Polémica: qué hay detrás de la mención de Patricia Bullrich sobre los guanacos en el conflicto con Chubut

No es una novedad lo dicho por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, sobre lo que representa la superpoblación de guanacos en la Patagonia y cómo esta se ha convertido en una plaga en la región para el sector agropecuario, especialmente para el ovino. Sus palabras se produjeron en medio del conflicto con el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, por los fondos coparticipables.

Sin ir más lejos, hace menos de un año, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) realizó un comunicado para visibilizar la acuciante problemática que atraviesa la actividad ovina. Según describieron, el guanaco, una especie nativa de la región, ha experimentado “un aumento considerable de su población en los últimos años de aproximadamente tres millones”.

“En la última década, la cantidad de guanacos ha experimentado un crecimiento descontrolado, llegando a alcanzar los tres millones de ejemplares, lo que representa más del 50% de la población mundial de esta especie autóctona de la Patagonia”, indicaron en la entidad ruralista a mediados del año pasado.

“Esto ha llevado a una disminución significativa en los recursos alimenticios disponibles, lo que reduce la capacidad de carga de los campos y obliga a los ganaderos a reducir sus rebaños. Esto, a su vez, tiene un impacto directo en la generación de empleo y en la contribución económica y cultural de la región. La voracidad de los guanacos y su habilidad para desplazarse largas distancias en busca de alimento agravan aún más esta problemática”, añadieron.

Conflicto

La funcionaria había manifestado que en Chubut, distrito en conflicto con el gobierno nacional por los fondos coparticipables, existen problemas con el campo debido a que en una zona de ese territorio “hay una plaga real de guanacos que están generando una depreciación del suelo, lo que hace que la Argentina haya perdido ovejas”.

“Hoy Uruguay tiene más ovejas. En Santa Cruz prácticamente desaparecieron”, dijo la funcionaria a radio Mitre y acusó al kirchnerismo de “haber abandonado el campo durante mucho tiempo”.

“Chubut tiene una serie de actividades económicas, una de las cuales es la minería. La Argentina tiene que explotar sus recursos naturales y la meseta patagónica tiene una gran cantidad de kilómetros y todo tipo de minerales. Allí vive muy poca gente y es un desperdicio para el país y para la Nación que un lugar como ese tipo no se explote”, agregó.

En diálogo con LA NACION, Juan Goya, productor patagónico e integrante de la Mesa Ejecutiva CRA, dio detalles de las declaraciones de Bullrich.

“Es cierto que hay una competencia en la meseta central de toda la Patagonia entre el guanaco y la oveja que se disputan el recurso forrajero, de por sí escaso y; el recurso agua, que en los últimos años también a raíz de sequías prolongadas, se ha hecho muy importante y muy definitivo. Pero desde mi perspectiva, no es esa la única razón y quizás tampoco la más importante por el cual hay una caída en el stock ovino. Obedece a varios factores: en algunos casos de productividad y en otros casos principalmente a la falta de rentabilidad en los campos de la Patagonia por una cuestión de precios, de costos de producción, por una cuestión impositiva y de tipo de cambio”, detalló.

En este contexto, remarcó que esta serie de problemas han hecho “que las explotaciones no sean rentables, salvo para determinada escala”.

“La mayoría, por no decir casi todos los productores, están debajo de esa escala. Entonces tienen problemas muy severos de rentabilidad. Por eso, atribuirle esto solamente a una disputa entre el guanaco y la oveja es una simplificación demasiado grande para ser tenida como el único factor que incide en la situación global del productor ovino en la Patagonia”.

El guanaco es uno de los mayores herbívoros de Sudamérica, presente desde hace un tiempo en casi todo el territorio argentino, excepto en la Mesopotamia. La presencia de esta especie autóctona es mayor en zonas protegidas.

En su condición de herbívoro el guanaco compite con el ganado bovino y ovino por los recursos forrajeros. En los últimos años los productores afectados por su presencia propusieron controlarlos y mantenerlos en zonas protegidas, argumentando que no solo compiten con su ganado por el alimento, sino que su superpoblación produce graves accidentes en las rutas.