un seguro por los días de visita, que cubre accidentes o faltantes. Aún así, ofrece algunos consejos: retirar los objetos muy frágiles o elementos de valor, y dejarlos en un lugar menos accesible (mueble o armario cerrado, una habitación en lo posible o retirarlos de la casa y dejar un lugar libre para que los invitados dejen su ropa de viaje
"En la Argentina de a poco se están sumando a participar de intercambios. Cuando comencé en mi ciudad había cuatro casas y ahora llegamos a las 400. La mayoría de los argentinos se registra para viajar al exterior, pero de a poco empieza a intercambiar dentro del país. Principalmente los usuarios están entre los 40 y 60 años, profesionales y clase media-media alta", define.
Intercambios a la Argentina, en números
Desde que empezó el año, Home Exchange tiene registradas 3400 noches de intercambios en Argentina.Su base de datos da cuenta de que que los argentinos viajan mucho por su país y que Buenos Aires es la ciudad más visitada. Cuando viajan al exterior, el destino preferido es España, seguido de Brasil, Estados Unidos y Francia. A nivel internacional, los franceses son los que más eligen la Argentina, principalmente los que provienen de París. Le siguen los españoles, especialmente desde Cataluña. Por orden, las provincias más populares para los intercambios en el país son: Buenos Aires, Río Negro, Mendoza, Córdoba y Salta.