Península Valdés, un show en continuado
Los delfines son parte del ballet acuático Este santuario de la vida silvestre es considerado único en el mundo La fauna atrae estudiosos y turistas de todo el mundo Se destacan Punta Loma, Punta Pirámides y Punta Tombo
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PUERTO MADRYN.- El gran portal de la fauna marítima patagónica tiene su centro en la Península Valdés y sus golfos, San José y Nuevo. A esta comarca llegan estudiosos de la vida animal y turistas de distintas partes del mundo.
Se dice que la costa patagónica de Chubut es la que muestra mejor la vida de la fauna marina. Tiene como primera figura de un imaginario ballet acuático a la ballena franca austral con miles de bailarines de otras especies, como pingüinos, delfines, toninas, lobos y elefantes marinos a los que se suma una enriquecida avifauna: cormorán imperial, petrel gigante, palomas antárticas, albatros, garzas y patos por sólo mencionar algunos.
Platea, primera fila
Madryn, Rawson y Trelew le ofrecen al turista la posibilidad de instalarse cómodamente en la provincia para, desde allí, disfrutar de las playas, conocer las áreas protegidas mediante excursiones o paseos individuales.
¿Por dónde empezar? Si va a permanecer pocos días en Madryn, por la lobería Punta Loma, a 24 kilómetros. La entrada es módica y cuenta con un centro de interpretación, senderos autoguiados y una vista panorámica de la colonia de lobos de un pelo. Para los que gustan del avistamiento de aves, en el corazón del golfo San José está la Isla de los Pájaros, que forma parte del Parque Marino Provincial homónimo. La isla tiene una superficie de casi tres hectáreas y queda unida al continente en bajamar. La observación desde la costa debe hacerse con prismáticos de cierta potencia (según los entendidos de unos 20 aumentos) para salvar los 800 metros de distancia que hay desde el continente.
Muy activa se muestra durante la temporada de verano la lobería de Punta Pirámides, a tres kilómetros de Puerto Pirámides. Posee altos acantilados y el mejor balcón natural para asomarse a la colonia del corredor biológico costero.
Otras áreas protegidas de la península son las de Caleta Valdés, Punta Delgada, Punta Loma, Punta León y la elefantería marina de Punta Norte, con buena vista del mar desde el acantilado que sirve como mirador para observar estos mamíferos. El verano es época de reproducción: las luchas entre machos son despiadadas, pero rara vez llegan a la muerte.
Un espectáculo aparte es Punta Tombo, la más importante de las colonias de avifauna marina del país. Alberga la mayor colonia continental de pingüinos fuera de la Antártida.


